𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒐𝒔 (Randy Cunningham x tu)

►𝓒𝓱𝓪𝓹𝓱𝓮𝓻 𝓢𝓲𝔁

 ↷✦; 𝙿𝚊𝚜𝚊𝚍𝚘❞

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Aquel sin dudar fue un día completamente lleno de emociones, muchas de ellas demasiado chocantes incluso para _____ más sin embargo no importaba por que la felicidad y la alegría fueron compañeros fieles en todo momento, pero... Había algo... Algo demasiado inexplicable, ¿Qué era ese extraño sentir en su interior?, ¿Porqué dentro de ella habitaba algo desconocido?, ¿Era hambre?, ¿Era tristeza?, ¿Era fastidio?... ¿Era... Miedo?... Eso no la dejaba tranquila, algo que le martillaba la cabeza constantemente a su ve que ya hacia en casa tratando de comer ese alimento que su madre preparó para ella, fue casi de inmediato que esa mujer adulta logró darse cuenta que algo en su hija no iba de buena forma, tenía su mirar extraviado que empezaba a desasosegar en su totalidad.

— Veo que no has tocado el plato... —dijo mientras introducía su tenedor en el pedazo de carne recién cortado.

— Mhm —su tono fue de cierto desanimo y/o de desconcentración. 

— Vamos _____, ¿Qué te esta ocurriendo? —se llevó un poco de comida a la boca seguido de decir esas palabras.

— Es solo que hay algo que me inquieta un poco... —hizo un ligero movimiento de hombros.

— ¿Qué es? —apoyo su cabeza sobre sus manos ladeando un poco la cabeza.

— Me he sentido... —se pauso frunciendo su ceño sin tensarlo mucho, más bien curveando ambas cejas al mismo tiempo que su mirada mostraba vacío— ...Diferente... —expresó casi musitándolo  con los ojos esta vez caídos sobre el suelo.

— Entiendo —la mamá asintió suavemente— supongo que aun es difícil intentar adaptarte, ¿Verdad?. Conocer cosas de las que no sabias... Sentir emociones nuevas... e incluso —agregó— darte cuenta que... No todo es bueno —suspiro profundamente cerrando sus ojos con tristeza a la vez que los dedos de su mano derecha tocaban con la yema la sortija de matrimonio puesta en el dedo anular, "el dedo conectado al corazón".

— Es todo tan... Extraño, mamá —movió la cabeza mientras movía igualmente sus manos— no se ni siquiera como se llama lo que siento en este momento —arrugo la nariz, apretó los ojos de forma que unas cuantas líneas se formaran cerca del lagrimal, sus labios se pegaron ejerciendo presión sintiendo como una sensación en su nariz la cual la alertaba de que estaba entre la frontera de empezar a derramar lagrimas causadas por esa terrible frustración. 

— Mi amor —se levanto se la silla y se agacho al lado de la chica sonriéndole con dulzura curveando sus cejas y dejando marcadas unas líneas bajo el parpado inferior entre cerrando de forma pobre sus ojos— esta bien sentirse así. ¿Sabes porqué?, porque tienes la oportunidad de lograr conocerte, saber lo que te hace triste, lo que te enoja y lo que te hace feliz, estas en una etapa en la que tener miedo y confusión es muy normal puesto que estas llegando a un nuevo mundo y solo buscas como adaptarte a su ambiente —paso un mechón de la muchacha tras su oreja— te darás cuenta que hay muchas cosas de ti que no conoces... Cosas que —sumo más emoción a su voz— te dejarán asombrada mi vida. Pero —movió su dedo índice frente a ella— jamás, JAMÁS —resalto aquella palabra— te avergüences de lo que eres, porque vales mucho  por quien eres.

— Gracias mamá —la abrazo con sus ojos hechos cristal, la adulta respondió al abrazo acariciando su cabello y espalda.

— No te preocupes cariño, siempre estaré para ti... Siempre —amplió ambas comisuras de sus labios.

(Multimedia)

Hace ya muchos años atrás nació una pequeña niña, era preciosa ya que poseía una piel en un tono _____ que la hacía ver tan tierna, un cabello _____ pero sobre todo unos ojos... Esos ojos... Verdes, tan profundos, tan perfectos, tan encantadores... Tan... Aterradores. Paso el tiempo hasta que esa dulce pequeña logró obtener un muy reducido entendimiento pero el indicado para saber que solo tenía a su mamá, "¿Dónde esta papá?" "¿Cuándo vendrá papá?" "¡Quién es mi papá?" , eran constantes preguntas que esa chiquilla le hacía a su mamá cada noche, con el tiempo una tristeza la invadió cuando prohibido y no puedes fueron las palabras que su mamá empezó a usar... "Esta prohibido que vayas a la escuela", "esta prohibido que hagas preguntas sobre tu padre" "No puedes decirle a nadie como te sientes".... "No puedes... salir". Con el paso del tiempo se encerró en su burbuja, en su "cuarto del pánico", alejada de un mundo al que desconocía, al que se cuestionaba, al que... Temía con mucho pavor.