Mi Dobe Favorito [🌸] Naruto Next Generation

D I E C I S É I S

Llegaron a un lugar techado, era un campo de batalla pero en este el suelo era literalmente agua.

—En la academia supongo aprendiste a mantener el equilibrio sobre agua ¿Verdad?

Ella asintió.

—Bien. Pelearás con tus futuros compañeros de equipo —hizo una seña y dos personas aparecieron— Te los presento. Ella es Uzumaki Rin y él Haruo.

Sarada miró con interés a los chicos, le parecía haberlos visto en alguna parte. Rin era pelirosa y sus ojos del mismo color. Haruo era pelinegro y sus ojos color miel.

Le había llamado la atención que el Mizukage no mencionara apellido del chico, pero por esta vez prefirió no decir nada y hacer una leve reverencia hacia sus posibles nuevos compañeros, acción que fué correspondida por ambos.

—Pelearas con ambos a la vez, yo estaré allá —señala la gradería, seguro donde se sientan los espectadores. —¿Alguna duda?

Ella se dió unos segundos para pensar. Pero terminó negando con firmeza. —No, ninguna.

—Muy bien, te deseo suerte.

El Mizukage saltó y se puso en la gradería, prestando mucha atención a la pequeña Uchiha.

Suspiró y dió un lento paso, quedando de pie sobre el agua. Pero se apartó a su derecha rápidamente, esquivando un golpe directo por parte de Haruo.

—Es rápido —pensó ella mientras buscaba con la mirada a la pelirosa; la encontró completamente del otro lado del campo con sus manos juntas.

De inmediato interrumpió el jutsu de ella lanzando uno propio.

—¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!

Una gran esfera de fuego fué diriguida a la pelirosa, la cual no terminó su primer jutsu para contraatacar rápidamente con otro el ataque de la pelinegra.

—Suiton: Suijinchū

El jutsu de fuego y la pared de agua desaparecieron al chocar.

Ambas respiraban agitadamente, para su edad esos jutsus eran un poco avanzados y les había consumido una gran cantidad de Chakra.

Sarada no pudo esquivar un golpe directo a su rostro por parte del chico. Su espalda chocó con la pared del otro extremo del campo de agua.

Algo desconcertada y mareada saltó para esquivar otro golpe que iba en su dirección. Terminando la pared con un agujero debido al puñetazo que recibió por parte del chico.

Al aterrizar en el agua notó cómo de pronto aparecía una espesa niebla a su alrededor y se vió obligada a activar su Sharingan.

Ahora se daba cuenta de cómo funcionaban ellos; Rin se encargaba de los Jutsus y Haruo del Taijutsu, eso era en cierta forma una ventaja y desventaja a la vez. Los dos juntos hacían un excelente trabajo, pero si uno de ellos fallaba, el otro también lo haría.

Quiso probar su nueva teoría.

Con la ayuda de su Dojutsu logró encontrar a Rin, pero Haruo estaba detrás de ella a punto de atacarla y apenas pudo reaccionar.

Se volteó rápidamente.

—¡Raisō: Ikazuchi no Utage!

De su alrededor aparecieron unas esferas amarillas las cuales iban en dirección al chico, él se sorprendió de ser encontrado tan rápido aún estando detrás de ella.

Vió de reojo cómo Rin juntaba sus manos y estaba a punto de crear un jutsu para contraatacar al de ella. Pero la Uchiha apareció frente a ella y le dió un golpe fuerte en el abdomen con su rodilla, sacándole el aire. Haruo al no poder esquivarlo, recibió de lleno el jutsu.

Tenía razón; Rin no sabía protegerse a si misma, su habilidad en el Taijutsu era nula. Mientras que Haruo no sabía nada de Ninjutsu.

Los había derrotado sin mucho problema al haber descubierto su punto débil como dúo.

El Mizukage se acercó a ella y le tendió una banda roja con la placa de Kirigakure.

—Te aceptamos en la aldea a partir de ahora como parte de nuestra familia.

Vió como sus nuevos compañeros se ponían de pie con un poco de dificultad y le sonreían.

No pudo evitar que una lágrima traicionera recorriera su mejilla.

Hizo una reverencia.

—Gracias Mizukage-sama...

—No tienes porqué agradecer, de hecho me sorprendiste utilizando el elemento Rayo.

—Es el único jutsu que sé hacer de ese elemento —sonrió apenada.

—A mi igual me sorprendió —habló Rin con una sonrisa amigable decorando su rostro— Sabía que eras una Uchiha y dí por sentado que tu naturaleza era el Fuego, pensé que tendría ventaja sobre ti por mi natulareza de Agua —Apoyó su brazo en el hombro de la pelinegra— Acepto que ninguno de mis Jutsus hubiera servido ante tu elemento Rayo... Ya sabes, el Rayo se hace más poderoso con el Agua. —rió— Me dejaste sin opciones, amiga.

Ambas rieron y el Mizukage sonrió suavemente.

—Bien ¿Ustedes se pueden encargar de enseñarle la aldea a Sarada?

Solo la pelirosa asintió.

—Se los encargo, hablaré con Sasuke ¿De acuerdo Sarada? Más tarde él te irá a buscar.

La pelinegra asintió y fué sacada de ahí a empujones amistosos por parte de la Uzumaki. Parecía que ya se había recuperado.

—Te llevaré a mi restaurante favorito ¡Muévete Haruo!

El nombrado apartó la mirada pero aún asi las comenzó a seguir.