𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒐𝒔 (Randy Cunningham x tu)

►𝓒𝓱𝓪𝓹𝓱𝓮𝓻 𝓯𝓲𝓿𝓮

↷✦; ¿𝚀𝚞é 𝚎𝚜 𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘? ❞

❥ 𝓕𝓲𝓻𝓼𝓽 𝓟𝓪𝓻𝓽

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Minutos antes 

Un joven de cabelleras hebras se encontraba junto a sus amigos en el juego de skee ball, aparentemente había conseguido un puntaje bastante aceptable aun así que no lo dejó conforme cuando aquellos boletos de juego empezaron a salir, toda su alegría se bajó de golpe cuando pudo ver que con dificultad no pasaban de ser 10, con un gesto de malogro en su rostro tuvo un pensamiento por su mente, para ser específicos la idea de cambiarse de juego cosa que sin volver a meditarlo una vez más se fue dejando a los contrarios detrás por desinterés y prácticamente porque no quería interrumpir a la "parejita".

Paso por paso sus ojos avellanaba saltaban de lugar en lugar a la vez que se acariciaba la mandíbula en busca de alguna maquina que llamará su atención o que al menos no estuviera ocupada. De repente, una voz robo su miramiento, justo ahí un varón de un cabello castaño largo presumía a grandes voces su talento sobre el juego de baile, era el dueño de variadas miradas, algunas de asombro, felicidad pero también de mucha molestia, y Howard no era la excepción puesto que esa actitud tan arrogante y tan apretada por parte de ese muchacho hacían que el de los bellos ojos avellana rodara los ojos y se cruzara de brazos.

— ¡Ja!, perdedores... —decía aquel arrogante chico— nadie jamás logrará obtener mi puntaje, ¡Nadie!. Soy el número uno, el mejor de todos —rio grotescamente.

— Que tipo tan absurdo, ¿Tan feliz por un tonto puntaje?, pff —chisto Howard.

— ¿Qué has dicho? —se giró en cuanto las palabras del chico de menor estatura llegaron a sus oídos— ¿Acaso estas celoso de mi? —arqueo la ceja con sus manos en la cadera.

— ¿Celoso? —inquiero burlándose— ¿De?... —dijo con el labio superior levantado, labio inferior también levantado, y empujándolo hacia arriba del labio superior, nariz arrugada, mejillas levantadas, con las cejas bajas, empujando hacia abajo al párpado superior.

— De que un simple chico como tú nunca lograría superarme ni aunque yo tuviera los ojos vendados —puso una de sus manos a la altura del pecho levantando el mentón y poniéndose de forma erguida con sus parpados abajo.

— ¡Sería capas de hasta quitarte el trono! —lo señalo retante cosa que por principios genero que el de cabellos castaños al principio abriera sus ojos y elevara sus cejas hasta derrumbarse en risas, en grandes carcajadas bufonas.

— Si claro... —dijo incrédulo— si esas no son solo palabras ven y demuéstralo —fue ahí que en parte Howard se sintió algo arrepentido puesto que ahora todos tenían sus ojos en el a la espera de que cumpliera dichas palabras que el pobre había lanzado al aire sin querer.

— Ehhh, en realidad... Tenía planeado ir a otras maquinas para conseguir más boletos y poder ganar esos dados decorativos de oro —jugaba con sus dedos desviando sus iris con nervios.

— Vamos, ¿A qué le temes? —mordió levemente su labio inferior— ¿Qué tal si hacemos una apuesta?. Si yo ganó no volverás a entrar al foso de juegos nunca jamás —abrió sus ojos con una sonrisa amplia mientras fruncía sus cejas.

— Y ¿Si yo ganó? —dijo serió.

— Si esa desgracia llega a ocurrir dejaré que tengas todos mis boletos —contestó con narcisismo.

— ¿Qué más? —inclinó su cabeza.

— Seré yo quien deje de venir a este lugar para siempre —movió con levedad los hombros.