Four.

1.6K 115 5
                                    

Julia—

Miro a quién es el que me sostiene y veo a unos ojos miel luminosos y una sonrisa tierna en su rostro.

—Lo siento, es mi culpa.— sonrío avergonzada.—por esquivar a tanta gent...

— Tranquila, No pasó nada. ¿Tú estás bien? ¿Cómo te llamas?— Preguntó colocando sus manos en sus bolsillos delanteros.

—Julia. Eh... ustedes lo pronuncian diferente.— me encojo de hombros.— es "Shulia" pero ustedes le dicen "Julia"

—Para ser gringa hablas muy bien español. 

—Gracias.  Aún no me has dicho tu nombre.

—Bruno. Se pronuncia igual en los dos idiomas. — ríe. Es una de las sonrisas más perfectas que he visto en algún tiempo.

Agacho la cabeza. — Perdón, parezco una idiota. Tomé unos cuantos tragos. En fin, te dejo seguro tienes a amigos esperándote así que...

—¿Andas sola? Ven quédate con nosotros. Te vas a divertir. 

—Eh...— miro para todos lados un poco nerviosa. No es como que me quedaba con cualquier extraño así como así. Había tomado pero no tanto como para no tener sentido común. — no, yo... mejor me voy, no te preocupes.

Él se sonríe de vuelta y me toma de la mano. — por lo menos concédeme un baile.

La música estaba en su climax. Él ya tenía mi mano. Así que no me negué.

Bailamos, nos reímos, seguimos bailando. Para cuando me quise acordar ya íbamos como cinco canciones. 

Un moreno se acerca a nosotros y le dice algo en el oído a Bruno, Bruno le dice que no hay problema que se quedaría conmigo.

—¿Tus amigos se van?— pregunto.

—Sí, pero les dije que me quedaría contigo. Nos estamos divirtiendo bastante como para cortar todo aquí.

Le sonrío y le digo que me cae bien. Él me dice lo mismo. Giramos un par de veces en el lugar. para el final de la fiesta ya no tenemos nada que hacer. Me pregunta si quiero ir a la playa a ver el sol salir. Le digo que sí. La verdad es que hasta el momento no ha buscado propasarse conmigo y de verdad que me ha caído bien.

Caminamos conversando de cosas que se nos olvidaron al principio. Le cuento sobre mi historia en Estados Unidos, por qué me vine a vivir aquí, porque fui sola al club, que era lo que me estaba sucediendo en ese momento. Él se queda asombrado y me comenta un par de cosas sobre su vida. Trabaja en un local de ropa. Su familia es humilde, está trabajando para pagarse sus clases de enfermería. Sueña con irse a EE.UU para poder darle un mejor pasar económico a su familia.

Para cuando llegamos a la playa, ya casi nos hemos contado la vida y nos conocemos un poquito más. Entonces ya que estamos en confianza me animo a decirle

—Hey... con un enfermero como tú yo me dejaría curar todo. Incluso si no te va bien como enfermero podrías ser modelo.

—¿Me estás diciendo guapo?— ríe.

—No me digas que recién te estas dando cuenta de eso. — río.

—Lo que me estoy dando cuenta ahora es que tú también eres guapa.

Mientras estamos sentados en la arena lo miro fijamente. Él comienza a acercarse y lo detengo.

—Bruno... te he contado que tengo novio.

—Pero me has dicho que fue un idiota. No le vendría mal una cucharada de su propia medicina.— se encoje de hombros.

—Lo sé, pero yo no soy como él.

Él se sonríe y acomoda mi cabello detrás de mi oreja. — eres tan buena que me causas ternura.

Me sonrío y luego suspiro. En algún otro momento me hubiera gustado que él fuera mi novio y no el idiota de Juani, pero las cosas no estaban escritas de esa manera. Y luego pensé en que no podía vivir toda una vida haciendo lo correcto. Ya me había equivocado dos veces. Evan. Juan. Por lo menos esta vez si me equivocaba que valiera la pena el error. Mi conciencia y yo podríamos llegar a un acuerdo luego.

—¿Bruno?

—Julia.

—¿Te molestaría si te doy un beso?

—Me molesta que lo estés preguntando. — sonríe.

No espero más y me inclino a la aventura de besar sus labios. 

***

Me despierto entre las sábanas de Bruno. Él aún sigue durmiendo. Me levanto y me cambio sin hacer ningún ruido. Busco algo para dejarle una nota. Me debato entre dejarle el número de mi celular o no. Dejo sólo la nota. Al fin y al cabo no creo que vuelva a llamarme, ya nos hemos acostado.

Los chicos buscan eso, no tener compromisos con nadie. Muy bien que lo había aprendido de todas mis experiencias.

Salgo sin hacer mucho ruido y vuelvo a mi casa. Me baño, me pongo mi pijama. Prendo mi celular. Mensajes, llamadas. Vuelvo a apagarlo y me tapo hasta la cabeza para volver a dormir en la comodidad de mi cama.

Regresaras a mis Brazos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora