𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒐𝒔 (Randy Cunningham x tu)

►𝓒𝓱𝓪𝓹𝓱𝓮𝓻 𝓔𝓲𝓰𝓱𝓽

↷✦; 𝙽𝚞𝚎𝚟𝚊𝚜 𝚏𝚛𝚘𝚗𝚝𝚎𝚛𝚊𝚜❞

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Un sonido delicado inundaba aquel negro alrededor, una respiración constante pero realmente suave llenaba los pulmones de _____ quien trataba de abrir sus ojos, una luz luminosa la cego por minutos en los cuales ella intento aclarar su visión. Tomó tiempo para finalmente ver bien, o bueno, al menos no tan borroso, ahí pudo notar una peculiar habitación, sus orbes _____ se posarpn en cada parte del lugar conllevandola a poder identificar en donde se encontraba, la enfermería de la escuela.

— Ugh, mi cabeza —se quejó cerrando sus ojos con un poco de fuerza arrugando el ceño a su vez que fruncia su labio superior, mostrando un poco sus dientes. Elevó su mano derecha a la cabeza en busca de un golpe pero la auscencia de este le hizo pensar que talvez se trataba de un dolor interior.

— ¿Mmm? —una enfermera se dio vuelta al escuchar a la adolescente quejarse, camino hacia ella haciendo sonido con cada pisada que daba debido a sus tacones ciertamente altos, la mujer adulta al ya estar a un costado de la menor habló— veo que ya estas mejor —expresó buscando algo en su bata— toma, son pastillas para el dolor de cabeza, te haran sentir mejor —dijo dandole las ya mencionadas para luego alejarse en busca de un vaso.

— Ahg, ¿Qué fue lo que me ocurrió? —menciono a si misma, aun así siendo esa pregunta tomada en cuenta por la enfermera.

— Tuviste un desmayo, dormiste por al menos 1 —tomó un vaso y se dispuso a llenarlo de agua— lo más probable fue que entraste en estado de chock por lo que paso con el "simulacro de monstro" De hoy, tuviste suerte que uno de tus compañeros te encontró y te trajó conmigo, estabas tan alejada del campus y tu estado era muy malo, estabas demasiado pálida y helada —le aproximo el vaso ya lleno de agua.

— Gracias —decidio tomarselo junto a las pastillas.

— Necesito que me des tus datos antes de irte —tomó un papel y boligrafo.

— Esta bien —la joven empezó a dictarle cada cosa hasta que un muchacho de cabellera negra y larga hizo aparición. Entró un poco tímido al lugar, robando la atención de ambas feminas.

— Hola Julián. ¿Lo de siempre? —saludo la mayor con una sonrisa.

— Si —asintió con una risa boba.

— Esta bien, pero trata de no venir tan seguido —rió— no quiero que se den cuenta que le regalo duces a un alumno—dijo haciendo lo ya mencionado— ten, pero es la última.

— No prometo nada —rió tiernamente, se giro a ver a _____— hola srta. Cadáver —menciono aquello sin burlarse, es más, lo dijo como si de un apodo dulce se tratara.

— ¿Srta. Cadáver? —cuestiono causando que la adulta riera.

— Ay, Julián. Tú y tus apodos —giro los ojos con una risa burlona— no se si conozcas a Julián ya que eres nueva, pero fue el quien te encontró y dio aviso —extendio su mano derecha hacía él.

— Pense que eras un cadáver aun fresco, aunque el que estes aun viva es una completa lastima para los gusanos come carne porque de perderan de disfrutar la más deliciosa carne —dio una sonrisa amplia cerrando sus ojos.

— ¿Qué? — _____ dijo desconcertada.

— Tomalo como un alago, en idioman Julián es un "Eres linda" —el joven peli-negro se rasco la mejilla ruborizado sonriendole a la contraria lo que le transmitio cierta "Tranquilidad"— Julián, ¿Porqué no te llevas a _____ a clases?, así  cualquier cosa no estas sola —explicó mirando a ambos, para luego solo concentrar su vista en la chica— cuaquier cosa que sientas te hace libre de venir a verme, te recomiendo que comas muy bien el descanso, así recuperas energía.