One.

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Julia.—

Nos sentamos por fin en la mesa. Patrick comienza una animada charla después de una disimulada seña proveniente de mis ojos. Bruno le sigue la charla, y el ambiente va disminuyendo su tensión.

Evan habla poco y a cada rato me lanza miradas de preocupación. Para tratar de disimular un poco me integro a la charla naturalmente.

Maldito imbécil, le había pedido que se borrara, pero que me iba a imaginar que era él quien había salvado a Evan.

—y... ¿Pues cómo conoces a Julia?— pregunta Evan sonriendo. Pero conozco lo suficiente a Evan  como para saber que esto no le causa nada de gracia.

— Nos conocimos en una fiesta en Costa Rica. Ella estaba sola, yo andaba buscando a unos amigos y pues nos encontramos.

Mis ojos no se fueron de encima de Bruno hasta que me quedé tranquila. Pero Bruno es Bruno y cuando se propone algo....

—Luego de eso anduvimos un tiempo juntos.

Evan lo miró con ganas de matarlo. Patrick estaba alerta por si necesitaba detener Evan en su intento de matar a Bruno y yo pateé a Bruno por debajo de la mesa.

— Así que fueron pareja.— Evan me mira y sonríe tratando de disimular, pero Bruno ha desatado el caos.

— Bueno, eran otros tiempos...—intervengo tratando de sonar tranquila.

—Totalmente.— concuerda Bruno dejando los cubiertos de lado y limpiando su boca con una servilleta.— es cosa del pasado. La verdad que no pensé que podría encontrar a Julia. La ciudad es tan grande y llena de cosas por hacer que en lo que menos pensé fue en encontrarmela.

—Claro, claro... es el destino— comenta Evan.— todo sucedió de una forma muy poco convencional.

—¿Cómo estás de tu hombro?

—de maravilla, dentro de poco dejaré los antibióticos.

—Genial, de verdad me alegro.

El almuerzo no dura más de lo pensado y Bruno se va, despidiéndose de todos.

Con Patrick nos apuramos en ir a la cocina con los platos y aprovechar unos minutos a solas.

—¿Por qué no dijiste antes que andabas con este tipo?— susurra reprochando.

—Porque no sabía que era él quien salvó a Evan. Yo lo hacía en Costa Rica.— respondo molesta.

Evan aparece en la cocina y nos obligamos a callar y a seguir lavando los platos sucios. Se queda guardando un par de cosas en la nevera y luego se va.

Patrick se estira la cabeza para ver si realmente se ha ido y luego me mira severo.

—Cuéntale todo, ya sabes como se pone...

—Lo haré. Lo prometo.

Patrick se queda dando un par de vueltas más en el apartamento por mi pedido. Ya que si se va, voy a tener que someterme al cuestionario. Pero inevitablemente tiene que irse.

Se despide y nos deja solos.

Naturalmente me siento en el sofá y prendo la televisión despreocupadamente para hacer un zapping fugaz.

— No sabía que tenías otra historia amorosa.

Ya me lo veía venir.

Evan.—

Un tipo alto, moreno, de cabello corto a la moda, bien musculoso, con ojos miel y dientes tan blancos que si lo miras fijo te puede ocasionar ceguera.

Necesitaba preguntarle por él.

—Fue algo informal, nada serio.— habla despreocupada.

—Pero debió ser bueno porque ni bien te vio fue a abrazarte.

Ella suspira y me mira suplicando— no fue nada, Evan. Estuvimos unas semanas y me largué. No quiero una escena de celos ahora.

Me siento a su lado y la abrazo.— no es una escena de celos.— beso su cabeza.— para nada, sólo quiero saber quién fue en tu pasado. Eso es todo. Confío ciegamente en ti y en lo que tenemos.

Ella me mira y me besa suavemente.— gracias. Yo también confío en ti y en lo que tenemos.

—Estoy con ganas de postre.— beso su mano.—¿Quieres que vayamos por algo chocolatoso y rico?

—Y luego nos metemos a la cama, porque con este frío sólo me dan ganas de estar contigo.— me abraza y se acurruca en mi pecho.

—Clado que sí, preciosa. Tenemos todo el día para flojear en la cama.

***

Julia duerme abrazada a mi pecho. Yo acaricio su cabello y miro a la pared aún sin poderme sacar de la cabeza al tipo este.

Tengo curiosidad de saber qué más pasó, quién fue él, que hicieron en ese tiempo que estuvieron juntos. Si ella lo quiso, sí él la quiso.

Claramente es una casualidad que la encontrara. Pero también fue una casualidad que Julia y yo volvamos a encontrarnos. ¿Y sí sucede lo mismo pero con este idiota?

Tomo mi celular y entro a las redes para hacer el trabajo de investigación.

Entro en Facebook y pongo su nombre en el buscador. Me cuesta un poco encontrarlo pero al final encuentro su perfil.

Foto de portada: una playa y el atardecer.

Foto de perfil: el sin camisa en la playa.

Creo que este es el momento en el que me arrepiento de haber comido postre. Y de haber dejado de ir al gimnasio.

Los hombres también sufrimos esto.

Publicaciones en Español que no puedo ni adivinar de que tratan.

Fotos. La mayoría en la playa o en bares nocturnos con grupos de amigos.

Pues la verdad que nada raro o de qué quejarse. Es un chico normal y corriente como cualquiera.

Todo viene bien hasta que en una de las fotos viejas encuentro una de él con Julia. Están en la playa, con un atardecer de fondo. Aún en traje de baño los dos. Hay un pie de foto. El cual demoro en saber su significado porque tengo que ir al traductor para saberlo.

"Ver el atardecer contigo no tiene precio, te quiero mi reina".

¿Mi reina?

Regresaras a mis Brazos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora