Capítulo 005

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Espero que disfruten este capítulo.

¡Feliz día del amor y la amistad! (Súper tarde, lo sé c':).


"Esta tortura..."

Salimos antes que el sol, iríamos en taxi, mi hermana iba apurada pues se había dormido y no quería levantarse, hasta me propuso irnos en el siguiente vuelo para seguir durmiendo. Era tentadora la oferta, pero el otro vuelo saldría en 15 horas y no gracias.

Llegando al aeropuerto, pasamos por revisión y nos encaminamos a abordar, nuestros asientos habían quedado separados y eso me mataba. Yo quedé a la ventana junto a una señora con cara de "No me hablen" y mi hermana junto a un señor con cara de "A mí tampoco". Lo que pasó me causó gracia.

– Hola, disculpe. – Tocó a la señora en el hombro. – ¿Será posible que usted intercambie asientos conmigo? – No me aguantaba la risa, pero tenía que callarme. Un sonido medio raro se me escapo robándole la cara de seria a Charlotte.

– ¿Por qué debería? –

– Es que a mi hermana menor le da miedo volar en aviones, - mentira. Vil mentira. – entonces para acompañarla. –

– Creo que su hermana está bien. – Me miro como diciendo: "Finge un ataque".

De la nada empecé a respirar agitadamente, sosteniéndome el pecho y fingía poner los ojos en blanco, un ataque de ansiedad perfecto. Denme el premio a mejor actuación de la década.

– Ves, le está dando un ataque de ansiedad, solo podrá estar bien conmigo. Y mire, - Señaló su asiento. – le tocaría el lado de la ventana. – era todo lo que podía ofrecer, mientras mi ataque se volvía una risa minuciosa.

– Esta bien. – Se levantó la mujer.

– Gracias, Dios se lo pague. – Eso ultimo llevaba su toque de sarcasmo. Esta chica no cambia. – Hola. – Me dijo acomodándose en el asiento. - ¿Cómo va ese ataque de ansiedad? –

– Bien, gracias. – Le seguí el juego. Sonreía espléndidamente mientras en mi cabeza su beso en mi cuello de la noche anterior no me dejaba respirar tranquila.

Gran parte del viaje dormí, me desperté cuando sentí un movimiento algo fuerte del avión, todo estaba oscuro con apenas unas luces que acompañaban el lugar, me recosté una vez más en el asiento e intenté dormir nuevamente.

Me estaba quedando dormida cuando una mano empezó a acariciar mi mejilla, sentí a la chica a mi lado acomodarse para estar más cerca de mí. Su mano se mantuvo rosando mi mejilla por un buen rato, hasta que bajó por mi cuello. Disfrutaba de aquello, no miento, pero lo que paso después me dejó desconcertada y hasta con una pizca de curiosidad.

Su mano dejó mi cuello y bajó hasta mi pierna, la cual llevaba descubierta ya que decidí usar un short de mezclilla para mayor comodidad. Empezó a subir desde mi rodilla, su tacto era suave, caliente, apenas perceptible.

Siguió su toque hasta llegar a límite del short.

Un suspiro se me escapo, haciendo que ella alejara rápidamente su mano y se acomodara en el asiento.

Eso fue... excitante.

Llegamos por fin, mi hermana alquiló un auto y se dispuso a manejar hasta nuestra cabaña. De vez en cuanto ponía artistas no pertenecientes al mundo del rock, como en este caso que en los parlantes sonaba: Fifth Harmony. Era tan contradictorio, es que estaban en polos opuestos. Pero ella era así.

INOCENTE TENTACIÓN: La condena de lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora