ɱσσɳ ℓσѵεɾร: รcαɾℓεƭ ɦεαɾƭ ɾყεσ (Adaptación) 1° Temporada

Capítulo 43

-Residencia del 10° Príncipe Wang Eun-

Narrador:

Hye Kyu término de vestirse y fue en busca de alguna espada o lo que fuera que le ayudará a defenderse.

––¿Princesa...? ––una adormilada Soon Deok estaba parada en el marco de la puerta.

––Soon Deok-ah, que bueno que te despertaste. A prisa, levanta a Eun y ponte tu armadura.

––Pero, ¿que sucede? No entiendo porque...

––No hay tiempo. Haz lo que te digo. ¡Ahora! ––Hye Kyu se estaba impacientando con la situación de saber el futuro y no poder explicarlo abiertamente.

Soon Deok se asustó más al ver como la princesa la apremiaba para que fuera a buscar a Eun. Todo habia sido raro desde el principio, el cómo Hye Kyu llegó sin previo aviso, el temor que tenia por el próximo Rey; y ahora el querer escapar de ahí.

Eun se levantó protestando que aún era de noche y quería seguir durmiendo. Hye Kyu tomó algunas provisiones y los empujó literalmente hacia la parte de atrás de su residencia.

––¡Yah! Noonim actúas muy extraño. Yo quiero volver a dormir ––Eun se giro con la intención de irse a su habitación, pero Hye Kyu lo jalo de el brazo.

––Por favor Eun, tenemos que irnos ––Hye Kyu deseaba salvar a alguien, no iba a perder a otra persona mas. Se lamentaba constantemente por la muerte de la Concubina Oh, y no quería sentirse miserable e inútil por no hacer nada.

––¿Que es eso que se escucha? ––Soon Deok hizo un ademán para señalar de donde provenía el ruido–– Parecen... ¿caballos?

Efectivamente, el sonido de varios caballos acercándose se oía a lo lejos. Siendo de noche, eran mucho más perceptibles los sonidos. El corazón de Hye Kyu se aceleró pensando en que probablemente vendrían por Eun y su esposa.

––¡Debemos irnos! ––gritó tomando a Soon Deok de la mano; a su vez ella jalaba a Eun. Corrían en dirección al bosque. No habían corrido muy lejos cuando...

––Mi abuelo... ––Eun se distrajo viendo que sacaban a rastras al anciano–– ¡Que le hacen a...! ––Eun no termino la frase, Soon Deok lo callo cubriendo su boca.

Hye Kyu se paralizó al ver al Tercer Príncipe, estaba vivo. Sin duda el sería el Tercer Rey de Goryeo. El miedo invadió su cuerpo. Solo sentía como era jalada por Soon Deok.

––Hemos atrapado a Wang Gyu, pero el Décimo Príncipe no está aquí ––decía un soldado.

––Debemos atraparlo ––respondió el Tercer Príncipe Yo–– Vayan y encuéntrenlo ¡Ahora!.

––¡Si, Alteza!

Así es como el Tercer Príncipe empezó una "limpieza" matando a supuestos traidores. El quería estar seguro que nadie más ocuparía el trono. No dudaba ni un segundo en acabar con sus propios hermanos. Incluso, sopesaba la idea de matar al Octavo Príncipe, pero tenía que encontrar la forma apropiada.

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El Tercer Príncipe, ahora el Tercer Monarca Jeongjong, se sentaba en el trono. Había acabado con los súbditos de su padre y no descansaria hasta dar con el Décimo Príncipe.

––Para hacer que la rebelión de Wang Gyu parezca auténtica, debes capturar a Eun y su esposa y matarlos ––le pidió al Noveno Príncipe.

––No te preocupes, tienes un perro con gran talento para atrapar a miembros de la familia real ––respondió Won con cierta confianza de que So haría el trabajo sucio.

––Dudo que So quiera hacerlo.

––Presionalo un poco y veras que hasta los otros príncipes terminan muertos ––el Rey medito en ello y se le ocurrió utilizar a la Princesa Hye Kyu para chantajear a So, y de paso, divertirse un rato con ella.

Por la mañana, iniciaron las ejecuciones a los supuestos rebeldes. Estaban presentes el Rey y la Reina Madre Yoo. Esa mujer estaba satisfecha por lo que su hijo favorito lograba. Por fin, Goryeo era de ellos.

––¡Dejen vivir a mi Eun, por favor! ––suplicaba el pobre anciano–– ¡El es inocente! ––suplico incluso en sus últimos momentos.

––Sabia que este día llegaría ––expreso con orgullo la Reina Yoo–– Tu has sido un hijo perfecto desde tu nacimiento. Estaba segura que me traería una gran gloria, Su Majestad.

––Felicidades por convertirse en la Reina Madre ––dijo el Rey.

––Encárgate de los otros príncipes lo más pronto posible. Así tendremos estabilidad en el palacio, además...

––Yo me haré cargo de la política, no se preocupe por nada Reina Madre, Goryeo ya es nuestro. Solo debe vivir disfrutando de las cosas finas y bellas que ofrece la vida ––la Reina Yoo no estaba feliz con lo que le decía su hijo predilecto.

––Pero Majestad...

––Acércate ––la Reina no termino de hablar, en esos momentos llegaba So.

––¡Muestra tus modales frente al Rey! ––la Reina al ver que So no se inclinaba, lo reprendió.

––No sea tan insensible, Madre ––dijo el Rey–– Estoy vivo gracias a él. Cuando me apuñaló, vi duda en el, tu consideración se interpuso en el último momento.

––Si sientes algún tipo de arrepentimiento, puedo enviarte muy lejos, ahora ––So se acercaba peligrosamente al Rey.

––¡Ja! No te llame para eso. Hay un asunto importante, Wang Gyu estaba tratando de poner al Décimo Príncipe Eun, en el trono. El Príncipe ha huido. Ve por él. Si lo encuentras, debes matarlo en el acto.

––¿El difunto Rey no fue suficiente para ti? No voy a hacer eso.

––¿No lo harás? ––preguntó él Rey con cierta sorna–– Tu tienes que hacerlo. De esa forma, Baek Ah y Choi Ji Mong e incluso tu amada esposa Hye Kyu, todos aquellos que consideras tu gente; estarán a salvo.

So lo miraba con desprecio, nadie podía tocar lo más preciado en su vida.

––De todos modos, ya eres como un perro que va detrás de sus hermanos. Solo cumple con lo que te ordenó ––So se retiró sin hacer una reverencia, debía salvar a Eun, era el ser más inocente de él palacio. Pero no iba a dejar que mataran a su esposa.

La Reina Yoo no quería cerca de su hijo a So. Pero al Rey le gustaba jugar con fuego. No temía a su hermano menor, porque conocía su única debilidad: Hye Kyu.

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––¡Les digo que la Princesa esta muy enferma! ––Ha Neul ya no sabia que más hacer para detener a los guardias de él palacio.

Hace casi dos que la Princesa Hye Kyu se habia ido, y el Cuarto Principe no había ido a su hogar. Ha Neul estaba nerviosa y tenía miedo. Pero recordó las palabras de la Princesa, que debía ser valiente y no dejar entrar a nadie.

––¿Niegas la entrada al mismo Rey? ––no se dio cuenta en qué momento entró el Noveno Príncipe y detrás de él venía el Tercer Príncipe.

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