►𝓒𝓱𝓪𝓹𝓱𝓮𝓻 𝓣𝓱𝓲𝓻𝓽𝓮𝓮𝓷

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↷✦; 𝙴𝚕 𝚙𝚊𝚓𝚊𝚛𝚘 𝚎𝚗 𝚕𝚊 𝚓𝚊𝚞𝚕𝚊❞

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Esa muchacha de los bellos, pero ahora cristalinos orbes _____, de los cuales finas y delicadas lagrimas brotaban como el agua de la cascada más procelosa pero a su vez diáfana. Sus manos, llenas de juventud divina y abrasadora, ahora eran frígidas e íngrimas, las cuales a su vez bailaban al compas del temblor de su grácil cuerpo. Los ángulos interiores de sus ojos ya hacían arriba, la piel de las cejas formaban un triángulo, las comisuras de aquellos labios que eran de ese llamativo y precioso color rojo tiritaban. La respiración se había vuelto inconsecuente, el fino hilo de una voz normal se había roto en una de desconsuelo. ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué?, su mente repetía una y otra vez aquella interrogante; el sonido a su alrededor , los autos, las personas, el viento, los árboles moverse, todo eso se habían trastornado en esas malditas risas, esas palabras tan ensordecedoras y crueles. Aunque, lo que más atormento sus adentros fue escuchar claramente como esas voces de las cuales salían palabras tan grotescas y horribles, era... Su misma y propia voz.

Aparto sus manos de su rostro por unos minutos, y observo como estas estaban cadavéricas y trepidantes, movió abrupta su cabeza en busca de alejar esos malos pensamientos e intentar calmarse a pesar de que esas emociones eran simplemente algo que ella no reconocía o identificara de forma correcta, asumiendo inclusive que podría tratarse de alguna enfermedad. Sintiendo sus piernas endebles, cayó al suelo ensuciándose de lodo, murmullo algo molesta, poniéndose de pie; paso el largo de su dedo índice en el lagrimal en busca de callar ese llorar. Sin más, intento caminar para lograr ceder ante la armonía, o al menos para que su madre no descubriera ese estado tan deplorable en el que se encontraba su corazón. sus pasos eran un poco torpes y lentos, su mirada estaba vacía y transparente, su cuerpo era  gélido, lo cual hizo que se abrazara a sí misma en busca de ese tan grato calor. su postura era algo inclinada hacía delante demostrando ese desanimo que la consumía, y sus orbes iban al compas de los pasos que sus débiles pies daban. Era una bailarina que se movía al ritmo de una sonata de dolor, inseguridad y tristeza.  

Por más esfuerzos que quiso dar, su vista se volvía una y otra vez borrosa por culpa de esas traviesas lagrimas quienes tenían lo que ella sentía que no podía tener... Esa libertad. Apretó la mandíbula y arrugo la nariz, pero nada... ¡Nada!, una, otra, muchas, empezaron a escaparse de sus ojos de cristal. El cielo quien se conmovió de la muchacha no se quedo atrás, pues este dio inicio a llorar, una ligeramente recia lluvia hizo presencia en las calles que poco a poco fueron haciéndose solitarias. Por el contrario de _____, quien simplemente ignoro todo a su alrededor y siguió caminando. En la lóbrega habitación de aquel joven muchacho de los cabellos violetas indagaba un sentimiento de melancolía, a pesar de que esa tarde estaba libre de tareas o alguna otra labor que harían de ese día ideal para jugar algún videojuego o ver alguna de sus películas favoritas, simplemente no, el ánimo y energía que caracterizaban al varón habían tomado unas vacaciones. Dejó fugarse un suspiro a la vez que cayó en su cama, ¿Dónde estaba esa valentía que lo hacía ser el ninja?, ¿Dónde?, ¡¿Dónde?!, golpeo ambos  bordes de la cama con su puño izquierdo y derecho, una, otra y otra vez sintiendo de nuevo esa inutilidad.  Contrajo ambas cejas al mismo tiempo, tenso el párpado inferior;  con una mirada dura en los ojos, los cuales   parecerían prominentes y apretó sus labios con sus comisuras rectas, era totalmente capaz de luchar contra todo tipo de bestias excepto con una... La que tenía por nombre "amor". poso su mano derecha cerca del corazón, apoyando las yemas de sus dedos índice y el dedo medio en dicho lugar, maldijo a lo bajo por sentirse.

Se sentó en su cama donde también aprovecho para frotarse los ojos un poco, pues le estaban ardiendo un levemente por llorar. Tal vez necesitaba despejarse, fue en busca del control de videojuegos sin embargo al hacer esto sin poder evitarlo su mirada se cruzo con la ventana la cual mostraba un paisaje lluvioso y algo desierto sino fuera por esa única persona que llamó su atención, se paro al ver que ese individuo no se movía, parecía estar sentado bajo esa lluvia que ahora era ligeramente torrencial, se acerco a su ventana para verla más de cerca ya que esta estaba sentada en una esquina de la calle que se encontraba moderadamente lejos de ahí, inmediatamente al hacer esto se sorprendió, ¿Cuál sería su sorpresa?, aquella persona no era nada más ni nada menos que _____, quien ya hacía empapada de pies a cabezas de ese aguacero. No daba crédito a lo que sus ojos veían, en serio era ella. Un millón de preguntas se vinieron a su cabeza en ese momento, las cuales no tuvieron tiempo de ser respondidas ya que esta vez no se iba a quedar como un cobarde observando a la distancia. Fue en busca de un paraguas y corrió a la puerta de salida para ir tras _____.

𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒐𝒔 (Randy Cunningham x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora