Aaron
Amé al Profesor Robinson a partir desde el momento dónde me puso con Nathalie. Ahora si, tendré la posibilidad de invitarla a salir en uno de nuestros encuentros. Supongo que, sería mejor hacerlo así. Fuí cobarde ayer por no invitarla a salir.
Cuándo la volví a llamar, en sus ojos veía ilusión o quizás mi mente me estaba jugando una mala pasada. Me entró el miedo a que rechazara mi invitación, así que solo me despedí de ella.
Ahora, sus preciosos ojos reflejaban desilusión.
Mi teléfono vibró iluminando mi rostro, avisando que tenía un mensaje. Abrí el chat con confusión.
Jacorracho creó el grupo de “Hombres de negro”
“ Jacorracho te añadió”
—¿Se puede saber que es esto?... ¿una de tus ideas locas, amigo?
Jacorracho.
Ponte tu mejor traje de espía. Hoy te convertirás en uno.—Iluminame, por favor. No te entiendo.
Jacorracho.
Nath va a salir con un chico.¿Tiene una cita?
Soy un idiota. La hubiera invitado a salir ayer que estábamos en la puerta de su casa. Ahora, un chico se adelantó. Genial. Lo peor de todo es que siento algo en mi estómago y corazón, no es nada bueno.
Jacorracho
¿Éstas ahí, Aaron?—Aquí estoy.
Jacorracho
¿Porque no respondías?Porque estoy malditamente celoso.
—Fuí a cerrar la ventana porque entraba mucho frío.
Mentiroso.
Jacorracho
Hace calor, pero fingiré que sí te creí.—¿A que quieres llegar, Jackson? ¿Quieres que vigilemos a Nath?
Jacorracho
Si, duh. Quiero ver si ese chico no se aprovecha de ella. Porque si lo hace, un puñetazo en la cara.—Ella se enojará mucho con nosotros si se entera que estuvimos vigilandola, Jack.
Jacorracho.
¿Me acompañarás o no?—Eso no se pregunta.
Aaron se desconectó
Va a ser difícil ver cómo ambos están juntos. Pero, me lo merezco por no haber aprovechado la oportunidad que tenía.
Stacy
Siempre arruina mis planes y mi vida. Si tuviera que pedir un deseo, desearía que Nathalie Miller no sea mi hermana.
La detesto, es la preferida de Jackson y padres, mientras que a mí me dejan de lado y están en su mundo.La canción de Rihanna Work Work me saca de mis pensamientos. Con pesadez, arrastro mis pies hasta alcanzar el teléfono. Acepto el llamado sin prestar atención de quién era. No tengo ganas de hablar, así que de mala gana contesto:
—¿Que rayos quieres?
—¿Quién te crees que eres para contestar mi llamada de ese modo, Stacy Miller? —respondió una Inna enojada desde la otra línea.
Todo el aire se fué de mis pulmones. Mordí mi labio inferior con nervios, tanto que sentí el sabor metálico.
—Inna, no sabía que era tú... lo lamento —me disculpé arrepentida.
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Nath, la chica gorda.
RomanceLa mayoría tiene la mentalidad de que hay que tener un cuerpo bonito para enamorar a una persona, cuándo la verdad no es así. Un cuerpo bonito, desaparece, mientras que lo de adentro, se conserva y jamás cambia. Es lo que nos hace únicos y especial...