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repetiré hasta el cansacio que las escenas las invento, no son parte del libro :( es mi mundo no perfecto de percy jackson(? 
nos estamos leyendo gente guapa!

- ¿Y el es? - preguntó mientras tomaba con fuerzas sus cuadernos. Ese chico tenía tenía en sus ojos algo extraño, todo en él decía "cretino". Pero, al mismo tiempo le habían inculcado el no juzgar a un libro por su portada. 

- Te presento a Perseus Jackson, hijo de Poseidón - sonrió Quirón, mientras lograba que el chico sonriera con orgullo. Ella le miró, le analizó ¿un hijo de los grandes? fue lo que cabeza le decía, y rapidamente se formaba el nombre de su mejor amiga. - ¿Puedes enseñarle el campamento? - le pregunto, siempre tan afable el centauro.

Pero algo le decía que no debía involucrarse con ese chico, que no era de fiar. 

- Lo siento Quirón, estoy algo ocupada ¿por qué no le dices a algún otro campista? - dijo, iba a seguir su camino cuando el centauro se paró frente a ella mirandole con  una ceja arqueada.

- Annabeth... - murmuró, la chica le mejor frunciendo el ceño. 

- ¡lo haré! - respondió molesta, se volteó al chico moreno y este le sonrió con timidez. Le hizo un gesto despreocupado con la mano y siguió caminando, escuchando el ruido de los pasos de su compañero.

- ¿de quién eres hija? - comenzó a hablar - cuando supe que era hijo de un Dios no pude creerlo, pero sé que mi madre no miente, así que debía ser cierto en algún grado... claro que nunca pensé que fueramos tantos - siguió hablando, hasta que la rubia frenó su paso y lo miró molesta. 

- ¿es qué no te callas? - escupió.

- Lo siento, sigo algo nervioso - murmuró, luego sonrió una vez más - debes ser hija de Ares, tú mal genio me lo dice todo - confirmó. 

- te equivocas, niño - murmuró. 

- Percy, dime Percy... detesto mi nombre - 

- Bien Percy... soy hija de Atenea - se aclaró la garganta - estaba terminando mi proyecto, y gracias a ti debo perder mi tiempo - 

- uh, lo siento Annab... - 

- Annabeth, Annabeth Chase - afirmó. De todos modos, no podía culpar a un pobre chico quien recién sabía su propia verdad.

¿Cierto?

-

-

- ¡PE-PERCY! - chilló, estaba aterrada y más aun porque tenía la filosa espada de él rozando su nariz. Sus rodillas temblaban y su respiración comenzó a acortarse, pero intentaba parecer firme, no podía dejarse caer. 

- ¡cállate! - le gritó, mientras daba más pasos hasta estar cerca de ella, movió a contracorriente hasta que esta tocó su hombro, era tan filosa que vio como las hebras caían ante ella.

- ¿no que eramos amigos? ¡eramos un equipo! - le gritó, seguía temblando y el dolor volvía a su corazón cuando fijaba su vista en Groover, cual yacía sin vida sobre el cesped, lleno de barro y sangre, ramas y astillas en su pelo.

- ¿amigos? - preguntó el chico, sus ojos oscurecidos la descomponían. Algo no calzaba con su mente, algo no calzaba en todo eso. - Mi padre me dijo que no confiara en semidioses debiles como tú - sonrió socarrón. 

- ... - no daba crédito a lo que escuchaba. No podía ser verdad, cuándo las cosas habían cambiado tanto ¡ella había confiado en él! 

- debía ganar el respeto de todos, debía tener los artefactos necesarios y el entrenamiento requerido, conocimientos de tú parte, lucha de parte de Clarisse - su sonrisa era lúgubre, helada los huesos. 

Te necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora