D I E C I O C H O

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Las horas de entrenamiento eran sumamente agotadoras y tras de eso, eternas. Deseaban volver a sus hogares lo más pronto posible para descansar, era un ritmo que casi no podían seguir.

Nadie quería hacerse cargo del recién recuperado "Equipo 4" por el simple hecho de que había una Uchiha en este. Las personas no confiaban del todo en ella. Asi que Sasuke se vió en la necesidad de ser el tutor del equipo.

—Sasuke-sensei... ¿Po-podemos descansar?

Al ver a la pelirosa al borde de un infarto, asintió. La Uzumaki sonrió y se dejó caer en el verdoso pasto del bosque que Sasuke había insistido visitar. Según él era mejor que un campo de entrenamiento normal ya que se asemejaba más a un lugar común donde se podría dar a cabo una pelea en una situación real.

Los exámenes eran en un mes y seguían sin lograr buenos resultados en los entrenamientos. Rin y Haru tenían una perfecta sincronización, podían idear planes complejos con solo juntar sus miradas; Sarada trabajaba muy bien en solitario. Pero esa no era la idea. Eran un equipo.

El problema era que muy pronto debían presentarse a los exámenes.

Lo único que les molestaba, la "piedra en el camino" era el compañerismo. Haru y Rin aún no aceptaban del todo a su nueva compañera. La pelinegra prefería no ser una pesada con el tema de la "amistad" y por eso no insistía.

El Uchiha mayor decidió hablar ya algo molesto al ver cómo realmente esos chicos se esforzaban y no conseguían ningún resultado. Alguna barrera les impedía avanzar.

—¿Pasa algo entre ustedes tres que debería saber?

El trio intercambió miradas y casi de inmediato negaron. Siendo muy obvios y confirmando aún más las sospechas del nuevo tutor.

—De acuerdo, no los obligaré a decirme. Pero recuerden que si siguen asi nunca van a ser Chunin.

El Uchiha suspiró derrotado y ordenó retomar el entrenamiento. Ya estaban hartos de no lograr nada, las horas y los días pasaban con lentitud y no había ningún progreso.

Era una impotencia enorme el no poder rendir como era debido, las peleas eran constantes y en vez de unirse como grupo, estaban separándose. El pelinegro menor y la pelirosa insistían en que podrían pasar el exámen sin necesidad de llevarse bien con la Uchiha. Cosa que Sasuke les repitió era imposible. Pero no era como que la situación fuera a mejorar si no lo escuchaban.

[👓]

—¡Konohamaru-niichan!

—¡No me llames asi!

La mañana en Konoha estaba fría y las nubes amenazaban en descargar una fuerte tormenta sobre los habitantes de la nación del Fuego. Las personas fuera de sus casas eran escasas, nadie quería ser víctima de la lluvia.

El equipo 7 estaba preparándose para ir a Kirigakure. Los nervios eran nulos, era más la preocupación del albino y del rubio de encontrarse a aquella hermosa pelinegra.

No sabían dónde estaba ella, nisiquiera la misma Sakura lo sabía. Había desaparecido sin dejar rastro.

La insertidumbre era grande con respecto a la incógnita de si ella haría los exámenes Chunin, ya que, necesitaba pertenecer a una aldea. Pero una parte de ellos les decia que ella no se rendiría, que aunque no llegara a ser Hokage, si buscaría ser una gran Shinobi.

Buscar un "reemplazo" para completar el equipo fué bastante dificil. Casi no les da tiempo para inscribirse en los exámenes.

Era una chica con hermoso cabello púrpura, ojos del mismo color y una sonrisa que denotaba amabilidad. Ella, aquella la cual la aldea le temió durante bastante tiempo, ganó la confianza de ambos chicos, aún cuando ya la conocían desde la academia.

—¡Boruto-kun! ¡Mitsuki-kun!

Llamó la chica desde lejos, corriendo y moviendo su mano derecha en forma de saludo.

—Buenos días Sumire-chan

—¡Lo siento! Se me hizo algo tarde...

—No te preocupes, lo importante es que estás aqui.

La química entre los tres era inegable. Los días pasaban entre risas, chistes, entrenamientos, cuentos, retos y demás; Era realmente agradable el tiempo que pasaban juntos.

Su equipo anterior no quería presentar la prueba ya que no se sentían preparadas aún, por lo que ella decidió unirse al "equipo 7".

Aunque ellos tres se llevaban sumamente bien, Konohamaru no llegaba a agradarle del todo aquella chica. Era muy femenina, tierna, cariñosa, incapaz de matar a una mosca; Y eso le preocupaba a la hora de que les tocara pelear enserio, porque ella... No quería hacerle daño a nadie.

Eso era lo que él respetaba y admiraba de la Uchiha. Peleaba sin dudar, poniendo como prioridad a sus compañeros y su seguridad. Aunque fuera una gruñona que solía explotar con cualquier palabra; Tenía carácter de lider.

Para Boruto todo eran risas y juegos, no se tomaba nada enserio. Mitsuki solo lo seguía y Sumire era demasiado manipulable. No había nadie que mantuviera al grupo en el rumbo correcto, que tuviera carácter. Eso era algo que en cierta forma, le preocupaba.

Los 3 equipos de Kohona que presentarían el exámen estaban rumbo a la aldea de la niebla. Todo el grupo estaba en silencio. El Hokage llegaría hasta dentro de un par de días, durante el primer exámen.

Pasadas unas horas decidieron acampar en el bosque ya que los adultos se encontraban cansados.

—¿Qué te parece, Konohamaru?

La voz  de ChouChou hizo que el Shinobi prestara atención a la conversación que tenían todos alrededor de la fogata. Sonrió con algo de pena.

—Lo siento, no estaba prestando atención ¿A qué se refieren?

—Que cuentes una historia —explicó Mirai— Algo de cuando eras jóven

Konohamaru ignoró el tono en que su prima pronunció el "eras". De todos modos no era como que tuvieran mucha diferencia de edad.

—Bueno... Enrealidad no hay nada interesante que contar. —de pronto una sonrisa se dibujó en su rostro— En la mayoría de cosas emocionantes o divertidas de mi infancia estaba presente Naruto. Asi que se pueden imaginar qué tipo de cosas eran.

Todos rieron.

—¿Conocías al Hokage desde pequeño?

La pregunta de Shikadai fué contestada de inmediato, sin pensarlo mucho.

—Si. Creo que ese día estaba apunto de graduarse de la academia o ya lo había hecho. Me parecía genial que él trasara su propio camino ninja, sin detenerse a pensar en lo que dirían los demás.

El equipo de Boruto, Shikadai e Iwabe guardó silencio un momento. La sonrisa del Sarutobi era muy agradable y cálida. Sus ojos llenos de ilusión fueron suficiente para no decir más y sacar de su ensoñación al castaño.

Boruto no lograba entender a qué se debía la admiración de todos los aldeanos hacia su padre. Ya no lo despreciaba por la "infidelidad" que fué mentira. Pero de igual forma no entendía el cariño que le tenían a ese viejo.

La noche llegó a su climax y pequeños puntos blancos decoraban ese manto oscuro.

Fijó su mirada en ese cielo estrellado.

—Sé que tú también lo estás viendo, este cielo nos conecta una vez más antes de nuestro encuentro, Sarada.

Mi Dobe Favorito [🌸] Naruto Next Generation Donde viven las historias. Descúbrelo ahora