¿Podrás Rehabilitarme? | Larry Stylinson

Capítulo 20.

Louis

Realmente Harry era un chico muy... interesante. Me intrigaba mucho su forma de ser. Tenía un incontrolable deseo de explorar su mente para comprenderla, no era psicólogo ni me interesaba la profesión, pero Harry representaba un enigma para mí.

Las horas que pasamos juntos fueron geniales, él es muy tierno. Yo estaba hablando la mayoría de las veces y él sólo se limitaba a asentir con la cabeza, sonreír o reírse, y tengo que admitir que amé ese sonido.

Pero volviendo al tema de mis pensamientos, no podía entender como Harry era tan inseguro. Era, probablemente, una de las personas más atractivas que había conocido en mi vida. Parecía un súpermodelo sacado de una revista juvenil. Pero aún así, se notaba a kilómetros que era demasiado inseguro.

El tiempo que estuvimos juntos, noté muchas cosas, por ejemplo que le incomodaba intensamente la presencia de muchas personas. Se ponía muy nervioso, pero de una manera extrema. Tal vez por eso el bar en el que nos encontrabámos ahora era uno de sus lugares favoritos, era muy íntimo.

Mi conclusión fue que la próxima vez que salgamos juntos, no lo llevaría a ningún lugar en el que haya mucha gente. Si estamos nosotros dos solos, mejor. Quería que la pase bien y no esté incómodo. ¿Quién sabe? Tal vez hasta podríamos tener... algo.

- Buenos días chicos, ¿qué van a ordenar? - Preguntó una camarera que se acercó a nuestra mesa.

Yo ordené un jugo de naranja y Harry me sonrió con ternura, él se pidió un café.

Estuvimos bastante tiempo en ese lugar y conocimos bastante sobre el otro; me sorprendí que al pasar los minutos Harry era muy hablador. Me gustaba oír su voz, por lo que dejé que el guiara la conversación. Me contó que su color favorito es el azul, sus animales favoritos son los gatos, tiene 20 años y vive solo. En ningún momento mencionó algo sobre su familia, pero no le pregunté nada. Por algo no me habrá contado nada sobre el tema, ¿no?

- Lo siento, ¿te estoy aburriendo? No he parado de hablar desde que llegamos. - Dijo Harry de repente luego de decirme por que "Friends" era la mejor serie de la historia. 

- Claro que no me aburres Harry. - Dije brindándole una sonrisa a la cual él respondió con un sonrojo.

- Ahora cuéntame de ti, ¿por qué te mudaste a Londres? - Dijo jugueteando con la servilleta, yo me quedé observando sus largos dedos.

No sabía si contarle todo o no, es decir, no tenía una vida secreta ni nada pero aún así sería incómodo decirle a un chico que conocí hace poco que mi padre nos abandonó, mis hermanitas menores murieron y mi madre tenía cáncer. Además no quería ni mencionar mi trabajo anterior como bailarín en un club nocturno y que me acostaba con hombres por dinero. Definitivamente no le diría, por ahora.

Antes de que abriera mi boca para contestarle, su celular sonó.

Lo único que oí fue su: Hola Ni, ¿Allí?, ¿Seguro?, Está bien, nos vemos.

En ese momento recordé que nos íbamos a juntar Zayn y Niall. Harry pidió la cuenta rápidamente y pagó todo, yo me hubiera opuesto si tuviera dinero en ese momento.

- La próxima vez que salgamos, yo pago. - Dije para compensar, y al ver la sonrisa tímida de Harry, me di cuenta que ya lo había invitado a salir nuevamente.

Luego de diez minutos de viaje en auto, llegamos al lugar que habían elegido Niall y Zayn. Un club que se parecía mucho a mi lugar anterior de trabajo, fruncí el ceño al igual que Harry y bajamos.

Al entrar localizamos al rubio y al moreno haciéndonos señas desde una mesa, pero también vimos la gran pista de baile en donde la gente bailaba totalmente pegada y bailarinas arriba de una mesa especialmente para eso.

Esa noche iba a ser algo incómoda. A menos que sepa como aprovecharla.