Capítulo 23. Perderte.

123 6 5
                                    

El lunes y la mañana del martes pasaron lentos. Como estaba desesperada porque llegara la hora de mi sesión con mi psicólogo, a los cinco minutos que me ponía a hacer algo provechoso, dejaba de hacerlo bruscamente. Y eso mismo pasó el lunes por la mañana, cuando cogí mi libro favorito llamado “Canciones para Paula” y en seguida lo cerré fuertemente haciendo que Niall se girara hacia mí para ver qué había pasado. Las veces que me había leído es trilogía escrita por Blue Jeans eran incontables, nunca me aburría de leerla, pero durante esos días ni siquiera tenía ganas de releerme el primer libro. No me apetecía nada excepto que llegara la hora en la que Louis nos contara a Aidan y a mí lo que sabía.

No tenía la menor idea de la relación entre los secretos de mi familia y el mejor amigo de mi primo, y bien podría estar gastándome una broma para dejarme en ridículo como yo hice con él en la fiesta, el día que lo conocí. Sin embargo, confiaba en Louis. Estaba cabreada con él por motivos que bien podrían ser tonterías para cualquier persona, pero eso no evitaba que yo me fiara de cada una de las palabras que decía. Era como si me contradijera a mí misma: me cae mal, pero pongo un voto de confianza sobre su persona. Sin sentido, lo sé. Además, de que esos dos días Louis fue la persona que ocupó cada rincón de mi mente. Si no estaba hablando con Àine o Brian, mi cabeza mantenía una conversación con ella misma repitiendo todo el rato las mismas palabras dichas por Louis: “Puedo ayudarte si tú me dejas, tengo respuestas a algunas de tus preguntas”. Bien me podría haber vuelto loca durante esas casi 48 horas, sin embargo, aguanté.

-Hola Mariluz, ¡qué ganas tenía de verte! Hacía mucho que no te veía a causa de tu escapada –dijo Aidan en cuanto entré por la puerta.

Le sonreí nerviosamente y él advirtió que algo ocurría.

-¿Va todo bien? Te noto preocupada… No, preocupada no, ¿estás nerviosa por algo?

-Louis Tomlinson tiene que venir ahora. Pasó algo raro mientras dormía en mi cama que ahora sabe lo de los fantasmas y todo, dice que…

Unos golpes en la puerta me interrumpieron.

-Debe de ser él.

Me dirigí a abrir y en efecto, era Louis. Me sonrió dulcemente y noté algo curioso en sus ojos, era una chispa de alegría.

-A ver, me debéis una explicación. Pero antes de nada, ¿sois novios vosotros dos?

-¡No! ¡No, por favor! –grité yo fuertemente.

Me giré hacia Louis mientras decía eso y pude observar cómo esa chispa de alegría que había visto antes en sus ojos, desaparecía para dejarlos vacíos, tristes.

-Vale, eso ya me ha quedado claro ¿entonces qué hacía Louis durmiendo en tu habitación Mariluz?

-Mejor que te lo explique todo él, yo estaba en España en esos momentos.

Cogimos asiento los tres de manera que nos podíamos ver las caras fácilmente y Louis empezó a contar su sueño.

-Cuando me desperté, me había parecido todo tan real que necesitaba comprobar si había sido producto de mi mente o no. Entonces, encontré las cartas y las hojas de diario. No necesité leerlas para saber lo que ponía, el sueño me había revelado cada una de las cosas. Pero… hay algo que no te dije Mariluz.

-¿El qué? ¿El qué no me dijiste? –añadí con los nervios a flor de piel y con las primeras lágrimas asomando- ¡Por Dios Louis llevo dos días esperando a que me cuentes lo que sabes, estoy desesperada!

Aidan paró a Louis antes de que dijera nada. No quería que contara algo estando yo tan nerviosa. Me dio un vaso de agua y después de respirar un par de veces hondamente y tragarme las lágrimas como tantas otras veces había hecho, el psicólogo dio permiso al chico.

Wild Heart. {Tommo's fanfic} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora