10.Capítulo

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Daniel y Jesús no llevaban ni 24 horas en Sevilla y ya la habían liado. Elena lloraba al saber que Jesús había estado a lios con otra chica en Madrid. O eso era lo que decía la revista que tenía sobre su cama. Se veía claramente a Jesús besandose con una chica. Y no, no era Dani. Definitivamente Jesús la había engañado.

-Elena escuchame. No es lo que parece, tienes que creerme.-Dijo Jesús.

Jesús llevaba más de media hora sentado en el suelo mirando a Elena la cual estaba tumbada en la cama mirando hacia la pared mientras sollozaba. Si no hubiera sido por Carmen, la tía de Elena, Jesús no sw hubiese enterado.

-Vete.-Dijo con la voz entrecortada.

-No pienso irme hasta que me escuches.-Dijo Jesús.

Carmen, que acababa de llegar, se asomó por la puerta al escuchar los sollozos de Elena. Jesús, desperado, miró a Carmen pensativo. Él había tenido la oportunidad de contarle a Carmen todo lo que había pasado. Y en ningun momento había engañado a Elena. Todo lo que decía la revista no era verdad.

-Jesús, tu madre esta abajo esperandote.-Dijo Carmen antes de desaparecer de allí.

Jesús se levantó del suelo desesperado mientras por su rostro caían un sin fin de lágrimas. Se acercó a Elena y le depositó un beso en la frente. Tenía miedo a la reacción de esta, pero no hizo nada.

-Que duermas bien.-Dijo antes de desaparecer de la habitación.

-Sin tí dudo mucho.-Dijo Elena entre sollozos.

Cuando se fue volvió a coger la revista y vio claramente la dichosa foto. En un mes su felicidad había desaparecido. Por mucho que él dijera que todo había sido un mal entendido estaba claro que no. Por que se veía claramente como se besaban.

                                ~•~

Jesús se subió al coche junto a su madre. Puso la radio y empezó a cambiar de cadena desesperadamente. Estaba harto de todo. A veces la fama podía con él y eso no era bueno. Si no fuera famoso no tendría este tipo de problemas.

-Jesús, decidete ya. Que ha este paso vas a romperla.-Dijo su madre refiriendose a la radio.

Pasó de cadena una vez más y empezó a sonar una de sus canciones, Carrusel. "Perfecto" dijo para sus adentros.

- Hoy tal vez me quieras a morir. Mañana te veré haciendo las maletas. Es tan cansado vivir, sin saber bien si toca llorar o reír.Yo no sé si es que vamos muy bien.Si me pides perdón con ganas de pelear .Seguimos dando vueltas como caballitos de feria.Y sabes bien que te daría la vida .Me dejé el alma en la partida.Pero al final ya ves no me compensa esta batalla por tan precaria paz . -Tarareaba Jesús mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

-Seguimos prisioneros de esta torpe noria .Un día tan felices y al otro tan mal.Insultos y caricias sin escapatoria En este triste carrusel Carrusel. Esclavo de tus neuras vuelvo a preguntarme si besos y puñales hoy me tocarán. Corriendo por inercia hacia ninguna parte.Qué triste carrusel Carrusel, Carrusel. -Tarareaba mientras su cabeza se llenaba de mil y un recuerdos junto a Elena.

-Hoy tal vez me quieras de verdad. Mañana te veré con las uñas dispuestas .Y es tan cansado seguir sin saber bien si toca soñar o morir. Y sabes bien que te daría la vida.Me deje el alma en la partida pero al final ya ves no me compensa esta batalla tan precaria paz. Seguimos prisioneros de esta torpe noria .Un día tan felices y al otro tan mal .Insultos y caricias sin escapatoria en este triste carrusel Carrusel .Esclavo de tus neuras vuelvo a preguntarme si besos y puñales hoy me tocarán.Corriendo por inercia hacia ninguna parte en este triste carrusel Carrusel. -Se escuchaba de fondo en aquel coche.

Jesús desesperado abrió la puerta del coche, sin importarle que estuviera en marcha, y salió corriendo hacía la acera que había enfrente. Eva, al ver lo que su hijo acababa de hacer, frenó y se bajó del coche rapidamente. Jesús estaba de rodillas en la acera sollozando como un niño pequeño. Su madre lo abrazó por detrás. Nunca había visto a Jesús de esa manera.

[Horas después]

Jesús estaba tumbado sobre su cama descansando. El médico que llevaba diez minutos ahí apuntaba un par de cosas en su libreta mientras Eva, Carlos y Dani lo contemplaban. Jesús había sufrido un ataque de ansiedad. En cuanto el médico se fue sus padres salieron de la habitación dejandolo a solas con Dani. Este último estaba sentado sobre su cama. Al compartir habitación no le quedaba otra.

- ¿No piensas contarmelo, verdad?-Preguntó Dani obvio y este negó con la cabeza. -Lo suponía.-Dijo Dani.

Acto seguido se levantó de su cama, cogió su móvil y puso Carrusel. Dani sabía que la causa del ataque de ansiedad de su hermano había sido por esa canción.

Jesús al oirla palideció y se incorporó rapidamente en la cama. Dani al notar el nerviosismo de su hermano la quitó. No quería que le diera otro.

-Vamos, que Carrusel es la causa. -Dijo obvio. - ¿Me equivoco?-Preguntó Dani arqueando una ceja y este nego.

Entonces Jesús se levantó de su cama y se acercó al escritorio. De ella cogió la revista y se la lanzó a su hermano. Este la cogió en el vuelo y se quedó boquiabierto al ver la portada.

- ¿Es una broma?-Preguntó Dani sorprendido.

-No lo se. Pero esa "broma" se quiere cargar mi relación con Elena.-Dijo Jesús sentandose al lado de su hermano.

-Pensaba que te había comido la lengua el gato; me estabas asustando.- Admitió Dani. - ¿Esta chica no es la del videoclip?-Preguntó arqueando una ceja.

-Exacto. Es con la chica que salgo en el videoclip. Pero los medios de comunicación se han montado sus propias historias y al haberse filtrado la foto piensan que es mi novia. Y no solo ellos, Elena también.- Dijo Jesús.

-Y Elena, al ser tan cabezota como es, no te ha querido hacer caso y no has podido explicarselo. ¿Me equivoco?-Preguntó Dani.

-No, no te equivocas.-Dijo Jesús.

-Vete vistiendote que ya tengo el plan perfecto para que todo vuelva a la normalidad.-Dijo Dani esbozando una sonrisa.

                             ~•~

Elena estaba sentada sobre la silla de su escritorio escribiendo un nuevo capítulo de la novela que acababa de empezar a escribir. Lo subía a un blog que se había creado y por ahora la cosa iba bastante bien. Escribir la ayudaba a desahogarse.

-Elena, ¿Podemos hablar?-Preguntó Carmen entrando al interior de la habitación.

-Sí, sientate.-Dijo Elena. Cerró su ordenador antes de que su tía leyera lo que estaba escribiendo.

- ¿Entre Jesús y tú hay algo?-Preguntó Carmen seria.

-No. -Contestó fría.

-Tu estado de ánimo no dice lo mismo.-Dijo Carmen sin apartar la mirada de su sobrina.

-Ese imbecil no es nada mio. Ni tampoco quiero. -Dijo Elena de mala gana.

-Bueno, tranquila.-Dijo su tía acercandose a la puerta de la habitación para marcharse. -En veinte minutos esta la cena preparada.-Avisó Carmen antes de desaparecer de allí.

[Horas después]

Elena estaba en su habitación escuchando música mientras tenía entre manos la revista. No dejaba de ver aquella foto por mucho que le doliera verla. ¿Por qué Jesús la había traicionado? Ella pensaba que Jesús era diferente, pero estaba equivocada. O eso era lo que creía.

-Deja de hacerte daño a tí misma.-Dijo una voz familiar quitandole la revista de golpe y después tirandola por la ventana la cual estaba abierta. 

Ni un segundo (Daniel y Jesús)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora