Capítulo 4

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El reloj marca las tres de la tarde con treinta minutos.

Por fin.

-Bien, Styles, Payne Son libres de la detención por hoy- dice la profesora Jackson, encargada de hacer cumplir los castigos- Espero que no se vuelva a repetir, jovencitos- dice y sale de ahí.

Esa maestra era un verdadero dinosaurio de como mil años, no sé como podía seguir trabajando. Lo que agradecía era que nos había dejado salir.

-¿Estás enojada?- pregunta Harry acercándose a mi silla. Yo guardaba mis cosas lo más rápido posible para salir de una vez por todas de ahí.

No le respondo.

-Uy ¿La niña buena se enojó porque la mandaron a detención por primera vez? ¡Oh, que tristeza!- exclama burlón. Ruedo los ojos y salgo de ahí sin contestarle.

Camino por los largos pasillos del colegio ahora vacíos hasta llegar a una máquina expendedora que hay en el patio. No había comido desde la hora del almuerzo y mi estómago pide a gritos comida.

Una vez que termino de comer el delicioso chocolate que había comprado, me dirijo al estacionamiento. Había quedado con Liam para que me viniera a recoger. Saco mi celular y marco su número.

Uno, dos, tres, cuatro pitidos.

-Hola- escucho su voz.

-¡Liam!- la voz de mi hermano me interrumpe.

-Hablas con Liam Payne. Por el momento no puedo atenderte, pero si dejas un mensaje de voz puedo...- le cuelgo a la estúpida grabadora.

Genial ¿Ahora qué hago? Mis padres están trabajando y Niall me había dicho que hoy tenía una reunión con unos chicos de Irlanda.

Caminar no era una opción. Mi mochila no pesa una pluma y mi vecindario no está cerca.

Bufo frustrada.

-¿Necesita la señorita que la lleven?- escucho su voz de nuevo.

-No te importa, Harry- le contesto -Además, Niall viene por mí- miento.

-¿Tu amigo rarito?-dice burlón.

-Cállate, no es rarito. Además ni siquiera sé por qué te estoy dando explicaciones, Styles.

Harry ríe

-¿Quieres que te lleve o no?- pregunta de nuevo.

-Ya te lo dije, mi amigo viene por mí.

-No es verdad, hoy es el festival irlandés y es obvio que Horan va a ir.

Levanto una ceja ¿cómo sabía?

-Hay carteles pegados por toda le escuela- explica - Vamos, nena no tengo todo el día ¿Vienes o no?

Suspiro.

-Me arrepentiré de esto algún día- digo y noto que Harry sonríe coquetamente.

En el trayecto hacia mi casa, Harry no deja de mirarme de reojo, sentía su mirada.

-¿Te importa? No se siente lindo que te estén mirando, Stylesdigo cruzando mis brazos.

-Es que estás muy buena- confiesa. Ruedo los ojos. -Me dan ganas de hacerte muchas cosas, mi amor- abro los ojos como platos y lo miro incrédula. Él ríe.

Descarado, maniático, pervertido.

-¿Sabes de qué me dan ganas a mí?- Me acerco a él aprovechando que el semáforo está en rojo. Noto como dejó de respirar cuando me acerco a su oído para susurrarle sensualmente- Me dan ganas... ¡De darte un buen golpe ahí abajo la siguiente vez que me digas algo así, idiota!- esto último lo grito.

-Pesada- gruñe.

Pasados cinco minutos más, al auto se detiene frente a mi casa. Tomo mis cosas y me desabrocho el cinturón.

-Gracias- digo quitando el seguro del auto. Estoy apunto de salir cuando siento que me jala del brazo para juntar sus labios con los míos en un beso a la fuerza. Por alguna razón, le sigo el juego. La verdad era que el maldito besa de muerte.

Luego, regreso a la realidad haciendo que me separe bruscamente de él. Mi mano termina en su mejilla dándole una cachetada.

-Auch- dice divertido mientras posa su mano en su mejilla.

-¿Pero a ti que te pasa, idiota? ¡En la vida vuelvas a besarme! ¿Entiendes?- le digo furiosa y salgo del auto.

Abro la puerta de mi casa con las llaves y me encuentro con Liam en el sofá comiendo unas frituras.

-Hey enana ¿ese era Harry?- pregunta confundido. No le respondo.  Todavía me pregunta ¿Es que soy invisible para él y se olvidó de recoger a su hermana del colegio? Estoy enojada. Subo directamente a mí habitación sin contestarle, reprochándome mentalmente por lo que ocurrió el auto del ruloso.

¿Por qué me besó? ¿Por qué dejé que lo hiciera? Y lo más importante ¿Por qué rayos le seguí el maldito beso?

Vamos, el chico besa bien. Muy bien. Inconscientemente, mi mano se posa en mis labios recordando el beso. Sonrío.

Wow, esperen ¿qué? ¡Dios! ¡Es Harry Styles! El último chico en la tierra con que quisiera compartir saliva. Quito mi mano de ahí y aparto cualquier pensamiento positivo del beso, porque definitivamente no había nada positivo en aquello aunque me haya gustado un poco.

¡Por Dios! ¿Qué rayos estoy diciendo?

Tiro mi mochila por algún lado de la habitación y me tiro a la cama con el celular en la mano, olvidándome de la tarea escolar por un momento. Marco rápidamente el número que la chica a la cual necesitaba urgentemente me había dado el día de hoy.

Uno, dos pitidos.

-¿Hola?- una voz femenina contesta al otro lado de la línea telefónica.

-¡Eleanor!

Only You //editando//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora