¿Que pasaría si tuvieras una segunda oportunidad de enmendar tu vida? ¿De ser mejor persona? O ¿Cambiar algunas cosas?
Es lo que le sucedió a Young Mi ella tiene la oportunidad de cambiar las cosas y ayudar a Hae Soo. Juntas verán la forma de volver...
Había pedido algunos libros de investigación científica que había en ese tiempo. Tal vez eso nos ayudaría a Hae Soo y a mi a volver a la época actual. Ademas tenía que ver que acto de bondad podíamos hacer. Tal vez ayudar a un pobre o un herido...
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Flashback:
––¿Que podemos hacer entonces? ––preguntaba Hae Soo.
––Hacer algo increíble por alguien o sacrificar algo desinteresadamente.
––Pues hay que hacerlo. Hay que poner manos a la obra.
––No es tan sencillo como crees. Si no lo hacemos con el motivo correcto, puede haber consecuencias. Ademas es probable que el destino nos dio una segunda oportunidad... ¡Aish! ––le decía mientras me tiraba en la silla–– ¡Que cosas digo! Se cree que soy una persona de lógica, no de fantasía... cualquiera que me oiga de verdad pensara que estoy loca...
Fin Flashback
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Al mismo tiempo, ya nos habiamos acostumbrado a la vida en Goryeo. La verdad no se me hizo muy difícil, ya que me sabía de memoria la historia de Goryeo y Joseon. Aunque si me hubieran dado a elegir a que época viajar, hubiera preferido a la era Joseon. Pero que más da, ya estoy aquí.
Había ido a visitar a Hae Soo y también a Myung Hee ya que ella se encontraba más grave. La verdad también iba porque me encantaba estar cerca de él octavo príncipe. Wook siempre fue atento conmigo. Y algo que compartíamos, es que ambos disfrutábamos de los libros.
Sin querer me había enamorado de él. Y cuando se iba a casar con Myung Hee, yo sufrí mucho. Aún seguía enamorada de él, pero sabía que el solo me veía como su hermana.
Lo único que podía hacer era visitarlos, solamente. Aunque eso significará que siempre regresaba deprimida. Bueno triste, ya que aquí nadie conoce sobre la depresión.
––Vaya, Vaya... ya extrañaba tus visitas querida hermana ––esa voz tan irritante era de Yeon Hwa... ahí estaba con esa sonrisa tan fingida. La verdad siempre ha habido esa rivalidad por tener tanto la atención de nuestro padre como de los príncipes.
