Otro día más
pasará y se irá.
Pero primero empezar,
y hacer, respirar.
Empieza la función
sin ensayo previo;
improvisación absoluta.
Y no hay que decepcionar,
ni al público
ni al presente
ni a los demás.
Cabalgando el día
subida a su silla,
lo intento domar
y hacer un paseo ligero.
Y al final me sentaré,
y pensaré,
''¿qué tal?''
Otro día conseguido,
sin ninguna novedad.
Me secaré el sudor
y por fin, respirar.
Porque vivir es muy duro,
para bien
o para mal.