Especial [2]

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Dos meses habían pasado desde que Nino y Alya empezaron a salir. Dos meses llenos de salidas y paseos juntos y que habían servido para mejorar notablemente su relación como pareja. Habían vuelto a ejercer como héroes de manera puntual y estaban encantados con ello. Ahora mismo se encontraban sobre Notre Dame reposando tras frustrar un robo en uno de los bancos más importantes de Francia.

—Me gusta la vista desde aquí –opinó Alya apoyada parcialmente sobre Nino, con el brazo de este sobre sus hombros.

—Realmente es increíble –le dio la razón su novio– pero creo que deberíamos ir yendo hacia la casa de Marinette, se nos va a hacer tarde.

Aquella noche habían decidido quedar los cinco héroes en casa de la peliazul para disfrutar de una agradable noche de películas todos juntos, acompañados de los deliciosos dulces de la panadería.

Tras un breve beso en los labios se levantaron y usaron sus poderes para bajar de la catedral hasta una calle cercana a la de su amiga donde poder destransformarse. Marinette y Adrien fueron los que les recibieron en la puerta, ambos con deslumbrantes sonrisas.

—¡Al fin llegáis! –exclamó el rubio saludándolos a ambos con un abrazo.

—Subid al salón mientras nosotros preparamos la comida –añadió Marinette, saludándoles igual que su novio.

Alya y Nino compartieron una mirada extrañada, rara vez sus amigos eran tan afectuosos con ellos.

Tienen que estar tramando algo.

Ambos chicos se dirigieron hacia el salón, alerta a lo que sus amigos pudieran estar tramando. Al llegar a la sala vieron a Chloe, la cual sonreía también de manera sospechosa.

  —Vale chicos, ¿qué estáis tramando?  –preguntó Alya, sin poder contenerse más. Si algo conocía ella era la expresión de saber algo que los demás no sabían, como periodista que era (o casi) se sentía muy familiarizada con esa expresión, y era la que tenían sus tres amigos ahora mismo.

  —¿Nosotros?–le respondió Marinette, tratando de fingir que no sabía nada, cuando estaba más que claro que se estaba conteniendo para no sonreír.

  —Venga, decidnos ya lo que sea que escondáis–exigió Nino mirando fijamente a Adrien, quien no podía dejar de sonreír de forma maléfica. 

  —Está bien, tranquilos–Adrien alzó sus brazos en señal de rendición y se dirigió hacia la televisión, encendiéndola y dejando ver la miniatura de un vídeo en la pantalla.

Nino y Alya se miraron extrañados, sin saber muy bien que habían hecho sus amigos, pero tomando asiento en el sofá junto a ellos. Adrien le dio al play y el vídeo comenzó a reproducirse.

Una música suave y romántica comenzó a sonar, mostrando un fondo negro con unas letras en blanco que decían ''Ya os lo advertimos''.

   —Pero qué...–Alya fue interrumpida por Chloe antes de poder acabar la pregunta.

El fondo negro y las letras desaparecieron, mostrando una imagen que hizo gritar a ambos morenos.

 —¿¡De dónde habéis sacado esa foto!? –Nino se había levantado de golpe, terriblemente avergonzado al ver una foto del primer beso que se dieron Alya y él en el baile en el que habían tenido que vigilar al príncipe Alí.

 —Hay algo llamado cámaras de seguridad amigo mío–Adrien le guiñó un ojo descaradamente y lo obligó a volver a sentarse para poder seguir viendo el vídeo.

Tras aquella foto empezaron a aparecer muchas más, con vídeos incluidos. Las fotos pasaban al ritmo de la música, mostrando distintos momentos íntimos de la pareja. Iban siguiendo el orden según habían ocurrido, empezando por cuando Nino había apartado a Alya de aquel coche, seguido de otros vídeos de ambos corriendo tras los superhéroes. La música cambió a un matiz más tenso, pues empezaron a verse imágenes de él saltando entre Alya y aquel villano que lo dejó inconsciente, intercalándolas con imágenes de Alya gritándole que despertase, de ella mirándolo prepocupada. La música volvió a cambiar, esta vez a un tono más apasionado, mostrando imágenes de ambos juntos, de él guiñándole un ojo a ella, de Alya mirándolo fijamente cuando había caído sobre él, de aquel acercamiento en casa de la chica que fue interrumpido por sus padres, del beso que le dio él en la mejilla esa noche, hasta del abrazo que habían compartido cuando él había despertado tras salvar a Alya de aquel akuma que casi lo mata.

Compañeros de investigación-AlynoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora