JUDAH
La sola idea de pensar en ella en los brazos de aquel idiota provoca que mi cuerpo se llene de una ira inexplicable, los celos cegando cada razón que existe en mí, no dejándome pensar con claridad.
Mi pequeña leona se ha quedado dormida hace un rato después de haber estado jugando toda la tarde, cayendo rendida en su habitación una vez que la eché en su cama. A pesar de mis constantes intentos de sacarle la más mínima información, mi hija es mucho más inteligente, no soltando ni una palabra.
Mi mirada se clava en el reloj de la sala, notando que son más de las ocho de la noche. Cruzo mis brazos sobre mi pecho, sintiendo como sube y baja gracias a la ira que recorre mis venas, atormentándome con todas sus fuerzas.
Debe de estar haciéndole suya, eso es lo único que puedo pensar en este instante. Debe de estar amándola, ambos uniendo sus cuerpos de la misma manera en que ella y yo lo hacemos, haciendo el amor.
El solo pensar en aquella acción carnal provoca que una chispa de deseo se encienda en mi interior. Mi labio inferior es atrapado por mis dientes al recordar lo bello que es su cuerpo completamente desnudo.
Siempre me ha fascinado su cuerpo, pienso que es uno de los más hermosos que he visto en toda mi vida. Es el único cuerpo desnudo que de verdad provoca que me excite en toda plenitud, en cuestión de segundos teniéndome de rodillas por una gota de aquella belleza.
Su anatomía es un laberinto sin fin, nunca sabiendo qué esperar. Khalessi se vuelva una nueva mujer cuando se encuentra entre cuatro paredes, sacando esa desesperada y rebelde versión de ella que arde de pasión, no parando hasta conseguir lo que quiere.
Es toda una gatita tímida al comienzo, explora y tantea tratando de averiguar el ritmo al que quiere ir, y una vez que lo consigue, se desata la locura. Aquella gatita se convierte en toda una leona en celo; muerde, clava, araña y ataca bajando todas tus defensas, enredándote en uno de sus más poderosos hechizos.
Mi mente hace su trayecto en lo más profundo de mis recuerdos hasta llegar a la primera vez que intimamos. La vivida imagen aparece en mi cabeza como mi propia película especial, haciéndome revivir miles de emociones, disparando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.
Era solamente un adolescente enamorado, el cual perdió el control absoluto cuando el primer gemido salió de sus labios, volviéndome inestable. Su boca produce los más dulces sonidos que he podido escuchar en toda mi vida. Me fascina cada pequeña cosa que tenga que ver con sus labios.
Río por lo bajo al recordar las palabras de Hache al comentarle del embarazo altamente hormonal de la madre de mi hija, él comentándome que Natalie se encontraba un poco incómoda ante la idea de tener relaciones íntimas estando embarazada. Khalessi fue todo lo opuesto a ello, no habiendo ni un solo segundo en el que no estuviese abalanzándose sobre mí, suplicándome que apagase el incendio que se formaba en su interior tan solo con verme.
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Estando a tu lado ©
RomanceTrilogía Prohibido #2 Promesas son promesas, juramentos los cuales a pesar de no ser escritos en un solido papel, quedan en la mente de las personas como pequeñas espinas las cuales anhelan quedarse en lo muy dentro de ti, convirtiéndose en lo mejor...