{Flashback del capítulo nueve para poder volver a juntar la historia. Supuestamente ya ha terminado de leer lo que estaba escrito en ese libro. Es para que no os lieis y recordeis lo ocurrido}
Elena tras despedirse de Dani salió corriendo hacia Hyde Park, no sin antes coger el regalo que le llevaba haciendo a Jesús desde que terminó la secundaria. Estaba enfadada y a la vez entristecida, sus emociones en aquel momento eran como una montaña rusa. Llegó al parque donde se escuchaban risas por parte de estos dos; parecían estar pasandoselo muy bien. Hasta que Jesús vio a Elena allí ante ellos y palideció.
-Oh, hola Elena.Cuanto tiempo.-Saludó Marta amablemente.
-Olvidame imbecil.-Dijo Elena de mal humor desviando la mirada hacía Jesús. -Toma Jesús, tu dichoso regalo por nuestro aniversario... el cual has olvidado. -Dijo Elena recalcando las palabras aniversario.
-Elena dejame expl...-Dijo Jesús pero fue demasiado tarde ya que Elena había salido corriendo de allí con lágrimas en los ojos.
Jesús salió corriendo tras ella por Hyde Park mientras la mirada de los turistas se posaba sobre ellos dos. A las afueras del parque había un paso de cebra, y de las prisas que llevaba, Elena cruzó sin fijarse si estaba en rojo o en verde. Lo último que recordó fue a Jesús sollozando mientras la cogia en brazos y pedía ayuda a la gente que había alrededor. A pesar de todo, Jesús, tenía el regalo de Elena ya que era muy importante para ella y le iba a servir de ayuda después de lo que le acababa de pasar.
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- ¿Familiares de Elena González?-Preguntó el médico nada más aparecer en la sala de espera y Jesús se acercó a él.
-Sí, soy su marido. ¿Cómo se encuentra?-Preguntó Jesús mientras por su rostro caían lágrimas.
-Siento decirle que su mujer esta en estado crítico. Si desea saber más acompañeme a la consulta.-Informó señalando la puerta que estaba junto a ellos.
Jesús entró tras el médico en silencio mientras sollozaba. Este se sentó enfrente del médico esperandose lo peor
- ¿Con eso que quiere decirme?-Preguntó Jesús tras sentarse en una de las sillas que había enfrente del médico.
-Su mujer esta en coma. -Dijo el médico alzando la vista.-Está en estado crítico.-Dijo desviando la mirada de nuevo hacia el informe.
- ¿Hay posibilidades de que salga viva de esta?-Preguntó Jesús.
El médico se quedó en silencio mientras el rostro de Jesús palidecía.
- Si te soy sincero dudo mucho que dure un mes viva. Esta muy grave; lo siento mucho.-Informó el médico antes de que a Jesús se fuera de allí pegando un portazo.
Jesús salió sollozando de allí mientras se lamentaba una y otra vez haber quedado con Marta. Solo quería el regalo perfecto para Elena pero la ayuda de Marta no le había servido de ayuda. Entró a la habitación donde Elena estaba tumbada sobre una de las dos camas que había. Su vida dependía de una maquina.
Horas después de lo ocurrido Jesús abrió el regalo de Elena; era un libro. Extrañado lo abrió. Lo había escrito todo a mano, era como un diario sobre todo lo que habían pasado juntos. Desde el año 2014 al año 2017. Se saltó las hojas hasta el año 2016-2017 ya que los otros dos años los habían recordado anteriormente juntos.
Tras leerlo se levantó de la silla que había junto a la cama y se acercó a ella. Le cogió la mano izquierda con delicadeza y acto seguido la besó mientras por su rostro caían un sin fin de lágrimas.
-Pequeña, siento todo lo que ha pasado. -Comenzó a hablar con dificultad. -Todo ha sido culpa mía. Si no hubiese quedado con Marta ahora estariamos los dos celebrando nuestro aniversario tranquilamente. -Continuó con la voz entrecortada. Acto seguido beso su mano a pesar de que las lágrimas le nublaran la vista. -Quedé con Marta para que me enseñara donde estaba ese restaurante tan famoso del que habla todo el mundo. Quería invitarte a cenar; tal y como haciamos en los viejos tiempos cuando aún eramos universitarios y no teniamos que cuidar a los tres torbellinos que hoy en día tenemos. -Tras decir esto último no pudo evitar esbozar una sonrisa aunque por su rostro siguieran cayendo lágrimas. -Necesito que despiertes. Necesito verte sonreir de nuevo. Necesito poder despertarte cada mañana dandote besos, tal y como te gusta. Necesito que nuestros hijos vean que el amor verdadero existe si se sabe conservar. Te necesito como el aire para respirar. No puedo estar sin ti ni un segundo. Simplemente, te necesito.-Dijo finalmente trás depositarle un beso en la mano.
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¡Nuevo capítulo!
Solo queda un capítulo + epílogo para que esta novela termine para siempre después de cinco largos y duros meses. Pero sin duda han sido los mejores gracias a todas vosotras y a ellos dos, a mis dos bebes.
Siento que el capítulo haya sido tan corto pero era necesario ya que en el próximo capítulo se va a resolver la duda que muchas de vosotras teneis.
Espero que os haya gustado el capítulo. Cuantos más votos y comentarios haya antes subo así que ya sabeis JAJAJA.
Un beso enorme.
