Después de las clases, que habían estado algo entretenidas... Me dirigí por los pasillos a la salida del centro.
Tras salir respiré hondo, que día más cansado. Tengo ganas de llegar a casa, hacer los deberes y tumbarme a dormir.
Caminé por las calles, ya que me hacía pasar por un chico normal, tenía un piso comprado en la ciudad, y allí iba todos los días de diario... Excepto los viernes, que volvía a la mansión a las afueras para pasar el fin de semana allí.
Caminaba tranquilamente, fijándome por alguna extraña razón en el suelo... Cada vez que veía una hormiga la aplastaba, no sé, para pasar el rato.
En ese instante volvió a llamarme esa voz tan molesta.
—¡ALEX!—. Sentí alguien abrazarme la espalda y puse una mueca de asco para luego separarlo— ¿Por qué no me has esperado a la salida? —. Bufé.
—Porque no tengo porqué esperarte, Alan.
Este suspiró con la cabeza agachada, deprimido. Me sonrió tiernamente.
—Te acompaño a casa.
—No quiero tu pesada compañía.
—Pues la tendrás de todas formas, terco—. Pasó su brazo por mis hombros.
—Ya te dije que adoro estar solo, ¿tanto te cuesta entender?
—Cuando eras pequeño odiabas estar solo —. Lo aparté bruscamente.
—Cuando era pequeño era un hipócrita que no entendía de nada a su alrededor y de lo cruel que es el mundo, así que callate.
Respondí con una mirada fría y seria. Alan gruñó.
—¡Solo quiero qué todo sea como antes! ¿¡Por qué, Alex!? Cada vez me evitas más, me mirás peor y me tratas como a un desconocido... P-Prometiste que íbamos a estar juntos y que yo era como tu hermano menor—. Andé hacia delante dejándolo algo atrás.
—Era pequeño.
Susurré acelerando el paso, Alan lo escuchó y sentí como me seguía por detrás tratando de alcanzarme.
Una presión en mi espalda hizo que cayera de bruces contra el suelo, Alan se había lanzado encima mía... Me di la vuelta molesto y observé su rostro rojo y sus ojos empezando a llenarse de lágrimas.
—No llores Alan, es molesto y me mojarás.
—¡C-Callate!
Sus primeras lágrimas cayeron en mi mejilla, suspiré... Qué remedio, tendré que quedarme aquí en el suelo hasta que se le pase lo dramático.
Posó su frente en mi pecho y siguió llorando.
—Alan me estás empapando el uniforme, para ya joder.
Este negaba aún emitiendo sollozos. Noté que trataba de decir algo mas no se le entendía por el llanto.
—¡Alan basta! ¡Estoy cansado de estar en el suelo frío escuchando tu estúpido llanto! ¡Levántate mierda!
Ni caso... Al menos su llanto empezaba a calmarse.
Me miró a la cara, entonces noté como sus ojos estaban rojos de llorar, al igual que su nariz y bastante parte de su rostro.
—¿N-Nada de lo que prometiste cuando éramos pequeños te importa cierto?
—Exactamente.
—¿No te causa ningún tipo de pena verme llorar ni siquiera si me hiciera daño verdad?
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✖El Amor No Existe✖ (BL) (Finalizada)
Lãng mạnAlexander Evans era el "típico" (o eso parecía) adolescente que prefería no llamar la atención de ningún modo. Si preguntaras a cualquiera de su clase sobre él te respondería lo mismo: Creo que me suena de algo, tal vez vaya a mi clase... No sé. Alg...