Regresaras a mis Brazos.

Seven.

Evan —

Julia se demoraba, así que me levanto a ver qué sucede. La busco por todos lados pero no la encuentro en la sala. De pronto la veo en el balcón, con la puerta cerrada, hablando efusivamente por celular.

Toco el vidrio del balcón, ella se gira sobresaltada y me mira aliviada. Me hace señas con un dedo de que la espere y luego parece despedirse.

—¿Qué sucedió?— le pregunto una vez que entra al apartamento.

—Nada, sólo era Patrick.

—¿Todo bien con él?

—Sí, sí, lo que pasa es que hubo problemas con Clarie y James y... ya sabes... le dije que no me metiera en sus asuntos, se molestó pero se le va a pasar.

¿Patrick llamando a esta hora por algo como eso?

Conozco a Patrick y sé que no haría algo como eso. Ese alguien no era Patrick, Julia me estaba mintiendo. 

Julia—

Él me mira poco convencido.

—¿Podemos seguir con lo nuestro?— pregunto sonriendo y acercándome a él para besarlo.

—Claro Cielo, pero ahora deberás pagar por hacerme esperar. — sonríe pone su cara de pervertido.

—¿Y cuál es la multa?— arqueo mi ceja. 

—Ya te vas a enterar.

Se agacha y me toma de las rodillas apoyándome en su hombro, yo chillo divertida, pero aún así mi mente me carcome por dentro.

Claramente no era Patrick el que me llamó. Fue el pesado de Bruno, con sus bromitas y sus chistesitos de muy mal gusto provocando. No sólo me llamaba para fastidiar, me dijo que estaba organizando una fiesta de cumpleaños sorpresa para Ethan y necesitaba de mi ayuda para contactar a todos sus amigos y que pudieran ayudar todos con la fiesta y el secreto.  Que se veía en la obligación de llamarme porque no le había dado oportunidad de decirlo hoy en la Universidad.

La verdad es que podría haberle dicho que no, pero si era por el cumpleaños de Ethan si podía ayudarlo. Eso sí, le dejé bien en claro que dejara de fastidiarme, yo estoy con Evan, lo amo, y me voy a quedar con él. No me dijo que no ni que sí, sólo rió, justo cuando quise mandarlo al demonio Evan apareció.

El tema de Brunito me tenía bastante preocupada sabiendo lo impulsivo y descarado que es Bruno y también sabiendo lo celoso que es Evan. Tampoco quería contarle a Evan que Bruno me estaba molestando porque sería para que lo fuera buscar y le diera una paliza y no quiero que él ni que nadie se meta en problemas. Bastantes problemas hemos atravesado ya para que las cosas se vayan a la mierda otra vez.

***

Evan duerme, anoche su multa se fue de las manos y terminamos haciendo el amor. Algunas veces se pasa de pervertido y yo caigo en su juego.

En fin, lo dejo dormir. Aprovecho para levantarme y ducharme con agua bien caliente y hacer el desayuno. Mientras hago el desayuno me pongo a pensar en la llamada de Bruno. Le tendría que pedir ayuda a Clarie con ese tema. Por otro lado marco el numero de Susan.

Las cosas con Scott han quedado así desde aquél día de la fiesta. Él no volvió a mandar más mensajes y yo tampoco lo hice, y si lo hiciera no iba a contestarle. Por lo tanto hablar con Susan iba a ser un poco tenso.

—Susan, ¿Cómo estás?

—Hola, Julia, ¿todo bien y tú?

— Perfecto. ¿Sabes? hay algo en lo que quiero me ayudes por favor.