Capítulo 7. Viejos amigos.

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Cuando Àine me dejó sola en la habitación con las dos grandes maletas que contenían toda mi ropa, empecé a examinar bien el dormitorio.

-No está mal esto… -susurré.

La cama era grande, al igual que el armario, o mejor dicho, el vestidor. Era una puerta que la abrías y te encontrabas con una pequeña sala con estantes para los zapatos, perchas para la ropa, cajones para la ropa interior y pantalones, y un gran espejo.

-¡Esto es genial! –di dando una vuelta sobre mí.

Cogí las maletas y las entré en el vestidor, entonces ahí saqué la ropa y la comencé a colocar con tranquilidad. No había prisa ya que la cena iba a tardar en hacerse y no tenía algo mejor que hacer, por lo que me tomé mi tiempo para guardar cada prenda de ropa. Cuando llevaba media maleta de la primera guardada, decidí poner música para hacerlo más animado.

No sé por qué en ese momento estaba feliz, sospeché que el volver a Irlanda me hacía estar de ese estado de ánimo. Sin pensarlo dos veces, cogí una percha y empecé a cantar al ritmo de “Dark horse”, canción de la grandísima cantante Katy Perry, la que en ese momento de mi vida consideraba una gran inspiración y una diosa.

Hacía tiempo que deseaba poder sonreír sin que fuera forzadamente y en ese momento lo estaba haciendo y además reía. Parecía estúpida bailando yo sola y riéndome de mí misma pero no me importaba. Cada día en Cádiz lo pasaba mal porque me acordaba de mi familia pero el estar de nuevo en Irlanda me traía tan solo recuerdos bonitos que me hacían envidiar mi niñez y querer volver a tener ocho años menos. Supuse que fue eso por lo que me sentía feliz.

Paré de bailar y me miré en el espejo que reflejaba a la chica que era antes de la muerte de mi familia, y entonces le vi. Era una sombra borrosa pero sabía que no me lo había imaginado, o al menos eso me decía mi intuición, había visto a Zayn. Me giré bruscamente pero no vi más que una habitación iluminada por la luz que salía del vestidor. Quité la música, terminé de guardar la ropa de una de las maletas y me saqué un pijama de la otra mientras pensaba cómo era posible que hubiera visto a mi hermano.

“¿Y si mi intuición me falla y me lo he imaginado? No es posible que sea un fantasma… no es posible” pensé.

Volví a observarme en el espejo pero la imagen de la niña feliz y buena de antes había desaparecido para dar lugar a la chica oscura en la que me había convertido tras la muerte de mis seres más queridos, mis padres y mis hermanos.

-Me odio –susurré apretando los puños-, ¿cómo he podido sonreír y reír estando ellos muertos? Es como si me burlara de ellos. Me odio…

Después de ponerme el pijama bajé a cenar.

++++

Al día siguiente era viernes por lo que Niall tenía que ir a la Universidad y Brian tenía que trabajar, yo me quedé en casa con Àine, la cuál era ama de casa. Aproveché el día para guardarme el resto de ropa, decorar la habitación a mi gusto y ayudar a mi tía con tareas de la casa.

Después de comer me subí a mi habitación y me tumbé en la cama, pero como no me apetecía dormir me levanté y me quedé mirando por la ventana las buenas vistas que me ofrecía la habitación. Mullingar era una ciudad preciosa y miraras desde donde fuera, te entraban ganas de salir y pasear por sus calles tranquilas llenas del color verde de los árboles y de la alegría de los pájaros. Dudé un momento entre salir a caminar un rato o quedarme viendo series aburridas en la tele, o mejor dicho, las noticias ya que todavía eran las tres de la tarde.

-         Àine ¿te importa si salgo media hora a pasear? Es que me apetece despejarme –pregunté finalmente.

-         ¡Claro que no me importa! Cógete mis llaves para no tener que llamar después ya que tu tío habrá llegado y estará descansando.

-         Vale adiós.

Salí y empecé a caminar sin rumbo fijo observando las diferencias desde la última vez que yo estuve ahí. Cuando llegué a un pequeño descampado cubierto de hierba decidí sentarme a la sombra de un árbol.

-               ¡Mira qué casualidad! Si Niall no bromeaba, Mariluz ha vuelto –dijo un chico minutos después.

Me levanté mirando al chico que tenía delante y después de unos segundos recordé quién era.

-               ¡Brad! El mismo Bradley Simpson.

-               Te ha costado reconocerme ¿eh? Pero me has demostrado que te importo porque te acuerdas de mi apellido.

-               Dios, ¡qué creído! –susurré, pero me oyó-. No es difícil olvidarse del apellido de un viejo amigo, cuando existe una famosa serie con su mismo apellido.

Él se rió y me miró fijamente de arriba a bajo.

-               ¿Hay alguna ley que diga que cuando te encuentres con alguien que haces tiempo que no ves hay que observarle fijamente? –dije sarcástica.

-               Graciosa, guapa, sexy… Me gusta más la Mariluz de ahora que la de antes.

-               No intentes ligar conmigo Brad porque no vas a conseguir ni siquiera mi amistad ¿vale niño?

Levanté el brazo izquierdo para apartarme los mechones de pelo que el viento me había puesto en la cara y Brad pudo ver la cicatriz en mi muñeca.

-               Así que en eso tampoco bromeaba Niall…-dijo lentamente-. Ahora ya entiendo por qué estás tan antipática.

-               Pues si tan antipática te parezco vete y déjame sola.

-               Tranquila que ya me iba –levantó las manos en señal burlón-. No creo que sea un delito dirigirme a mi casa después de haber estado en la Universidad y encontrarme con alguien por casualidad. Adiós.

No le miré, ni siquiera le respondí. Sabía que él sólo había intentado ser majo conmigo, pero mi actitud ante las personas ya no era la misma que antes y además, prefería la soledad.

No sabía el espectáculo que me esperaba en la casa de mis tíos cuando decidí volver, es más, de haberlo sabido me hubiera quedado en aquel árbol disfrutando del día primaveral de ese cinco de junio.

-               Hola Mariluz, ¿te acuerdas de nosotros? –preguntaron varias cabezas cuando entré a la casa.

Les miré uno por uno, eran amigos de Niall que habían sido viejos amigos míos. Me limité a asentir y a cruzarme de brazos para evitar que se fijaran en mi brazo, a partir de ese día decidí ponerme un pañuelo.

-               ¿Es que no les vas a saludar? –intervino Niall.

-               Hola chicos y chica de los cuáles no recuerdo el nombre de todos, estoy encantada de veros de nuevo pero ahora mismo tengo cosas importantes que hacer, adiós.

Les dirigí una sonrisa forzada tras decir esas palabras que no podían ser más falsas todavía y me dirigí a mi cuarto. Durante la cena, mi primo me reprochó que había sido muy antipática con los dos chicos y la chica, los cuáles habían pasado la tarde ahí para estudiar juntos.

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Hola queridos lectores ¡que ya sólo quedan 2 semanas para terminar el insti! Esta semana he tenido dos exámenes que eran facilitos, por lo que pude escribir este capítulo y hoy lo he subido, pero las siguientes dos semanas tengo más exámenes así que hasta el 19 o 20 o ese fin de semana, no escribiré más. 

Como habréis comprobado, al final he decidido añadir a Bradley Simpson de The Vamps, porque yo desde un principio quería que este fanfic fuera sólo de TV, pero como hice votaciones.... De todas formas, Brad quedó cuarto con un total de 7 votos, empatando a Harry.

Muchos besitos queridos lectores, y no olvidéis

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Wild Heart. {Tommo's fanfic} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora