Cap. 17. Muertes inocentes.

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Aveline p.o.v

Peter y yo observamos como un minotauro corre a toda velocidad hacia la puerta para sujetarla y así, frenar su caída, pero no por mucho tiempo.

-¡Replegaos!- grita Peter, después me agarra del brazo y baja las escaleras corriendo, llevándome con él.

-¡No!- grito- ¡Déjame aquí, conseguiré salir, quiero matarle!- Peter me ignora y solo sigue bajando las escaleras. Solo me suelta por un momento para matar a un telmarino, al que atraviesa con su espada.

-¡Hay que retirarse! ¡Enseguida! ¡marchaos, corred!- grita de nuevo Peter mientras mata a otro telmarino- ¡Rápido! ¡Sacadlas de aquí!- Peter le dice a un centauro, refiriéndose a Susan y a mí.

-¡No! Me quedaré a tu lado hasta que te marches, no pienso dejarte solo- digo mientras el centauro se lleva a Susan y hay otro ya listo para mí.

-No pienso dejar que corras ese riesgo- dice Peter parando una estocada enemiga. Suspiro y extiendo mi brazo hacia el telmarino.

-πάγο- susurro y de mi mano sale una ráfaga helada que congela las piernas del telmarino, Peter aprovecha la confusión para rebanarle el cuello al telmarino y después dirigir su mirada hacia mí- mientras aun pueda luchar, lo haré.

Peter suspira y después asiente convencido, sonrío y le lanzo una bola de fuego a un enemigo.

-¿Y Caspian?- pregunto mientras mato a otro telmarino, que me hace un pequeño corte en la pierna.

-Lo encontraré- dice Peter antes de echar a correr- ¡Vamos, marchaos! ¡Salid de aquí!

-Espera Peter- grito corriendo tras él, no quiero que vaya solo, dos son más fuertes que uno.

El mayor de los Pevensie y yo nos paramos para luchar contra dos telmarinos. Me agacho a tiempo para que Peter pueda asestarle un golpe mortal y aprovecho para atravesarle el abdomen con mi espada al telmarino que estaba atacando a Peter.

De repente una puerta de madera se abre y Caspian sale a lomos de un robusto caballo, mientras que sujeta a otro, supongo que nuestro medio de escape. Peter me asiente, Caspian suelta las bridas con las que sujetaba a uno de los caballos y Peter se sube rápidamente a él, corro en su dirección, me agarra del brazo y de un salto consigo subirme al caballo, mientras me agarro de la cintura de Peter para no caerme.

-¡Ahora!- oigo gritar a Miraz con una ballesta en la mano, aprieta el gatillo y el virote sale disparado, clavándose en la pata del minotauro que sujeta la pesada puerta de metal.

Los virotes vuelan y uno me roza la cara, haciéndome un pequeño corte en la mejilla. Caspian, Peter y yo conseguimos pasar la puerta, seguidos de algunos narnianos, echo un vistazo atrás y veo al minotauro desplomarse, dejando encerrados a un montón de narnianos, dejándoles a merced de la muerte.

-¡Para!- le grito a Peter apretando su cintura, Peter mira para atrás y rápidamente para su caballo.

-¡Salvaos vosotros! ¡Corred!- gritan los narnianos, una lágrima resbala por mi mejilla, seguida de otras tantas, mientras me aferro a Peter y apoyo la cabeza en su espalda. Todas esas vidas que no he podido salvar, que podía haber evitado su muerte, fue mi plan ir al castillo telmarino, nunca quise que pasara esto, nunca pedí despertar...

 Todas esas vidas que no he podido salvar, que podía haber evitado su muerte, fue mi plan ir al castillo telmarino, nunca quise que pasara esto, nunca pedí despertar

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-¡Peter, el puente!- grita Caspian y observo como el puente elevadizo del foso, se va subiendo poco a poco.

-Tenemos que salir de aquí...- le susurro a Peter mientras oigo los gritos de dolor de los narnianos.

Peter espolea el caballo, que echa a galopar y salta justo a tiempo de que el puente se cierre, dejando ya del todo, a los narnianos encerrados. Oigo un batir de alas y giro la cabeza para ver a Edmund volando a lomos de un grifo, de Eymer, el líder de los grifos.

En una media hora regresamos al fuerte y hacen sonar un cuerno para avisar de nuestra llegada. Me bajo del caballo y sin esperar a Peter, echo a andar mientras mis frías lágrimas caen a la hierba cubierta de una fina capa de rocío. No soporto las caras de dolor de los narnianos, me duele aún más a mí.

-¿Qué ha pasado?- pregunta Lucy frunciendo el ceño.

-Pregúntale a él- dice Peter con asco, mirando a Caspian de reojo.

-Peter- le regaña su hermana Susan.

-¿A mí?- dice Caspian frenándose en seco- tú no ordenaste retirada cuando aún había tiempo.

-No, no había tiempo, de haberte ceñido al plan, esa gente no habría muerto- dice Peter dándose media vuelta para entrar en el fuerte.

-¡Y si nos hubiéramos quedado aquí seguro que vivirían!- le contesta Caspian.

-¡Tú qué sabes!- grito con toda mi rabia- ¡Sólo eres un principito malcriado que solo sabe quejarse!

-Nos llamaste tú ¿Lo has olvidado?- dice Peter acercándose a Caspian.

-Mi primer error- dice Caspian frunciendo el ceño, haciendo que mis ganas de matarle aumenten con cada estúpida palabra que sale de su boca.

-El primero fue creer que podías guiarlos- dice Peter dándose la vuelta de nuevo pero Caspian, lo detiene otra vez.

-¡Eh!- dice Caspian- que yo sepa todavía no he abandonado Narnia ni a la mujer que amo.

-Qué sabrás tú de lo que pasó ese día- arremeto contra él- ¿acaso estabas? Ah, es cierto ¡No! Hablas sin tener ni idea, estúpido.

-Y tú simplemente eres una loca, con problemas mentales, que para la mayoría de narnianos eras una muchacha extremadamente dulce y compasiva, la reina que todos quisieran tener pero en realidad eres una bruja que habla en lenguas extrañas y que lo único que sabe es lanzar conjuros- dice Caspian, encendiendo la rabia por completo en mi interior.

Grito y desenvaino mi espada, pero Peter me agarra rápidamente del brazo, haciendo que mi ataque se pare en seco.

-¡Vosotros invadisteis Narnia!- dice Peter bajando mi brazo, quitándome la espada y lanzándola al suelo- ¡No te mereces gobernarlos más que Miraz! ¡Tú, él, tu padre, Narnia está mejor sin vosotros!

Caspian grita y desenvaina su espada, Peter imita su acción y yo me interpongo entre ellos dos, quedando el filo de Peter rozando mi espalda y el de Caspian mi cuello.

-¡Ya basta!- grita Edmund antes de que lo pueda hacer yo, giro la cabeza hacia él y veo a un centauro llevar en brazos a un malherido Trumpkin, miro con odio a Caspian y seguida de Lucy, me acerco corriendo al enano.

La llamada (Peter Pevensie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora