¿Que pasaría si tuvieras una segunda oportunidad de enmendar tu vida? ¿De ser mejor persona? O ¿Cambiar algunas cosas?
Es lo que le sucedió a Young Mi ella tiene la oportunidad de cambiar las cosas y ayudar a Hae Soo. Juntas verán la forma de volver...
Solo podía ver en su mirada sorpresa, miedo y confusión. Se quedó sin palabras. Tenia que mostrarme segura de lo que estaba diciendo. Si titubeaba, se daría cuenta que estaba mintiendo.
––E-Eso... ¡es imposible! ––fue lo único que articulo.
––Claro que no Alteza... tarde o temprano iba a recuperar la memoria. Ademas, con todo lo que he recordado es mas que suficiente. Así que déjese de amenazas conmigo.
Sin mas, hice una reverencia y me aleje de ahi. Mi corazón latía a mil. No sabia que hacer.
Pero la reacción del Tercer Príncipe me dejaba más que claro, que algo sucio había tramado con su madre para matar a la princesa ese día.
Estaba tan absorta en todas esas ideas que me olvide de Hae Soo.
Llegue a Damiwon algo alterada. Así que pedí un té verde. Jamás había sentido esa adrenalina mezclada con miedo. Sabía que no debía exceder y tenia que mostrar seguridad en mis palabras.
Me empecé a lamentar por la Princesa Hye Kyu, dicen que era muy callada y le temia a muchas cosas. Por eso después de ese accidente, decían que yo parecía otra persona.
Jaaa... y de verdad soy otra, atrapada en este cuerpo y en Goryeo. Con ese pensamiento me quede dormida.
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Al otro día, vi que Jung-Ah y Eun corrían por los pasillos de Damiwon. Me levanté de prisa de la silla. Pero no los pude alcanzar.
Veía que había mucho alboroto en Damiwon. Probablemente, algún invitado importante iba a venir.
––¿Sucedió algo? ––pregunté a una dama de la corte.
––Nada grave ––volteo y era la Concubina Oh quien me había respondido–– no tienes de que preocuparte Princesa.
––Ahhh, pensé que su Majestad tendria una visita importante, ya que todo mundo anda corriendo.
––Princesa, acompañame a tomar un poco de té.
Entramos a la habitación y nos sirvieron té.
––El Rey se casara ––me dijo sin más, y yo por poco escupo el té.
––¡QUEEE...! ¿¡CON QUIEEEN!?
––Baja la voz Princesa ––me decía mientras le daba un sorbo al té tranquilamente–– Se casara con una chica del Clan Hae. Dicen que es muy joven aún, más o menos de tu edad...
––E-Eso es imposible... ––que tonta fui al confiar en que el Rey cumpliría su palabra.
Y por estar pensando en aquel pequeño altercado con el Tercer Príncipe, me había olvidado de Hae Soo.
