.

2K 137 17
                                    

Los segundos pasaban y no había movimiento en aquel bosque. Ni siquiera se escuchaba la respiración de alguien, la brisa había cesado y los árboles habían dejado de mecerse. 

Todos los ojos estaban puestos en el mismo lugar, en aquella enorme roca que tapaba todo lo que quisieran ver. Una roca que parecía marcar el fin de algo, desde el suelo los chicos miraban, sus cerebros aun no podían conectar lo que había pasado.

Es que en realidad... ¿qué había pasado? 

El silencio que se había formado era abrumador, parecía tragarse cualquier mini ruido que se provocaba. Pero, fue la persona que menos se esperó la que atinó a moverse primero.

Annabeth se levantó casi de un salto desde el suelo y corrió hasta la piedra que yacía ahí, como si siempre hubiera estado en ese lugar, como si todo lo demás hubiera crecido después conforme a ella. 

- ¡ayudenme! - gritó cuando notó que con sus manos no podría moverla.

Su respiración estaba agitada como si acaba de correr una maratón, sentía un dolor de estómago terrible y los ojos se le nublaban cada vez que pestañeaba. 

Fue Jason y Frank quienes corrieron a ayudarla, Leo seguía sentado en el suelo aun sin entender bien lo que había pasado hace un par de segundos, sus ojos seguían puestos en aquel punto, ni una palabra salía de su boca, ni una frase se podía formar en su cabeza. Piper comenzó a gritar mientras intentaba ayudar, no tenía la fuerza suficiente para mover aquello y lo sabía, mientras Hazel con la cabeza más fría buscaba alguna forma de hacer una palanca para sacar aquello. 

- ¡hay que sacarlo! - gritaba la hija de Atenea, se veía nerviosa y asustada, no paraba de moverse y empujar la piedra, aunque estaba no se moviera ni un centímetro. 

Hazel después de dar un par de vueltas, con ayuda de Leo, que al fin logró moverse después del shock inicial, encontraron un tronco el cual tenía una punta que según sus cálculos entraba bajo la roca. 

Corrieron para ponerla abajo, luego de empujar un poco lograron que entrara y estuviera fija para poder hacer una palanca y mover la piedra. Abajo de la mitad del tronco había otra piedra más pequeña, la cual le daría la forma de palanca al simple pedazo de madera. 

Leo saltó sobre la tabla pero nada sucedió, Hazel también lo intentó. Pero ambos eran muy menudos para poder hacer alguna fuerza suficiente. 

- Jason ¡Jason! - gritó Piper cuando notó lo que hacían sus amigos, el chico la miró y corrió dónde ella confundido - la tabla, hay que usarla de palanca, hay que hacer fuerza - le explicó lo más rápido que pudo. 

El chico de cabello rubio asintió, buscó algo con la mirada y luego corrió a otra roca enorme que había caído, se subió a esta (la cual de todos modos era más pequeña) y saltó de ella a la tabla, ante eso la roca se movió cayendo hacia un lado pero dejando ver al chico moreno quien estaba tirado en el suelo, al parecer la roca no le había logrado aplastar, pero si se golpeó contra el automóvil. 

Por otra parte, la tabla donde estaba Jason se rompió mandandole a él al suelo con toda la fuerza del suelo. 

Piper fue hasta donde el hijo de Júpiter, se hincó a un lado de él y le ayudó a sentarse mientras le sonreía por aquello.

Annabeth corrió a encontrarse con el chico de ojos verdes, este seguía inconsciente y ella casi se lanzó contra su cuerpo, las lágrimas corrían por sus ojos y sólo atinó a abrazarle. Cuando lo hizo notó que había sangre, con el golpe se había hecho una herida la cual sangraba y mucho, no podía saber la gravedad y eso la ponía aun más nerviosa.

A un lado Hazel abrazaba a Frank ante aquella visión, el chico acarició la cabeza de la morena mientras suspiraba.

Por alguna razón las cosas entre ellos nunca iban bien, siempre que lograban estarlo algo malo pasaba, quizás estaban destinados a eso. 

Leo a un lado sólo estaba parado, miraba a todos lados cuando apareció corriendo Dionisio desde entre los árboles, parecía preocupado. El moreno miró hacia dónde antes estaba la escalera de piedra, la cual yacía destrozada en el suelo y luego al Dios quién, estaba seguro nunca le había visto tanto correr. 

-  señor D - fue su saludo, el hombre miró a todos lados y luego vió su auto completamente destruído.

- joder, no pensé que pasaría esto - se paso la mano por la cara, mientras recuperaba la respiración.

- ¿esto? - preguntó curioso Leo, mientras le miraba con una ceja levantada.

- Atenea estaba muy molesta, Zeús le dijo que no tenía que intervenir... algo pasó mientras me iba del Olimpo, al parecer fue esto... - levantó los hombros - ¿están todos bien? - pero cuando preguntó eso, vio como el moreno negaba con la cabeza - ¿qué paso? - preguntó y comenzó a caminar, para poder acercarse.

Fue ahí cuando se encontró con la escena del hijo de Poseidón sangrando e inconsciente, la hija de Atenea llorando contra su cuerpo, Hazel con los ojos cerrados producto del dolor y Frank abrazandole diciendole "no sé qué" en la oreja, más atrás Jason sentado en el suelo con raspones y tierra en su ropa, Piper mirando haca dónde estaban los primeros nombrados.

- debemos irnos al campamento, ya - fue lo único que puntualizó el Dios. 

corto lo sé! no me golpeeeen! es que si era más largo se juntaba con el otro y es mejor darle algo de suspenso(?) NOS LEEMOS!

Te necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora