Déjame amarte [P#2]

Enyell

Dos años después

Enyell

"Bip, bip,bip"

-agh, bendita alarma quien fue el genio que decidió inventarte, nadie te quiere- dije al apagar el sonido de la alarma.
Cuando vi la hora en mi móvil, sentí que el mundo se me venía encima eran las 5 de la mañana, levantarse a esta hora debería ser ilegal.

Después de meditar unos 10 minutos si me levanto o no, decidí levantarme hoy tenía que ir a la U, no me puedo dar el lujo de estar faltando sólo porque quiero dormir, aunque ahora que lo pienso, hubiera tomado el horario de la tarde.

Luego de bañarme y alistarme decidí bajar a comer, sentía que mi estómago se comía sólo, del hambre que tenía, vi mi móvil y vi que ya eran las 6:45am, entonces fui a buscar mi auto, fue mi regalo a los 19, un hermoso Jeep.

Mientras conducía no pude evitar ir pensando, en mi vida, la U me quedaba un poco largo, entonces era un gran momento para ir pensando, de lo mal y bien que me había ido en mi vida.

Y en quien mi mente decidió enfocarse en la mañana de hoy fue en Sebas, trato de no pensar mucho en él, porque me da nostalgia, pero a veces es imposible.

Pero mi imagen de chica ruda me impide decir estar cosas así que sólo diré "ya te olvidé, cabrón"

Dos años han pasado desde que me alejé de Sebastian, hace dos años dejé al amor de mi vida.

Ahora estoy en la universidad, estudiando medicina, trabajo por las tardes cuidando niños, mi vida ha cambiado mucho desde que Sebastian no esta en ella.

-¿Qué será de él?- dije mientras esperaba que el semáforo cambiara a verde.

-Fijo, siguió estudiando música o algo que se le parezca, fijo ya hasta novia tiene y todo, y yo cómo siempre de solterona, muy bien Enyell muy bien- decía mientras seguía conduciendo.

Llegue a la universidad, fui a parquear mi auto que por cierto quedó lejísimos de la entrada principal, porque obviamente todos tienen carro y ellos si llegan temprano.

Me baje del auto, con todas mis cosas, libros, la bata, unos papeles que tenía que llevar hoy, iba ordenando todo, cuando choqué con algo o mejor dicho alguien.

No noté quien era sólo me puse a recoger mis cosas que eran más importantes que la persona con quien tropecé.

-Animal, ¿Por qué no se fija por donde camina? Que pasa si estas hojas se hubieran caído en un charco, al carajo mi trabajo- le dije a la bestia con quien tropecé.

-Lo siento mucho señorita, déjeme ayudarle- dijo la bestia, tenía que admitir que tenía una voz muy sexy.

-Es lo menos que puede hacer- dije mientras terminaba de recoger los papeles que quedaban, la bestia me dio los que el tenía y me ayudó a levantarme.

-¿Enyell?- dijo la bestia.

-No, soy tu abuela, ¿qué no ves?- dije sarcástica

Cuando levante mis ojos para ver quien había sido el culpable de que todos mis papeles estuvieran hechos un asco, deje de respirar.

«Carajo, esos ojos azules yo los conozco»
«SEBASTIAN»

-¿Ahora ya no haces bromas verdad?- dijo con una media sonrisa en su cara.

-Yo....yo.... Lo siento yo no le habló a bestias- dije mientras caminaba adentro a la Universidad.

-Pero esta bestia, aún te encanta- dijo con una sonrisa picara.

Me detuve en seco y lo volví a ver, aún tenía esa sonrisa victoriosa en la cara.

-No, ya quisieras mi corazón que yo aún sintiera algo por ti- dije mientras le sacaba el dedo del centro y le sonría victoriosa.

Su sonrisa se borró de su rostro, yo le guiñe el ojo y seguí mi camino.

Llegue al aula, y la profesora estaba explicando, sobre primeros auxilios, ya me sabía de memoria esta parte, pero la vieja insistía en retomarlos todas la mañanas.

-Enyell, tarde de nuevo- me dijo la profesora.

-Lo siento, tuve un contra tiempo- le dije.

La profesora no dijo más y siguió en su explicación, por otro lado estaba Catty, que me veía con ojos de " te irás al infierno por mentirosa", a ella la conocí el primer día que entre, era de pelo castaño largo, usaba lentes, era pequeña, tenía un cuerpo de infarto, y era una completa nerd.

-¿Qué tipo de contra tiempo Enyell?- dijo Catty acercándose a mi

-Nada, que me tropecé con una bestia al llegar- le dije.

-Y porque viene que los ojos le brillan, y con una sonrisa que dice "me encontré al hombre más guapo del mundo al entrar".

-No es el hombre más guapo del mundo, pero era Sebastian.

-Tú ex????- dijo casi gritado.

-Señoritas algo que quieran compartir con la clase- dijo la profesora casi de inmediato.

-No, es Catty que esta loca- le dije.
La profesora se volvió a escribir unas cosas en la pizzara.

-Puede hablar más bajo, animal con sarna- le dije.

-Tus insultos ya no me afectan- dijo ella con sonrisa triunfante.

-Bueno, el punto es que me lo topé.

-Enyell ¿aún sientes algo por él?

-¿Qué? Nooooooo, cómo voy a sentir yo algo, por la bestia esa, sólo porque tenga unos ojos que aún hace que se me mueva el piso, una sonrisa que hace que mi corazón palpite a mil por ahora y una voz que me eriza la piel, no quiere decir que siento algo por él- dije tan rápido que dudo que me haya entendido.

-Enyeeeeell- dijo ella, sabía que mentía.

-Bueno si, aún siento algo por él, pero no lo puede saber- le dije seria.

-Y ¿Qué harás para que no lo note? Porque amiga eres muy obvia- dijo ella.

-Fácil, tratándolo mal, haciendo que vea que no me importa- dije con sonrisa maliciosa.

-Suerte- me dijo mi amiga.

Lo último que le entendí a la profesora, fue que hiciéramos los ejercicios de primeros auxilios, al muñeco que teníamos en una mesa y a mi me tocó el "respiración de boca a boca".

Pude escuchar la risa de Catty, seguido de un....

-Así práctica en caso de que Sebas, corra el riesgo de morir ahogado- dijo soltando una carcajada, seguida de la risa de toda el aula y de la profesora.

-Ojala te mueras ahogada, créame que yo no te salvaré- dije mientras la miraba con cara de pocos amigos.

Después de eso la clase siguió normal.