D I E C I N U E V E

3.7K 275 23
                                    

—Podríamos intentar esto —señaló la pelinegra un dibujo plasmado en la hoja de papel de un viejo libro— No es necesario tanto chakra...

—Que va, no lo veo factible —Contestó la pelirosa en un gesto de desaprobación.

—Yo tampoco. Veo mejor convinar esto y esto.

—No. Eso es imposible con lo poco desarrollado que tengo el Sharingan

—¿No tienes las 3 aspas ya?

—El Dojutsu está completo. Pero no significa que sepa manejarlo de tal forma como para hacer esto.

De nuevo una discusión comenzaba a crecer en la conversación del equipo. Haruo y Rin siempre estaban de acuerdo con lo que decía alguno de ellos dos. Sarada simplemente no era escuchada ni escuchaba.

Sasuke decidió que ese día entrenaran solos. Sentía o creía que dejándoles solos un rato podrían fortalecer el vínculo de amistad o algo.

Pero ya había pasado medio día y seguían igual.

—Pues entrena y ya.

—¿Crees que es asi de fácil? Es algo diferente a un trabajo físico ya que tiene que ver con el fortalecimiento de un sentido; En este caso la vista. No es solo entrenar el exterior, si no algo más de adentro.

—Tú eres la usuaria. No podemos entenderte porque no tenemos ninguna habilidad similar.

—Por esa razón, Sarada, debes esforzarte más. El Sharingan es algo que literal nadie tiene, es una ventaja y hay que sacarle provecho.

—Entiendo. Pero no puedo sobreesforzarme puesto que puede llegar a dañar el Sharingan y hasta los mismos canales de Chakra.

—Muchas excusas y ninguna solución. Uchiha.

—Al principio dije lo de convinar esto —volvió a señalar el dibujo mientras bufaba cansada y algo molesta. Realmente estaban comenzando a acabar con su paciencia— No necesita casi nada de Chakra y puede servir para ataques a larga o corta distancia.

—Y nosotros dijimos que no nos parecía.

La pelinegra ya ofuscada se puso de pie ante la mirada atenta de sus compañeros. Odiaba le llevaran la contraria y tras de eso le echaban la culpa de que no hubieran ideas. Para ese equipo todo lo que decía o hacía estaba mal; Ya habían colmando su paciencia.

—Voy a dar una vuelta.

Aún cuando estaban al aire libre sentía una asfixía horrible presionarle el pecho. Intentaba estár tranquila el mayor tiempo posible. Recordándose que si no fuera por esa aldea y ese equipo, no iría a los exámenes Chunin.

Respiraba hondo y soltaba todo el aire con lentitud. Despúes de unos minutos casi eternos logró calmarse un poco. Se sentó en el césped buscando comodidad y pensar bien lo que estaba haciendo. Algo asi como meditar.

Talvez, solo talvez hubiera sido mejor seguir de aldea en aldea con su padre. No tendría rango ninja oficial, pero estaría mejorando a su ritmo; Sin ser atrasada por nadie.

Pero ya estaba inscrita, sería una falta de respeto tanto para el Mizukage como para sus nuevos compañeros el retirarse a unos días del bendito exámen. Además que quedaría mal ante el sistema Shinobi.

Estaba en un momento donde no sabía qué hacer. Era obstinada para aceptar que aveces tenía que ceder, que aunque algunas cosas por el momento eran casi imposibles, en un momento u otro tendría que esforzarse más. En su tiempo en la academia era considerada "prodigio". Pero ya no; Ahora trataba con personas de su mismo nivel, si no es que mayor.

Tensó su mandíbula. El hecho de que tuviera un Sharingan, que tuviera buen control del Chakra y supiera de memoria todos los jutsus habidos en el mundo Shinobi, no la volvía alguien superior.

Ahora que tenía nuevo equipo, se daba cuenta de que las cosas se hacían diferentes. Con Boruto y Mitsuki no había mucho problema ya que ellos cedían -con un poco de protesta- a sus ideas. Haruo y Rin no; Ambos tenían sus propias ideas y entre los tres había una constante rivalidad por quién ganaría para aplicar el nuevo plan.

La tensión en el equipo no parecía mejorar. Almenos no si no hablaban como se debía, como compañero de equipo que eran.

Aunque el pelinegro menor y la pelirosa insistian en que no había nada que hablar, iba a hablar con ellos. Su puesto como ninja dependía de eso. Aunque no le gustara, dependía de ese par de tontos.

Nunca le tomó importancia a la amistad en un equipo porque veía a sus amigos llevarse muy bien entre ellos: Shikadai, ChouChou, Inojin, Iwabe, Denki, Metal Lee, Wasabi, Sumire, Namida... Ninguno parecía tener verdaderos problemas con sus equipos.

Pero de nuevo, ya no debía aferrarse a un lugar a donde no pertenecía, ni a amigos que seguramente ya no la recordaban. Debía tatuarse en su cabeza el hecho de que ese lugar no era Konoha, ese no era el equipo 7 y tampoco era la misma bandana.

Era dificil no hacer cualquier cosa, por más mínima que fuera y no recordar su viejo hogar. Pero es que había vivido toda su vida ahí.

Ahora era shinobi de Kirigakure, tenía un equipo disfuncional y a muchas personas a quien sorprender.

Dejaría que las cosas fluyeran. Aunque de igual forma, iba a dar un empujón.

Mi Dobe Favorito [🌸] Naruto Next Generation Donde viven las historias. Descúbrelo ahora