Me encontraba serenamente dormido en mi cama, el silencio inundaba la habitación, tan solo se escuchaban algunos pequeños ruidos del exterior y el cantar de los grillos.
Hasta que algo me despertó.
La perra estaba lloriqueando, joder.
—¡CALLATE MIERDA! —. Grité. ¿¡De qué se quejaba!? Tenía una cama cómoda, había comido y orinado.
Gruñí, no se callaba. Me levanté entre un quejido y fui hacia el salón, que era donde ella se supone que debería descansar.
Cuando caminaba por el pasillo que se encontraba totalmente a oscuras me percaté de que arañaba la puerta mientras lloriqueaba.
Abrí la puerta del salón y la miré enojado.
—Maldita sea no juegues con mi paciencia o lo pagarás caro—. Dije a regañadientes.
La cachorro se pegó a mis pies subiendo sus patas delanteras, gruñí apartándola con cuidado y dirigiéndome a mi habitación para dormir.
Ella me seguía aún lloriqueando, me estaba empezando a cansar... Y mira que no quiero hacerlo pero mi paciencia se agota.
¿Lloriquearía de la misma manera si...
Negué rápidamente.
—Nononono... No debo pensar en esas cosas—. Me regañé. La perrita seguía detrás mía... La cogí en brazos— ¿¡Qué rayos quieres!?—. Dejó de lloriquear y empezó a lamerme el dedo... Puse una mueca de asco dejándola encima de mi cama para luego limpiarme la mano con el camisón.
Me metí a la cama, estaba agotado... No tenía tiempo para averiguar que rayos quería.
Cuando cerré los ojos sentí como algo se colaba debajo de mi mano y la levantaba levemente.
Abrí mis ojos encontrándome con la cachorrita descansando a mi lado.
—¿Esto querías maldita? Serás capric—. Me lamió la mejilla interrumpiéndome... Suspiré— Solo esta noche, no te acostumbres eh—. Me quejé rodeándola con mis brazos.
Espero que viva durante bastante tiempo, su compañía no me molesta del todo... Es mucho más molesto un humano por supuesto.
Ojalá dure dos meses sin tentarme... O más, ojalá dure todo lo que pueda, yo creo que seré capaz ¿no?
...
Caminaba hacia el colegio paseando por primera vez a la cachorra.
La jodida tiraba, coño... Ya que estoy tratando de no matarla podría colaborar aunque sea un poquito joder.
—¡Deja de tirar ya, mierda!—. Dije muy molesto tirando hacia atrás, frenándola — A mi lado, no te vayas hacia delante—. Añadí... Como si me entendiera, menuda bobada hablarle a un perro.
Al mirar hacia delante me encontré con Alan, que al verme abrió los ojos perplejo.
Me miró incrédulo y luego miró a Darkness... Me miró de nuevo, y de nuevo a la perra.
Abrió la boca sorprendido, parecía que creía que estaba soñando.
—¿A-Alex?—. Preguntó, rodé los ojos.
—No, tu tía —. Respondí molesto.
—¿Eso es un perro?—. Señaló a la cachorrita.
—¿Te parece un gato?—. Negó — Ahí tienes la respuesta, de nada—. Dije sarcástico.
—¿Qué haces con un cachorro?—.
—No lo malinterpretes, el imbécil de Marcus me la regaló y no me queda más remedio que cuidarla —. Respondí serio adelantándome, Alan me siguió.
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✖El Amor No Existe✖ (BL) (Finalizada)
RomanceAlexander Evans era el "típico" (o eso parecía) adolescente que prefería no llamar la atención de ningún modo. Si preguntaras a cualquiera de su clase sobre él te respondería lo mismo: Creo que me suena de algo, tal vez vaya a mi clase... No sé. Alg...