Ha pasado un año desde que los Pevensie volvieran a Inglaterra y Aslan sumiera en un enterno sueño a Aveline pero ¿Cuántos años han pasado en Narnia? ¿Quiénes son los telmarinos? El rencuentro del mayor de los Pevensie con Aveline les deparará otra...
-Narnia pertenece tanto a los narnianos como al hombre- comienza su discurso Caspian- el telmarino que quiera quedarse y vivir en paz, será bienvenido, pero aquel que lo desee, Aslan le devolverá a la tierra de sus antepasados.
-Hace generaciones que dejamos Telmar- dice un telmarino que está en primera fila.
-No nos referimos a Telmar - dice Aslan con su potente voz- vuestros antepasados eran bandidos, piratas que encallaron en una isla, allí encontraron una cueva, un curioso pasadizo que les transportó hasta aquí, el mismo mundo que el de nuestros reyes y reinas.
Miro a los Pevensie incrédula ¿Los telmarinos son originarios de la Tierra? ¿Cómo es esto posible? Si así fuera ¿Por qué no trajeron consigo los inventos que hoy en día existen en la Tierra y no en Narnia? Demasiadas preguntas y muy poco tiempo para contestarlas.
-Es a esa isla donde puedo enviaros- prosigue Aslan, dando un paso al frente, mientras su melena color azafrán se agita con los suaves vientos que mecen el pueblo y sus alrededores- un buen lugar para empezar una nueva vida- Los telmarinos se miran entre sí y una voz sobresale de entre los murmullos.
-Yo voy- dice el oficial de Miraz, el que no murió- acepto tu oferta.
-También nosotros- dice Prunaprismia con su bebé en brazos mientras se acerca a Caspian.
-Por haber sido el primero- le dice Aslan al oficial- tu futuro en ese mundo será feliz.
Aslan sopla a la cara a los tres telmarinos con su cálido aliento y segundos después, el bello árbol que se rige sobre nuestras cabezas, empieza a girar sobre sí mismo, separándose en dos mitades a medida que gira su tronco, convirtiéndolo en una especie de portal a la isla anteriormente mencionada.
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-Impresionante- susurro y después dirijo la mirada a Aslan, que me sonríe de una forma paternal.
Prunaprismia, su hijo, el oficial de Miraz y un hombre que acompaña a la viuda, suben las escaleras en silencio y con lentitud. Se acercan al portal, que a simple vista no se puede apreciar, salvo por Aslan y por mí, que tenemos capacidades mágicas. Los tres y el bebé cruzan y al instante desaparecen para los ojos de los demás, pero yo puedo seguir viéndolos, caminando en silencio, hasta desaparecer en el horizonte. La gente grita de asombro.
-¿Cómo sabemos que no queréis matarnos a todos?- dice un hombre señalando al portal.
-Señor, si mi ejemplo puede servir de ayuda- dice Reepicheep dando unos pasos al frente- cruzaré con once de mis ratones sin dudarlo.
-Nosotros vamos- dice repentinamente Peter haciendo que se me pare el corazón por un momento.
-¿Nos vamos?- pregunta Edmund, mirándome de reojo.
-Nos vamos, hemos acabado, después de todo, ya no nos necesitáis- dice Peter, agarrando el pomo de su espada, para después entregarle su espada al recién coronado rey, a Caspian.
-Cuidaré de ella hasta que vuelvas- dice Caspian aceptando la espada de Peter.
-Me temo que no va a poder ser- dice Susan y Caspian dirige su mirada hacia la castaña- no vamos a volver.
-¿Qué?- y siento como un mareo se apodera completamente de mi cuerpo, Peter me mira apenadamente y yo intento contener las lágrimas.
-Todo a su tiempo Aveline- dice Aslan con tono enigmático, pero no consigue calmar mis nervios.
-¿No?- dice Lucy mirando a sus hermanos y de vez en cuando a mí, como si ya supiera la respuesta.
-Vosotros dos sí- le dice Peter a Edmund y a Lucy- creo, que se refería a vosotros. (nota de la autora: Oh Peter, estás muy equivocado ;) parece que no has leído "la última batalla")
-¿Pero por qué?- dice Lucy mirando al Gran León- ¿Es que han hecho algo malo?
-Al contrario pequeña, pero todo tiene su momento- dice Aslan, mirándome de reojo, haciendo que por un momento fugaz, recuerde a mi madre- tus hermanos han aprendido lo que han podido de este mundo y ahora tienen que vivir en el suyo, con una sorpresita que otra, pero me la guardo para luego- miro confundida a Aslan por sus últimas palabras, después miro a Peter, este se encoge de hombros, parece que tampoco ha podido comprender a qué se refería Aslan con una sorpresita.
-No pasa nada- dice Peter acercándose a mí y dándome ambas manos, mientras el viento agita su bonito pelo rubio y sus ojos color mar brillan más que de costumbre por el sol- lo había imaginado de otra manera, pero es igual. Algún día lo entenderás Aveline.
-¿Te vuelves a marchar eh? Me vuelves a dejar aquí sola- digo convirtiendo las seis últimas palabras en un ligero murmullo.
-Siento que tenga que ser así, si fuera por voluntad propia, solo la muerte podría separarme de ti, mi amada- dice Peter juntando nuestras frentes mientras un par de lágrimas caen por mis ardientes mejillas.
-Siempre te recordaré, Pevensie- digo dándole un beso, haciendo que los telmarinos empiecen a murmurar y los narnianos a sonreír. Peter pone amabas manos en mis mejillas para poder disfrutar más del beso, manifestando nuestro eterno amor y pasión en él, mientras las lágrimas de ambos caen de nuestros ojos.
-No tiene por qué ser así- dice de repente Aslan, encendiendo un atisbo de esperanza en mi corazón.
-¿A qué te refieres?- digo separándome de Peter, para poder mirar bien al león.
-Aveline, querida, has vivido mucho en Narnia, lo suficiente para poder recordarlo el resto de tu vida, Peter ya se marchó de tu lado, encendiendo una gran pena en tu interior y no quiero que vuelva a pasar, por lo que, te doy la elección de volver a Londres junto a los Pevensie- dice Aslan y mis ojos se iluminan a la par que mi corazón se acelera bruscamente.
-¿Es en serio?- digo apretando los puños por los nervios.
-Totalmente- dice Aslan con otra de sus sonrisas paternales, grito de alegría y me abrazo a Peter, que me devuelve le gesto levantándome un poco del suelo con su abrazo.
-¿Eso quiere decir que Aveline va a volver con nosotros?- dice Lucy entusiasmada, con los ojos que se le salen de las órbitas.
-En efecto, pequeña Lucy- dice Aslan, Lucy grita de alegría y se une al abrazo, tras unos segundos, los dos Pevensie restantes imitan su acción, tras separarnos, Peter habla.
-Gracias Aslan por todo lo que has hecho por nosotros hasta ahora, siempre te estaré eternamente agradecido por haber roto el hilo que separaba mi mundo del de mi amada. Vamos- dice agarrando una mano de su hermana menor y otra mía.