Tres meses después.
Era Invierno. Para ser más exactos 31 de Diciembre, nochevieja.
Elena se encontraba en su habitación haciendo limpieza. Durante los últimos tres meses había estado muy liada con los estudios. Había comenzado a estudiar en la universidad doble grado en periodismo y comunicación audiovisual.
En el armario tenía mucha ropa que ya no le valía. Así que decidió hacer limpieza para poder guardar toda la que se había comprado los últimos meses.
Junto a ella estaba Dani sentado sobre su cama estudiando. Este había optado por estudiar ingeniería de montes. El próximo exámen lo tenía a mediados de Enero y con el tema de la gira tenía que ponerse las pilas.
-¿Qué tal lo llevas?-Preguntó Elena de mientras colocaba las perchas.
-Por ahora bien. -Contestó Dani sin apartar la mirada del libro.
-Anda, descansa un rato que esta noche es nochevieja.-Dijo Elena terminando de colocar las cosas.
-Y mañana año nuevo.-Soltó divertido alzando la mirada del libro.
-¡Y el santo de Jesús!-Exclamó Elena alterada.
-¿No te acordabas, verdad?-Preguntó arqueando una ceja divertido.
-No tengo tiempo.-Dijo Elena poniendose una sudadera a todo correr. -¿Vienes al centro comercial?
Minutos después se encontraban los dos jóvenes de camino al centro comercial que había allí, en Mairena de Aljarafe. La mayoría de tiendas estaban cerradas al ser nochevieja. Aún así algo iba a pillar para Jesús si o si.
-¿Te gusta?-Preguntó Elena cogiendo de la estantería el último disco de One Direction.
-Hombre...eso en realidad lo quieres más tú que él.-Dijo tocandose la nuca divertido.
-Que bien me conoces.-Dijo riendose.
-Regalale el de Prince Royce. -Soltó esbozando una sonrisa de oreja a oreja.
-Serás...-Dijo Elena al saber que Dani quería que le regalara eso porque el también lo quería.
Finalmente Elena optó por cogerle tanto el de One Direction como el de Prince Royce. Tras comprarlo decidieron tomar algo en uno de los bares que había allí.
-¿Lo de siempre?-Preguntó Dani y Elena asintió.
Minutos después los dos jóvenes se encontrabar tomando sus refrescos. Elena, nestea, y Dani fanta de naranja.
-Que infantiles somos.-Dijo Dani refiriendose al refresco.
-No es plan de ir a la cena borrachos.-Dijo Elena entre carcajadas.
-¿Se lo vas a dar en la cena?-Preguntó refiriendose a los discos.
Ese año tanto la familia Oviedo como la familia González había decidido celebrar la cena de nochevieja juntos. Un total de 10 personas.
-Nada más comernos las uvas.-Contestó tras darle un sorbo al nestea.
-Ya verás tú que ilusión le va a hacer.-Dijo Dani irónico.
Horas después.
-¿Dónde están los pendientes que me regaló Jesús hace dos años?-Preguntó Elena revolviendo todo los cajones.
Se encontraba en su habitación junto a su madre y su cuñado. Esta primera se encontraba buscando los dichosos pendientes que Elena tanto buscaba. Sin embargo Dani, se encontraba envolviendo los discos que había comprado Elena.
-¿De qué color son?-Preguntó curiosa.
-¡Mamá!-Exclamó volteandose histérica. -Los negros que tanto te gustan.
-Relajate, que están aquí.-Dijo su madre cogiendolos del joyero.
-Uf, menos mal.-Dijo arrebatandoselos a su madre.
Una vez más se miró al espejo para ver si estaba todo en su sitio. Llevaba un vestido blanco, no muy largo, de palabra de honor. Los tacones que llevaban le favorecian mucho; y también la hacían más alta.
-Deja de mirarte que estás muy guapa.-Dijo Dani poniendo los ojos en blanco. -Ahora te toca ayudarme a mi.
Elena optó por una camisa azul cielo para Dani ya que le favorecía mucho. Tras vestirse su cuñado bajó al salón para ayudar a la madre de Elena a preparar la mesa para la cena.
De mientras Elena aprovechó para hablar con sus amigas a través de WhatsApp. Era la primera nochevieja que no estaba allí y lo iba a echar en falta ya que después de las uvas siempre solían ir a un instituto abandonado que había a las afueras de la ciudad porque se celebraba una fiesta.
Minutos después su madre entró a la habitación preparada para la ocasión.
-Cariño, vete bajando.-Le dijo su madre.
Elena recogió un par de cosas que había tiradas sobre la cama y acto seguido se volvió a mirar al espejo.
Ya no era una niña. Ya no era la misma que se ilusionaba por cualquier tonteria.
En cuatro años su vida había cambiado radicalmente. A pesar de llevar un vestido blanco parecido al que llevó en su primer cumpleaños en Sevilla había cambiado completamente.
Salió de su habitación nerviosa al saber que su novio estaba abajo. Comenzó a bajar las escaleras con cuidado. Los tacones eran de más o menos siete centimetros.
Todas las miradas se posaron sobre ella. A pesar de que Jesús y Dani tambien hubieran cambiado mucho los últimos cuatro años, a la que más se le notaba el cambio era a Elena.
Trás bajar las escaleras besó a Jesús con delicadeza. Todos los que contemplaban la escena no puedieron evitar sonreir. Llevaban desde los quince años juntos. Y eso solo era el comienzo de todo los momentos que les esperaba juntos.
-Que fea estás.-Le susurró Jesús al oido.
-Lo mismo digo, Jesusiano.-Susurró esta divertida.
Todos los invitados pasaron al salón con el fin de sentarse a cenar. Eran nada más y nada menos que las diez y media de la noche.
Entre risas y anécdotas se pasó la noche. Elena estaba sentada entre sus dos cuñados, Daniel y Juan Carlos. En frente suyo se encontraba Jesús, el cual jugaba con la pequeña Lara como si fuera su hija.
Las doce. Tras comerse doce uvas, ni una más y ni una menos, el timbre de casa sonó. Elena se levantó a abrir tras darle un sorbo al champan.
Abrió la puerta de mientras se reía ya que Jesús le había contado una anécdota de cuando era pequeño. Al ver quien era su cara cambió por completo, al igual que la de todos los invitados.
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¡Nuevo capítulo!
No, no me ha dado un ataque ni nada por el estilo JAJAJA. He subido dos capítulos, uno de 90 minutos y otro de Ni un segundo, porque me apetecía sacaros una sonrisa una vez más.
Gracias a todas vosotras tengo la oportunidad de hacer lo que realmente me gusta, escribir.
Como veis he vuelto a mi rutina. Cada día intentaré subir algún que otro capítulo para alegraros un poquito el día.
Espero que os haya gustado el capítulo. Os agradezco muchísimo cada voto y comentario que me dejais. Sobre todo esto último. Cuando una lee ese tipo de comentarios se alegra de una manera que no os podeis ni imaginar. Así que a partir de hoy intentaré contestar cada comentario.
Un beso enorme.