ɱσσɳ ℓσѵεɾร: รcαɾℓεƭ ɦεαɾƭ ɾყεσ (Adaptación) 1° Temporada

Capítulo 28

Narrador:

Todo se veía mal, en ese momento Hye Kyu no sabia que hacer.

––¡Suelte la espada Princesa! ––gritó Ji Mong–– ¡Podemos hablar de manera razonable!

––¡Primero deje ir a Hae Soo! Entonces... ya veremos ––Hye Kyu había decidido no pelear, pero al ver que traían a Hae Soo, no dudo en enfrentarse a los soldados.

¿Cómo sucedió todo? En pocas palabras, el Noveno Príncipe Won. El conocía como era Hye Kyu, si Hae Soo era atrapada, no trataría de huir; al contrario Hye Kyu accedería a cualquier cosa para salvar a esa chica.

El Príncipe y sus hombres dieron primero con Shi Hoo y Hae Soo, su objetivo principal era poner en una encrucijada a Hye Kyu.  Shi Hoo se encontraba herido en alguna parte, sintiendose mal por no cuidar bien de Hae Soo.

––Princesa, tenemos ordenes de llevarla a salvo al Palacio ¡Es una orden de su Majestad el Rey! ––quizá era una trampa para encerrarla a ella y Hae Soo, sabiendo eso, no caería tan fácil.

––¡No ire con ustedes hasta estar segura de que Hae Soo estara libre!

––Eso lo dudo querida Hye Kyu ––espetó el Príncipe Won–– Ella es culpable por intento de asesinato al Príncipe Heredero y de que el Cuarto Príncipe este agonizando. 

Hye Kyu se habia olvidado por completo de So, la ultima vez que lo vio estaba muy débil. Hae Soo no podía creer que So haya tomado de ese té envenenado, sus pensamientos se concentraron en el Cuarto Príncipe.

––¡Eso no es cierto! ––gritó Hye Kyu–– ¡Todos sabemos quien es el verdadero culpable!

De manera cautelosa, se acercó el Noveno Príncipe donde se encontraba Hye Kyu. Ella lo miraba con desprecio. Conocía que el Príncipe Won era un hombre manipulador, y que al igual que el Tercer Príncipe, conocían las debilidades de los demás para usarlas a su favor.

––Vaya, Vaya... como siempre sacrificandote por el más débil ––dijo el Príncipe Won cuando estuvo más cerca de Hye Kyu–– Baja la espada querida hermana ––Won alzaba las manos para mostrarle que no traía espada–– Hay un asunto muy importante que tratar.

––Y tú siempre con intrigas, también te conozco perfectamente, habla rápido Príncipe... se que algo tramas ––Hye Kyu no bajaría la espada hasta que su amiga y ella estuvieran seguras.

––Cómo quieras. Te admiro Hye Kyu, mira que enfrentarte varias veces a las ordenes del Rey sólo por salvar a tu amiga...

––Déjate de habladurías Príncipe Won. Dime que es lo que quieres.

––Tu bienestar.

––Claro... y los cerdos vuelan...

––¿Qué?... Bueno, el punto es que tienes que volver a palacio, si quieres proteger a tu madre.

––¿No crees que es muy bajo, incluso para ti, amenazarme con hacerle daño a mi madre?

––¡Oh, vamos Hye Kyu! ¿En que momento dije que soy yo el que le hará daño? Eres demasiado desconfiada... ––los gestos de Won y su forma de hablar, estaban acabando con la poca paciencia de Hye Kyu.

––¡Habla ahora! Que no estoy de humor para tus juegos ––exigió Hye Kyu apuntando con la espada, los soldados del palacio estaban a punto de desenvainar sus espadas, pero el Noveno Príncipe les hizo señas de que no lo hicieran.

––¿Cuales juegos? ––esbozo una sonrisa–– Simplemente te preparó para lo peor. Mientras tu tratas de salvar la vida de esa simple sirvienta, la Concubina Oh esta siendo acusada de querer matar al Príncipe Heredero.

––¿QUÉ?

––Cómo lo oyes... Tu adorada madre; será llevada a la horca sino encuentran al verdadero culpable ––Hae Soo empezaba a sentirse culpable, no iba a permitir que más personas resultarán heridas, solo para salvarla.

––¡Eso no tiene sentido! ––gritó Hye Kyu al borde de la histeria–– ¡Sólo tratas de engañarme para que me lleven presa! ¡Pero no te saldrás con la tuya!

––Cómo quieras ––el Príncipe Won se mostraba tranquilo, estaba seguro de que todo saldría de acuerdo a lo planeado–– Medita que es mas importante... salvar a la Concubina Oh, que es tu madre y la única familia que tienes en el palacio... o una simple Dama de la Corte que solo te ha traído mala suerte.

Hye Kyu empezaba a temblar de la impotencia. Por primera vez, no había un plan de escape, la segura Hye Kyu estaba por flaquear.

Hae Soo miraba atentamente a su amiga. Sabía perfectamente que hacer para facilitar las cosas y así Hye Kyu no se encontrará en una disyuntiva. Por otro lado, el Noveno Príncipe sonreía victorioso, Hye Kyu perdería algo de cualquier manera. La harían sufrir y así el Tercer Príncipe tendría su venganza por haberle lastimado su orgullo en varias ocasiones; sobretodo en aquella pelea.

––Me iré al palacio, sin poner resistencia ––declaró Hae Soo.

––¡Claro que no! ––Hye Kyu salió de aquel trance en que se encontraba–– ¡Ella se queda! A cambio, yo iré y hablaré con su Majestad.

––Princesa, no podemos hacer eso ––hablo Ji Mong, que hasta el momento se había mantenido en silencio, observando la situación–– Ambas irán a palacio. Son órdenes de su Majestad.

Hye Kyu sabía que no ganaría, decidió ir por el bien de ellas. Tendría tiempo para idear algo en el camino. Mientras se aferraba a Hae Soo, no podían morir así. Temía no volver a su hogar si no lograban lo que el destino quería.

Cuando llegaron al palacio, los soldados intentaron separarlas, pero Hye Kyu puso resistencia, alegando que primero hablaría con el Rey.

––Hye Kyu-shi ––le hablo Hae Soo–– sólo será un momento, ambas sabemos que esto es un mal entendido.

Hye Kyu la miro fijamente, no soportaba la idea de ver a Hae Soo en prisión. Pero también debía salvar a su madre. Así que tomo la decisión más difícil, dejar que se la llevarán los soldados.

––Ji Mong... promete que no le harán nada. Esa chica, es inocente. Hablaré primero con su Majestad––le dijo Hye Kyu al borde de las lágrimas

––Princesa, sabe que no se  lo puedo prometer...

––Sólo hazlo.

Vio como se llevaban a su amiga. Fue a buscar de inmediato al Octavo Príncipe, le informaría lo sucedido. Tal vez el podría ayudar y sacar lo más pronto posible a Hae Soo del palacio. Y ella haría lo mismo con la Concubina Oh.

De pronto sintió un fuerte dolor en su cabeza, comenzó a sentir un mareo. Pero estaba decidida a no darse por vencida. Enfrentaría incluso a la misma muerte; con tal de salvar a las personas importantes de su vida.

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