"Padre, tras haberlo pensado durante largo tiempo he tomado una decisión sobre mi futuro, sobre mi vida." frente a mi mi hija estaba con la cabeza gacha, como si hubiera hecho algo malo.
"Alexandra, sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras y que voy a apoyar tus decisiones sean las que sean."
El tiempo que habíamos estado viajando maatando monstruos y ayudando gente había sido de un par de semanas cuando Ale tomó la decisión que cambiaría nuestros futuros conflictos.
"He presenciado actos de crueldad y odio demasiado tiempo, principalmente por parte humanos contra las demás razas. Mis primeras memorias son de violencia, padre. No quiero ser la clase de persona que no hace nada al respecto teniendo el poder para hacer una diferencia, por más mínima que sea"
Esto último lo dijo mirandome firmemente a los ojos, sus primeras memorias son de cuando la encontré en el bosque, en su otra forma, en otras palabras, sus primeras memorias de violencia fueron causadas por mí. Me dolió recibir su mirada, aunque también orgullo, me gustaría haber podido darle una vida sin violencia, pero este mundo es violento, la mejor forma de lograr que sobreviviera era entrenarla, esto no quiere decir que mi decisión de entrenarla haya sido la mejor.
"Padre, he evitado hacerte esta pregunta en el pasado... ¿qué soy? No soy humana, fay o kemono, si tuviera que compararme con algo entones soy más similar a un monstruo que a cualquier otra raza."
"Parece ser que lo has olvidado, pero ya me habías hecho esa pregunta en el pasado." cerré los ojos pensando en cómo responderle.
"Como ya sabes te encontré cuando eras pequeña en un bosque al norte de la vieja capital del imperio, ese bosque es un lugar extraño, considerado sagrado por los kemonos, pase un tiempo ahí, en mi estadía ahí no ví a ningún otro ser similar a ti."
Alexandra no reaccionó mal, parecía ser que se esperaba una respuesta similar.
"Durante mi viaje estuve buscando información sobre mi origen, no pude encontrar mucho, excepto que hay una sola raza en este mundo que puede tomar forma humana. Esta información no es conocida por muchos y es increíblemente valiosa."
"Eres libre de decirme lo que averiguaste si quieres, no te voy a recriminar el que no me des la información."
"Sabía que dirías algo así" me contestó Alexandra, su lenguaje corporal ahora mucho más relajado que antes, tal vez en el fondo pensaba que existía la posibilidad que le dijera que me de la información sí o sí, el tiempo que ha pasado viajando la ha cambiado, ahora es un poco más desconfiada, pero eso también significa que ha madurado.
"La única otra raza con la habilidad que tengo son los dragones."
Esta información me dejó sorprendido, es sabido que algunos dragones tienen intelecto de nivel humano o incluso superior, pero no tenía idea de que también pudieran tomar forma humana.
"Pero no soy un dragón, soy más que nada similar a un lobo que a uno. No se por qué, pero quiero averiguar mi origen y ayudar a la gente de este mundo al mismo tiempo. Recuerdo que me enseñaste que quien intenta perseguir dos objetivos al mismo tiempo termina fallando en ambos, pero es algo que quiero hacer igualmente. Papá, por favor, acompañame en mi viaje a aprender quién soy."
Me quedé sorprendido por la energía con la que Alexandra dijo todo esto. No tenía idea de que descubrir su origen fuera tan importante para ella. Debo reconocer que no soy una persona muy inteligente, pero aún así debí haberme dado cuenta de esto. Fui un tonto.
"Por supuesto que te voy a acompañar. No lo dudes ni por un segundo. Además estamos huyendo de Carmina y Lumina, juntos somos más fuertes que separados"
Los siguientes meses fueron duros y nos llevaron por diversos lugares, peleamos y nos hicimos amigos de dragones de tierra en las Montañas de Atlas, exploramos ruinas en el Desierto de la Desesperación, encontramos el templo de los Antiguos en la cima del Monte del Demonio, cruzamos los Campos Desolados, donde habían monstruos de formas grotescas y demonios se ocultaban en ciudades subterraneas, llegamos a Etheria, una nación mucho más avanzada que cualquier otra que hubieramos visto en el pasado y visitamos brevemente el Imperio Cain, donde la minoría eran humanos y los kemonos eran la raza dominante. Pero no encontramos respuesta al origen de Alexandra.
El bosque sagrado había sido el primer lugar que visitamos, pero no había nada indicara su origen.
La guerra duro tres años, en ese tiempo salvamos un número incontable de personas. Fue unas semanas tras firmarse la paz entre Carmina y Lumina que nos encontramos con un dragon anciano que nos dio la primera pista importante sobre Alexandra.
"Es un caso extremadamente raro, pero hay archivos que relatan sobre los híbridos entre dragones y otras especies. Estos mestizos tienen carácteristicas tanto del padre como de la madre. Es leve, casi imposible de distinguir, pero tú posees sangre de dragón, jóven Alexandra."
Ese día festejamos junto con el dragón hasta caer desmayados del cansancio. Teníamos parte del origen de Alexandra, que uno de sus padres haya sido un dragón explicaba su transformación y el por qué tenía alas. Solo nos quedaba la otra mitad del misterio.
"Si fui encontrada en el Bosque Sagrado entonces lo más probable es que mi madre haya vivido ahí."
"Sí, es posible, si mal no recuerdo en ese bosque habitan bestias espirituales, no se mucho de ellas, pero si tu madre es una debe ser extremadamente fuerte y escondida por alguna razón."
No quería decir que lo más posible fuera que estuviera muerta.
Podía sentir que nuestro viaje estaba por acabarse, que por fin podríamos descansar, había estado pensando volver al campo y volverme un campesino.
Pero el destino no lo permitiría.
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Infinite Realities: Online
Science FictionUn nuevo juego ha sido lanzado por la Corporación Lockheart, un juego que le permite a cada jugador elegir su propio mundo, un mundo dónde puedes ser totalmente libre. ¿Quién creo IRO? ¿Cuál es su propósito? Esta historia ocurre paralelamente a Reen...