5.Capítulo

6.3K 258 14
                                    

Elena revisó su antigua habitación sin perder detalle. Tenía mil y un posters en la pared, cosa que le hizo esbozar una sonrisa. Junto a los posters estaba la entrada del concierto de One Direction que Elena tanto aprecio le tenía. Tanto los posters de One Direction como los de Gemeliers estaban en perfecto estado.

-Sigo sin acostumbrarme a verme en posters.-Admitió Jesús rodeandola por la cintura.

-Este poster tiene sus años ya.-Dijo Elena.

-Pero sigo igual de guapo.-Dijo Jesús riendo.

-Y igual de idiota.-Dijo Elena entre risaa y este la besó.

Elena vio que junto a ese poster había una foto suya junto a ellos dos del segundo verano en Sevilla, para ser mas exactos el día de su cumpleaños.

-Recuerdo el día que nos sacamos esa foto como si fuera ayer.-Admitió Jesús sin apartar la mirada de la foto.

                               ~•~

Era Agosto, año 2014. Era el cumpleaños de Elena y estos dos, Dani y Jesús, se habían olvidado de felicitarla. Esta estaba en su habitación colocando una de las muchas fotos que tenía junto a ellos cuando vio, a traves de la ventana, a Jesús disfrazado de pingüino y a Dani de pez. Elena se quedó boquiabierta al ver las pintas que tenían estos dos. En un abrir y cerrar de ojos estos dos aparecieron en la habitación de Elena.

-FELICIDADES ELENA-Gritaron los dos gemelos al unísono.

-Juraría que esto es otro de los muchos sueños raros que tengo habitualmente.-Dijo Elena.

-Con esto te queremos demostrar lo mucho que te queremos; tal y como se quieren un pingüino y un pez.-Dijo Dani.

- ¿Me estais vacilando?-Preguntó Elena arqueando una ceja.

- ¿Qué pasa?-Preguntó Jesús confuso.

-Los pingüinos comen peces. Mucho no se deben de querer.-Dijo Elena entre risas.

-Ha sido idea de Jesús.-Dijo Dani rapidamente.

-Ha sido idea de Dani.-Dijo Jesús al unísono.

-Anda que no saber eso.-Dijo Elena a carcajadas.

-Bueno, pero admitelo. Te ha encantado vernos así de guapos.-Dijo Jesús.

-Sí, muy guapos. Pero cada vez tengo más claro lo idiotas que sois. Pero que sepais que os quiero mucho.-Dijo Elena esbozando una sonrisa.

-Saquemonos una foto antes de que Dani acabe semidesnudo con la excusa de que le pica el cuerpo por la culpa del disfraz.-Dijo Jesús haciendo una mueca.

-Sí, mejor.-Dijo Elena mirando raro a Dani.

Elena cogió su cámara de fotos de encima de la cómoda. Esta se puso entre Jesús y Dani y a la de tres sacó la foto. Elena, al ver la foto que se habían sacado, no pudo evitar empezar a reirse a carcajadas. Jesús salía mirandola con una mueca divertida mientras Dani salía haciendo el idiota, como siempre.

                               ~•~

Elena empezó a reirse a carcajadas al recordar aquel momento. Jesús, al saber de lo que se estaba riendo, la besó.

-Siento interrumpir este momento tan bonito pero el taxi acaba de llegar.-Dijo Marcos desde la puerta.

Elena y Jesús salieron de la habitación en silencio. Bajaron al salón donde estaban todos sentados en el sofá. Se despidieron de ellos y acto seguido se fueron. Tres horas después estaban en uno de los mejores hoteles que habían en Dublín. Era nada más y nada menos que las diez de la noche. Agotados, se pusieron sus pijamas y se acostaron en la enorme cama que había allí.

-Siempre he soñado con venir a Irlanda con la persona que amo.-Admitió Elena.

- Pues tu sueño se ha hecho realidad.-Dijo Jesús tras depositar un beso en sus labios.

-Es increible todas las cosas que han pasado desde que nos conocimos.-Dijo Elena.

-Quien iba a decir que el amor tu vida lo ibas a encontrar unas aburridas vacaciones de verano en un pueblo que no conocía ni dios. ¿Me equivoco?-Dijo Jesús arqueando una ceja mientras esbozaba una sonrisa.

Elena negó mientras sus labios se curvaban y formaban una sonrisa amplia pero a la vez sincera.

-Sin duda fue el mejor verano de mi vida.-Dijo Elena esbozando una sonrisa.

-Cumplí mi promesa.-Dijo Jesús sin desviar la mirada de sus ojos.

-Ahora que los dices, mañana a las ocho en pie.-Le advirtió Elena.

- ¿Tan pronto?-Preguntó Jesús tras dar un suspiro.

-Ajá. Mañana tenemos que ir a Mullingar a tocarle el timbre a mis suegros secundarios.-Dijo Elena obvia.

- ¿Aún recuerdas la promesa?-Preguntó Jesús incrédulo.

- ¿Qué pensabas? ¿Qué me había olvidado tan facilmente de una promesa adolescente?-Preguntó Elena.

-Pensaba que eso con los años lo ibas a olvidar e ibas a cambiar de idea.- Admitió Jesús. -Sin duda sigues siendo la misma chica alocada que conocí aquella última semana de Junio.-Dijo Jesús abrazandola.

Jesús apagó la luz de la lamparilla que había encima de la mesilla y acto seguido se tumbó. Abrazó a Elena y la atrajo hacia él como cada noche. Minutos después Elena se quedó dormida abrazada a él tal y como lo hacía cuando era adolescente. A pesar de haber cumplido años cada año seguía siendo la misma. Y los años no iban a hacer que cambiara.

Ni un segundo (Daniel y Jesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora