❛ Revenge ❜ | j.g [Terminada]

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Para más emoción, lean el capítulo escuchando "Sweet Creature" de Harry Styles.

Diana; Narrado.

—Jack?— dije al entrar a su gran departamento pero todo estaba apagado. Cuando prendí las luces lo vi sentado en el sofá.

—¿Qué...?— vi varios platos elegantes con cerezas por la casa y las luces estaban cubiertas con un forro rojo así que todo se veía de ese tono ya que quedaba una especie de efecto.— ¿Qué sucede?

No conseguí respuesta, pero escuché como tocaba la guitarra, en una melodía dulce y fina. Estaba dándome la espalda ya que el sofá daba al otro lado así que me acerqué a él y me senté al lado suyo.

—Ja...— me hizo una mueca de silencio y accedí confundida.

—Sweet creature, had another talk about where it's going wrong...— tarareó y comenzó a entonar.— but... we're still young, we don't know where we're going, but we know where we belong...— me miró a los ojos y siguió tocando la guitarra.— and oh we started, two hearts in one home...— me sonrió. —it's hard when we argue, we're both stubborn... i know, but...sweet creature, sweet creature...— su voz sonaba preciosa, era tan suave, pero prosiguió cantando cada vez más despacio.— wherever I go, you bring me home, sweet creature, sweet creature...
when I run out of road, you bring me home.

Creo que me iban a salir lágrimas de lo lindo que había cantado pero seguía sin entender un coño.

—¿Jack?— dije confundida y él dejó la guitarra a un lado.

—Diana. cállate y déjame hablar.— reí y casi le pego pero dejé que hablara. —Diana, te conozco hace unos meses, pero han sido los mejores de toda mi vida. realmente no sé que haces pero eres especial para mi, demasiado. Me hace feliz verte sonreír. Me pone triste tus lágrimas. Y realmente no entiendo que hice para merecerte...¿Sabes que soy un idiota, verdad? He hecho desastres que realmente son una porquería, pero tú no eres un desastre. Eres un pedazo de mi vida y quiero que lo seas completamente.— se arrodilló y entendí todo.

Mierda. Mierda. Mierda.

—Diana, ¿te casarías conmigo?— el reluciente anillo que estaba posado en una cajita de color rojo carmesí hizo que casi me desmayara. Jack sostenía la caja y tenía una sonrisa nerviosa del porte de un buque.

—Yo...

¿Se dice si, acepto? ¿O acepto? ¿O claro porqué no?

—S-si.— dije casi sin voz y me colocó el anillo en mi dedo anular y sonreí intentando no llorar.