Te necesito

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¿El destino les había marcado para nuna poder ser felices juntos? 

Volvió a mirarse en el espejo, ya había pasado casi 2 semanas desde el día del accidente y él no había mostrado indicios de que despertaría. Iba periodicamente a verle, a lavar su cara con una esponja y peinar su cabello sedoso, le contaba las cosas que estaban sucediendo en el campamento y lo cuánto lo extrañaba.

Sentía que el tiempo se perdía entre ellos, después de tantas batallas, se sumó su perdida de memoría y ahora.

¿Alguna vez podrían ser felices juntos?

No quería hablar con su madre, no quería ver a ningún Dios del Olimpo. Con suerte sentía algo de confianza con Dionisio, pero fue por que él siempre estuvo con ellos y nunca pareció estar coludido con los demás.

Se levantó de su cama y dejó el espejo en la mesita que usaba de escritorio, sacó una chaqueta que había sobre la silla y decidió salir. Una rutina era la que había empezado desde ese día, y aunque nadie le apurara ni se la exigiera ella la cumplía. 

Caminó a paso lento hasta el gran comedor, pidió un emparedado frío de queso, un tazón de café y una manzana roja. Comió sentada en la mesa de Afrodita sin hablar ni mirar a nadie, bebió del café sin ninguna emoción en su cara y luego de terminar, guardó la manzana en la mochila que llevaba a mano. 

Se levantó y dejó la bandeja en el lugar asignado.

Pasó la vista por todos los presentes, sus amigos no estaban lo que le pareció algo extraño ya que solían estar, ella conversaba con ellos y luego partía al hospital en compañía del qué le tocara. 

Caminó hasta la salida del campamento mirando a todos lados, les buscaba por todas partes pero no había ni señales de humo de sus amigos. Aquello le extraño tanto, pero tampoco era algo que iba a cambiar su vida verles un momento, a no ser que tuvieran una cura o una máquina del tiempo.

Dio aquellos pasos que le separaban de la salida del campamento, y caminó hasta encontrar aquellos "taxis" que habían para ellos, hechos para poder usarlos, para poder salir del territorio del campamento y poder diriguirse a otras ciudades (sean lejanas o cercanas, daba igual la verdad). Se subió al primero que pilló, tiró su mochila junto a ella y dejó caer su cabeza hacía atrás mientras el vehículo se movía a toda velocidad, ciertamente iba tan rapido que con suerte podía distinguir los colores de los paisajes por donde pasaban. 

Había tomado los resguardos pertinentes, no miraba por la ventana o vomitaría todo su desayuno. 

En un par de minutos (o menos tal vez) se encontraban en la puerta del hospital, el cual se imponía frente a ellos. Pago lo que costó la "carrera" y se bajó, poniendo su mochila en su hombro.

Entró y saludó a la recepcionista la que la miró con la misma sonrisa de todos los días, y luego siguió tecleando en la computadora que tenía frente a ella. Caminó por el frío pasillo hasta el elevador, entró en ese bloque metálico y apretó el botón del piso número 8.

El sonido de la campana avisó que había llegado y bajó, con el mismo pasó siguió andando por el largo pasillo, dejando atrás a enfermeras y los encargados del aseo y otras tareas varias. Cuando llegó pasó fuera de una de las salas de esperas se asombró de encontrarse con Piper y Thalia, quienes hablaban animadamente sentadas en unas de las sillas predispuestas. Las miró algo confundida y se acercó a ellas. 

- ¿qué hacen aquí? - preguntó sin poder entenderlo, estaba casi segura que no se había quedado dormida. 

- ¿Uh? - se volteó la hija de Zeús, miró a la otra chica y esta sólo le sonrió mientras le guiñaba un ojo con suavidad. Annabeth levantó una ceja mientras las miraba.

- Jason ha venido por unos chequeos y Thals me acompaña a hacer hora - le respondió, pero aquello no fue nada convincente. 

Se quedó un momento ahí, mirandolas haciendo como si les creyera. Asintió con suavidad, mientras ellas le sonreían demostrando toda su alegría, suspiró y se volteó siguiendo su camino, no estaba ahí para hablar con ellas ya que podía hacerlo en otras partes. 

- Annie - le llamó Thalia mientras saltaba de su posición - quedáte un rato con nosotras, no siempre puedo venir a visitarles - le dijo mientras le tironeaba del brazo para llevarla con ellas.

- Pero Thals... yo - iba a replicar pero Piper se unió a ellas y la empujó hasta dejarla completamente sentada.

- creo que necesitas una charla de chicas - le sonrió Piper mientras tomaba asiento a su lado, la rubia bufó mientras se daba por vencida, al menos un momento lo haría.

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- ¡ya volvímos! - resonó la voz de Jason por el lugar, venía acompañado de Frank. 

Annabeth les miró ¿no era Jason?, volteó a mirar a las chicas quienes abrieron los ojos algo impresionadas ante aquello. Volvió a mirar a los chicos que se veían un poco nerviosos, dejó su mochila tirada en la sala y corrió sin dudarlo a la habitación donde se encontraba internado Percy.

Abrió la puerta nerviosa y se encontró con lo que más temía, la habitación estaba vacia. La cama sin ninguna frazada, las máquinas apagadas y todo reluciente producto de una limpieza a fondo reciente. La ventana abierta para que el aire despejara el lugar, se quedó para en su posición unos minutos más, buscandole una respuesta a aquello. 

¿Dónde estaba Percy? ¿Por qué ella no sabía? 

Sabía que cuando la habitación estaba vacía era por 3 cosas, lo habían cambiado de cuarto ya que no necesitaba los mismos cuidados (pero eso casi nunca era), se le había dado de alta ante su mejoría o ... había muerto. 

Sintió el corazón en la garganta, comenzó al camino de retorno a donde estaban sus amigos y les miró. ¿Ellos lo sabían? ¿Debía decirselos? Se quedó ahí, intentando buscar una respuesta a todo lo que estaba pensado, era un torrente de ideas la que la consumía. 

- ¿Dónde está Percy? - preguntó, su voz sonó más dura y rasposa de lo que hubiera querido, pero estaba preocupada. 

- Annie - 

¡ESA VOZ!

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Y aquí estoy, una vez más. La verdad es que estaba teniendo días excelentes hasta ayer, pero con el tiempo pasará y será un mal recuerdo. Mientras os dejo un nuevo cap, que ya casi llegamos al final ~

os quiero un montón <3