D I E Z

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—...No es cierto

—¡Mientes! —exclamó la pelinegra— ¡¿Entonces de quién era la carta?!

—¿Cuál carta?

Ambas mujeres se congelaron en sus lugares un momento al escuchar la voz tan severa del mayor.

—Cariño...

Activó su Mangekyo Sharingan y miró por todos lados, diriguiendose a la que era su habitación y de su esposa.

Abrió una gabeta de la mesita de noche y leyó el pequeño folio.

—Sasuke...

—¿De quién es?

—No tienes porqué-

—¿De quién es? —dijo lentamente amenzandola con su gélida mirada.

—...

Sarada llegó a la habitación de sus padres y se quedó en el marco de la puerta, mirando con tristeza a su progenitora.

—Mamá, dile.

No pudo reaccionar a tiempo, cayó al suelo con fuerza, chocando su cabeza con la pared detrás de ella.

Su madre la había golpeado, demasiado fuerte. Sintió el sabor metálico de la sangre en su boca.

—¡Cállate Sarada! ¡Siempre que abres la boca arruinas todo!

Sentía su rostro arder, y un perfecto Sharingan completo decoraba sus orbes antes ónix. Su mirada atónita, sin enfocarla a ningún punto en específico.

Nunca la había golpeado tan fuerte.

—¡Sakura!

La mirada de su padre era oscura, ningún brillo se asomaba en aquellos ojos ónix identicos a los de ella misma. Ambos estaban en un estado similiar al shock.

—¡Tú no hables! ¡Nunca has tenido que vivir con ella! —señaló a la menor— ¡¿Te imaginas cómo se siente vivir con el resultado de una relación sin amor?!

Estaba atónita, no sabía qué hacer ni decir, simplemente miraba, completamente quieta, sin siquiera hacer ruido alguno.

—¿Y es mi culpa? ¡¿Quién es la que estuvo persiguiendome por años sabiendo que no la amaba?!

Sakura abrió sus ojos como platos.

—¡Perdón por siempre haber estado ahí para ayudarte!

—¡Pues nunca necesité de ti! ¡Eres y serás siempre un estorbo! —señaló a Sarada— ¡Y no te atrevas a tocarla otra vez!

—¡Es mi hija y puedo hacer lo que quiera con ella! ¡No puedes negarme absolutamente nada cuando nos dejaste por tanto tiempo!

La menor bajó su mirada a sus pies, los cuales por alguna razón parecían más pequeños de lo normal. Nunca pensó que el reencuentro de su familia fuera de esa forma.

—¡Si! ¡Yo las dejé! —el Uchiha puro estaba empezando a perder el control— ¡Pero esa no era razón para tratar mal a nuestra hija y meterte en un matrimonio Sakura!

—¡Yo siempre respeté nuestro matrimonio! ¡Nunca te eh sido infiel!

—¡¿Entonces cómo explicas esto?! —le puso el folio a milímetros de su rostro— ¡¿De quién es y porqué la conservas?!

—¡No lo sé, nisiquiera tiene firma!

Sarada se puso de pie rápidamente, sintiendo un leve mareo por la acción. Se interpuso entre los mayores al ver que estos estaban a nada de lastimarse físicamente.

Con voz temblorosa exclamó. —¡Cómo sea que lo vean yo soy el problema aqui!

Sakura y Sasuke se detuvieron un momento, mirando con atención a la Genin.

—No sé que hago en este mundo, mamá... —la miró— Pensaste que si tenías un hijo con papá él se quedaría ¿Cierto?

La pelirosa negó rápidamente, sintiendo su mundo derrumbarse. Hasta ese momento fué consciente de todas las cosas horribles que había dicho.

—No...

—Las cosas no salieron como querías y te diste cuenta que ni asi papá te iba a querer.

El pelinegro al escuchar eso se sintió el peor ser en el mundo, nunca lo había pensado de esa forma.

—Papá... —de igual forma se volteó para mirarlo a los ojos— Es cierto que mamá insistió mucho, pero si no la amabas ¿Porqué te casaste con ella? ¿La viste como algo fácil?

Sasuke se arrodilló y tomó cariñosamente el rostro de su hija con su mano, admirandolo como si fuera una hermosa obra de arte. Con su pulgar limpió una pequeña mancha de sangre en la comisura de sus finos labios. Sintió la furia recorrerle al recordar el horrible golpe que la niña frente a él había recibido.

Y aún despúes de eso, parecía que ella había olvidado que su propia madre le había golpeado.

—Sarada, lo que pasó entre tu madre y yo no es tu culpa, no pediste nada de esto ¿Cierto? —sonrió levemente— No quiero que te atormentes con eso. Ambos cometimos errores y tú no eres uno de esos, asi que no te preocupes.

La menor sintió las lágrimas recorrer su rostro. Estaba confundida, no sabía quién era realmente el hombre frente a ella pero le transmitía un hermoso sentimiento de paz.

—Ven conmigo.

Lo miró con curiosidad ¿A qué se refería?

—No te prometo mucho, pero puedes crecer como ninja y como persona. Te enseñaré todo lo que implica ser usuario del Sharingan y cómo usarlo ¿Qué dices?

Sakura de inmediato se interpuso en los planes de su esposo.

—¡No puedes llevartela sin mi permiso!

—Tuviste tu tiempo con ella, ahora me toca a mi.

La pelinegra mirada con firmeza y seguridad a su padre, considerando muy bien la propuesta, pero no estaba segura.

—Tú-

—Que escoja ella —la miraba a los ojos, buscando trasmitirle esa seguridad que sentía, ella no tenía— No te sientas presionada, escoge lo que creas correcto para tu vida.

Bajó la mirada, encontrándose con una bandana de Konoha amarrada en el borde del pantalón de su padre, notando un claro corte a lo largo del simbolo de la hoja.

Respiró hondo mientras analizaba cuidadosamente su respuesta.

Mi Dobe Favorito [🌸] Naruto Next Generation Donde viven las historias. Descúbrelo ahora