Fifteen.

1K 61 10
                                    

Julia-

Estoy en casa preparándome para la fiesta sorpresa de Ethan. No es algo muy importante así que escojo unos pantalones oscuros, una blusa de color amarillo mostaza y unas botas bajas. Evan está en el baño aún duchándose. Dice que yo me demoro demasiado y que el prefiere dejar todo a última hora porque él lo único que hace es ducharse y ponerse lo que encuentra a mano. Lo cierto es que siempre llegamos tarde, porque es mucho peor que yo de indeciso para escoger su ropa. Prefiero llegar tarde y no comenzar una mini pelea por ese tipo de cosas, así que mientras él se toma su tiempo, yo hablo por teléfono a mi padre para saber como estuvo su semana.

Desde que volvimos de San Francisco, he tratado de dejarlos con su reconciliación y que volvieran a su vida normal. Así que mucho no los he frecuentado, pero me quedo tranquila al saber que han podido superar estas dificultades y el amor está de nuevo en sus vidas.

En lo que corto con mi padre, comienzo a recibir unos cuantos mensajes.

Necesito hablar contigo esta noche, sí o sí. 19.12 p.m

Es sobre lo nuestro. 19.12 p.m

Prometo portarme bien. 19.13 p.m.

Es Bruno. ¿Acaso nunca podré quitármelo de encima?

Contéstame algo, Julia. 19.17 p.m

Miro a mi celular molesta y escribo casi sin ganas.

Ok. 19.18 p.m.

Evan sale del baño y comienza con sus bromas pervertidas. Lo apuro y él deja de reír para ir a la habitación. Ese mensaje ya me puso de mal humor. Convengamos que tampoco estaba de muy buen humor antes de los mensajes.

Con tan solo pensar que tendré que esquivarlo o buscar un lugar para que Evan no piense que hablo con Bruno a sus espaldas, me dan ganas de tirar todo, quitarme esta ropa y lanzarme a la cama a dormir. Todo plan que maquine en mi cabeza aumenta mi mal humor porque las cosas se enredan aun más.

Comienzo a odiar esto de los amoríos.

-Ya estoy listo, mi cielo.- dice Evan llegando a la sala.

Guardo mi celular y tomo las llaves. Antes de comenzar a encaminarme hacia la puerta para irnos, él me abraza por detrás y me deja varios besos en el cuello.

-No me digas que te enojaste porque me demoré sólo un poquito.- siento su aliento chocar en mi cuello cuando él ríe.

Sonrío tomando sus manos. Luego suspiro y me digo a mí misma que debo contarle lo que Bruno me pidió para ésta noche.

-No es eso, Evan... Es que... - vuelvo a suspirar.

-¿Entonces por qué estás con esa carita de mal humor?

-Bruno me pidió hablar esta noche en la fiesta acerca de lo que pasó en Costa Rica. Le dije que sí para que dejara de molestarme. Pero no quiero llegar allá y que esté interrumpiéndonos o siendo realmente grosero delante de todos nuestros amigos.

Él me deja y gira para quedar delante de mí. Toma mis manos y hace que lo mire a los ojos.

-Te prometí que me portaría bien. Sí tienes que hablar con él acerca de algo, hazlo. Si eso sirve para que por fin deje de estar entre nosotros, no me molestará.-sonríe ampliamente.

Las palabras de Evan me tranquilizan muchísimo. Que él deje esos celos ridículos y comience a comportarse como un adulto me hace pensar que realmente lo nuestro es de verdad y es para siempre.

-Está bien amor, me quedo más tranquila.

***

Al llegar a la fiesta, Ethan ya había recibido la sorpresa. Miré mal a Evan al ver que nos habíamos perdido su entrada por su demora en la ducha y con la elección de su "elaborado" oufit.

Regresaras a mis Brazos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora