Seventeen.

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Julia—


Cuando voy llegando a la salida, me topo de frente con Evan. 

—Oh... Estaba buscándote.— sonrío tratando de no parecer irónica.

—Pues me encontraste. — me abraza y deja un corto beso en mis labios. — toma mi mano y me conduce de nuevo a donde estábamos con James, Carlos y Susan.

Algo no anda bien y quiero saber qué es pero tampoco quiero hacer un escándalo. Es decir, por fin que me libero del idiota de Bruno y ahora ésta misteriosa chica y Evan acompañándola a no sé donde mierdas. 

Bueno, respira Julia. Tal vez es la música y los tragos que has estado tomando. Tú no eres celosa. Tal vez si haces un par de preguntas verás que estás exagerando todo. A demás Evan no va a mentirte, él te quiere y no tiene secretos que esconder así que...

Tomo la mano de Evan tratando de bailar y me acerco un poco a él. — ¿Dónde estabas? ya quería bailar contigo. 

Él sonríe pasa su mano por mi cintura. — Sólo fui a fumar.

Primera mentira: Tu cajetilla de cigarros la tengo yo en mi cartera y que yo sepa no la has sacado de allí. 

Siento un nudo formarse en mi garganta. ¿Vieron esa sensación de "hey, sé la verdad, estaba esperando que me la dijeras pero me estás mintiendo, debería mandarte a la mierda ¿no?"? 

Bueno.

Río levemente. — Yo tengo tus cigarrillos aquí. ¿Qué estuviste fumando? — arque una ceja y lo miro de forma picara.

Él ríe. — Me convidó un cigarrillo Patrick, lo tenía en el bolsillo. 

Segunda mentira: Aunque hubieses conseguido uno suelto por ahí, ¿crees que no sé cuando es que fumas un cigarro? No tienes olor  a tabaco y tampoco has escondido el olor con un chicle de menta. 

Evan me da un par de vueltas y luego acerca su boca a mi oído para besarme lentamente. Pero la verdad lejos de parecerme satisfactorio, me da escalofríos. ¿Quién era esa chica y por qué sigues mintiéndome Evan? Me alejo de él bruscamente.

—¿Qué sucede?— pregunta.

—Ah.... es que.. sabes creo que esos tragos me pegaron un poco. — sonrío. — iré al baño, vuelvo enseguida.

No espero una respuesta de él y salgo entre la gente en búsqueda de un baño. La música no me deja pensar y no es mentira que los tragos están haciendo efecto en mi, porque siento un incipiente dolor de cabeza.

Evan—.

De un momento a otro Julia se pone un poco tensa y me llama demasiado la atención. Me acerco a James y a Malcom y les pregunto si algo pasó, si ese idiota de Bruno volvió a molestarla o qué.

—No vino nadie, pero creo que Julia te vió salir.

—¿Me vió salir? Me vió salir a donde. — pregunto un poco exigente.

—No lo sé. — James se encoje de hombros. — Tú dime. ¿A dónde fuiste?

Niego con la cabeza. Carajo. Si Julia realmente me vió salir con esa loca pues ya metí la pata hasta el fondo mintiendo.

— A ningún lado. — frunzo el ceño. La noche ya es una mierda.

Espero a que venga Julia, que tiene una cara que realmente no es de las más simpáticas. Seguro está de mal humor en estos momentos. 

Me acerco a ella y tomo su mano. Ella me mira y sonríe débilmente. Aaaay ya estoy hasta la madre. Me inclino a su oído y le pregunto si quiere que la deje en su casa. Ella vuelve su mirada hacia mi y asiente casi sin ganas. 

Terminamos despidiéndonos de todos y subimos en mi motocicleta sin decir una palabra. 

***

Julia.—

Camino hacia la UCLA marcando por décima vez el número de Clarie. Esa chica ha estado desaparecida por varios días y no es propio de ella este estado.

—Clarie, por favor, te extraño y estoy preocupada por ti. Hace días no te veo en ninguna clase, ¿sabes que puedes confiar en mi, verdad? te amo, mándame un texto ni bien escuches este mensaje. 

Cuelgo y tomo mi frente. Tal vez debería ir a su casa y ver como está, pero antes de nada el nombre de Steve aparece por mi cabeza. Marco su número de inmediato.

—Hola. — siento su voz del otro lado.

—Steve, ¿Cómo estás?— hablo mientras sigo caminando.

—Bien ¿y tú?

—Bien... oye, sabes... estuve llamando a Clarie, por varios días pero no contesta y estaba pensando en ir a su casa pero no sé si es que la voy a encontrar allí...

—Yo también estoy preocupado por ella, incluso su madre, dice que se la pasa en su habitación sale para comer algo y después vuelve a meterse allí, pero no le quiere abrir la  puerta a nadie.

—¿Crees que le haya pasado algo malo?— cada vez me aflijo aún más por Clarie.

—Algo malo debió sucederle. Clarie no se deprime por nada.

Cuelgo. Al carajo con las clases, mi amiga me necesita. Miro mi billetera, no tengo demasiado para un taxi y la casa de Clarie queda un poco distante. 

—Carajo, no tengo idea de que autobús me dejará cerca. Mejor le llamo a... 

Estaba a punto de marcar el celular de Evan, pero me detuve al recordar su mentira de la noche pasada. Él y yo no hemos hablado aún sobre eso, ya debe haberse dado cuenta de que lo he descubierto, por eso tampoco ha insistido en hablar conmigo. Sin embargo, me entristece aún más que no haya tratado de hablar conmigo o si quiera preguntarme si todo estaba bien. 

Más tarde arreglaré ese problema. Ahora debo encargarme de llegar a la casa de Claire.

Marco el celular de Patrick, pero me da al contestador. Una, dos, tres veces. No atiende. Maldigo de nuevo. 

Dios, necesito una solución.

Siento la bocina de un auto y miro casi asustada. Es Bruno quien saluda desde el semáforo en rojo.

—Hola Julia.— levanta una mano.

—Hola.— sonrío no con tanta simpatía. Aún me parece extraña toda su actitud.

—¿Estás bien?

—Si... 

Por un momento pienso si es adecuado que le pida el favor, pero por otro me urge llegar a casa  de Clarie.

— de hecho no. — me acerco a la ventanilla de su auto. — necesito un favor.

—Sí, lo que sea. — sonríe.

—¿Podrías dejarme en casa de una amiga? algo sucede y no contesta mis mensajes... — tomo mi cabeza. 

—Claro, seguro. — cambia su expresión a una seria. — sube.

Me subo a su auto y me abrocho el cinturón. 

—Gracias, Bruno. Me salvaste.

—No hay nada que agradecer, Julia. Para eso están los amigos.

Siento que no está bien que me suba a su auto, pero por otro lado me preocupa más Clarie de lo que pueda llegar a suceder con Bruno. Sólo espero que Clarie me atienda y me diga qué sucede.

Evan.—

¿Por qué mierdas Julia se está subiendo al auto de ese tal Bruno?



Regresaras a mis Brazos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora