¿Que pasaría si tuvieras una segunda oportunidad de enmendar tu vida? ¿De ser mejor persona? O ¿Cambiar algunas cosas?
Es lo que le sucedió a Young Mi ella tiene la oportunidad de cambiar las cosas y ayudar a Hae Soo. Juntas verán la forma de volver...
Hye Kyu no quiso hablar con So con relación a los libros que había escrito. So, entendió que su esposa no diría algo al respecto. Pero sin duda, sabía que ocultaba algo.
Por su parte, Hye Kyu iría primero a hablar con Yeon Hwa sobre aquel suceso que involucró a muchos inocentes y que cobro la vida de la Concubina Oh. Aquella mujer que fue acusada injustamente, solo para salvar al Príncipe Heredero y a Hye Kyu.
Aunque le había prometido a su madre olvidar todo y no guardar rencor, en este momento no podía cumplir tal promesa. Yeon Hwa se las pagaría y con creces. Hye Kyu iba a afrontar las consecuencias de involucrarse en la historia. Definitivamente la Reina Daemok no existiría en Goryeo.
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Yeon Hwa estaba hecha una furia. Nadie le iba a quitar la oportunidad de ser Reina. Todo estaba saliendo mal, pero aun así seguiría presionando al Clan Hwangbo para que exigieran otra Reina.
Salió dispuesta a buscar a Wook. El tendría que ayudarlo, ya que ambos eran deudores y el también estaba obligado a pagar esa deuda con ella.
Al llegar a Hwangju, Wook la recibió emocionado, después de todo; ella seguía siendo su pequeña hermana. Sin embargo, era demasiado extraña su visita. Yeon Hwa no había ido a ver a Wook en todo este tiempo, ni siquiera cuando nacieron sus hijos.
––Veo que ya te acostumbraste a esta vida tan ordinaria ––dijo Yeon Hwa sentándose.
––Me he acostumbrado ha estar como un hombre normal, y mi familia es lo mejor que me ha pasado ––le recalcó Wook.
––Oraboni, no puedo creer lo bajo que has caído. Tu lo tenias todo, pudiste ser Rey. Pero en lugar de eso, te dejaste convencer por Hae Soo y nos abandonaste.
––Tu sabes que eso no es verdad. Yo jamás las abandone, ustedes no me apoyaron en mi decisión. Y sobre ser Rey, ese lugar jamás iba a ser mío...
––Lo vez, esas ideas no son tuyas, sino de Hae Soo.
––Yeon Hwa-yah...
––¿Sabias que So es Rey? El te quitó lo que te corresponde por derecho.
––No es cierto, So es Rey porque el difunto Rey así lo decreto. El sera un buen gobernante.
––No lo entiendes... nos han arrebatado todo. Ahora corremos el riesgo de volver a como estábamos antes ––Yeon Hwa se acercó a su hermano–– Tengo mucho miedo, Oraboni.
––Yeon Hwa-yah, ¿a que has venido? ––preguntó Wook.
––A pedir tu ayuda. Vuelve al palacio y ayúdame a presionar al nuevo Rey para exigir por una Reina.
––¿Qué? So ya esta casado y tiene una Reina.
––Hye Kyu es una inútil. Ella no ayudará a So. Yo estoy dispuesta a ser esa Reina que Goryeo necesita ––Wook suspiro pesadamente.
