Me sobresalto por un segundo, pero sonrío al reconocer ese inconfundible acento irlandés. Me giro y un chico rubio, de ojos azules y radiante sonrisa se encuentra frente a mí. Niall Horan, un chico de Irlanda que se había mudado con su familia desde hace años y mi mejor amigo desde siempre.
-¡Hola ____!- me saluda con su tan característico buen humor. Niall era la única razón por la que no me molestaba venir a la escuela. Y a pesar de que lo molestaban bastante por su acento y forma de ser, era mi mejor amigo y lo quería mucho.
-Dios, Niall. Me has matado del susto- digo colocando una mano sobre mi pecho exagerando las cosas.
-Hola, Niall ¿cómo está el mejor amigo que una tonta asustadiza como yo hubiera podido tener? -dice imitando mi voz- Oh, ___. Me halagas, no tienes que decirme esas cosas. Y sí estoy bien, gracias- dice con la voz normal, respondiéndose a sí mismo.
-Tonto- canturreo y le saco la lengua. Él arruga la nariz.
-¿Terminaste el reporte de filosofía?- me pregunta Niall momentos después mientras caminamos con las manos entrelazadas por el pasillo de la escuela. Varias miradas se posan en nosotros, pero no nos importa. Así era mi relación con Niall y no iba a cambiar sólo porque a ciertas personas -Liam, por ejemplo- no les agradara mi mejor amigo.
-Claro- contesto- Aunque me dormí casi a las tres de la mañana el sábado terminándolo. No entiendo por qué nos marcan tanta tarea.
-¡Maltrato juvenil!- exclama mi mejor amigo. Río ante su comentario mientras nos adentramos al salón de nuestra siguiente clase, historia.
Niall devora su hamburguesa como si fuera la última en el mundo a la hora del almuerzo. Solía sentarme únicamente con Niall casi siempre. Mi mirada se posa en la mesa en donde se encuentra mi hermano con el resto del equipo de fútbol -sus amigos- y por supuesto que no podían faltar las plásticas, perdón porristas sentadas alado de sus respectivos novios.
Así era siempre, en la escuela Liam Payne se olvidaba de que tenía una hermanita. Sigo conversando de cosas sin sentido con Niall, al igual que siempre.
-Disculpa ¿te importa si me siento aquí? Soy nueva y pues, la cafetería está llena- una chica de cabello obscuro nos mira tímida a mí y a mi rubio amigo. Miro a Niall quien le dedica una linda sonrisa.
-Claro, siéntate linda- le contesto. Ella sonríe y se sienta a mi lado.
-¿Así que chica nueva, ha?- pregunta mi mejor amigo. La chica asinte mientras toma un sorbo de su jugo de manzana.
-Sí, hace una semana exactamente que llegué de Inglaterra, me fui de intercambio un año. Pero soy cien por ciento americana- sonríe.
-Genial ¿cuál es tu nombre?- pregunta Niall curioso.
-Eleanor Calder, pero prefiero que me digan Ele -dice tímida.
-Soy ____, ____ Payne y él es Niall Horan, mi mejor amigo- comento sonriente.
Lo que quedó del almuerzo, fue para conocer un poco más de Ele.Nos comentó que ella había conocido a un chico en su viaje a Inglaterra, el cual ahora era su novio. Se llamaba Louis y dijo que pronto vendría a visitarla y así podríamos conocerlo. El me agradó bastante. Es una chica sencilla, pero muy divertida. En todo el almuerzo no faltaron alguna que otra broma por parte ella y Niall.
Me alegró haberla conocido, es decir... el noventa y nueve por ciento de las chicas en esta preparatoria sólo me hablan porque saben que soy la hermana pequeña del grandioso Liam Payne y quieren una cita con él.
Patéticas.
Me despido de mis amigos al sonar la campana, indicando que el almuerzo había acabado. Tomo mis cosas y me dirijo l salón de mi siguiente clase, química. Una de mis materias favoritas, por cierto.
Llego al salón y agradecí que el profesor todavía no hubiera llegado. Varios chicos ya están ahí. Camino hacia uno de los puestos hasta atrás, me ponía nerviosa estar sentada adelante.
Las mesas eran para dos personas pero, como siempre, nadie se quiso sentar alado de mí. Minutos después, el señor Greshman, el profesor, entra al salón.
-Buenos días, jóvenes. El día de hoy, continuaremos viendo el tema de ecuaciones químicas y....- la puerta del salón se abre, dejando ver a un chico rizado y de ojos verdes. Viene con la respiración agitada, llegaba tarde.
-Señor, Styles. Pase de una buena vez antes de que le cierre la puerta en la cara- dice el profesor- espero que tenga una muy buena excusa por su llegada tarde.
Harry Styles. Uno de los chicos más populares de la escuela, jugador de fútbol y claro que sí, mejor amigo de mi hermano. Harry pasó al salón haciendo que todas -exceptuando yo, claro- las chicas suspiraran como estúpidas.
-Lo siento profe, pero estaba ocupado-dice con una sonrisa coqueta y le guiña el ojo a una rubia, ésta última ríe omo retrasada. Agh, lo odio. Ese chico tiene la fama de el más mujeriego en la historia de la escuela. Todas las semanas se acuesta con una chica diferente.
Asco, asco, asco.
-Bien, ahora siéntese antes de que lo saque del salón- dice el maestro. Mira por todo el salón y detiene su mirada en mí.
Oh no, que no sea lo que creo. Por favor.
-Siéntese alado de la señorita Payne y deje de estarme interrumpiendo- ordena el señor Greshman señalándome.
Vaya, que suerte la mía -sarcasmo-.
Harry me mira con una sonrisa coqueta en su rostro. Idiota. Camina y se sienta a mi lado. El profesor opta por seguir con la clase.
-Hola, nena- me saluda Styles sonriente. No lo volteo a ver. -¿Es que no hablas?- pregunta. Lo ignoro de nuevo. -Agh, haz lo que quieras.
Y por fin, se calla y me deja en paz. O por lo menos eso quiero pensar yo.