Déjame amarte [P#2]

Sebas

Sebas

Este tipo "Nate" no me cae nada bien.

Estábamos todos almorzando, a Enyell le gustó la sorpresa que le hice, pero más que las flores, lo que más le gustó fueron las papas fritas.

-Enyell- le dije apenas vi que ya había terminado de almorzar.

-¿Si?- dijo ella.

-¿Por qué no vamos afuera un rato?, antes de que empiecen las clases de nuevo y apenas terminen, te vayas súper rápido porque tienes que trabajar y no pueda hablar contigo- dije un poco rápido.

-¡Jesús! Pero que fue esa analogía de tiempo, no era necesario tanto, solo me hubiera dicho que quería salir- dijo ella.

«Y después se quejan de porque los hombres no somos expresivos»

Empezamos a caminar afuera del comedor, ella iba en silencio cómo si estuviera pensando en algo y yo en lo único que pensaba era en las ganas que tenía de besarla.

-Enyell- dije.

-Gracias por la sorpresa, las flores.....¿dónde están las flores?- dijo con los ojos muy abiertos.

No pude evitar reír al ver su reacción, a veces parece una niña.

-Fijo las dejó en el comedor, tranquila Catty las debe de tener- dije riendo.

Me quedé mirándola por un momento, admiraba cada facción de su rostro, sus pestañas, sus ojos, sus labios ya no podía más necesitaba besarla, poco a poco fui cortando la distancia que nos separaba, se veía en la mirada de Enyell que no tenía ni idea de lo que quería hacer, ya nuestras respiraciones se mezclaban, coloque una mano en su cintura y otra en su mejilla, y cuando estaba apuntó de besarla..... Ella se alejó.

-Lo siento Sebas, pero no puedo, el hecho de que me hicieras esa hermosa sorpresa, no quiere decir que ya con eso te perdoné y todo seguirá como antes, lo lamento- dijo mientras veía al suelo.

«Tonto yo, tonto yo»

-Tranquila hermosa, te dije que haría lo necesario para reconquistarte y lo haré, pero ahora me deje llevar, el que te tiene que pedir perdón soy yo, apresure mucho las cosas...- dije.

Ella levantó la mirada, podía notar como sus ojos brillaban y una media sonrisa aparecía en su rostro.

-No tengo nada que perdonar, pero no lo vuelva a intentar, y si nos llegamos a besar es porque yo te lo pido, no porque usted quiera- dijo ella, sonaba tan decidida.

-Esta bien mi ángel- dije.

Seguimos caminando hasta un árbol que estaba cerca, nunca he entendido la obsesión que tiene Enyell por sentarse bajo un árbol, habiendo cómo mil lugares dónde sentarse, siempre decide sentarse bajo un árbol.

-Sebas, ¿te puedo hacer una pregunta?- dijo.

«Eso nunca es bueno»

-Claro.

«No me gusta cuando hace eso, esas preguntas nunca traen nada bueno»

-¿De quien fue la idea de las flores suya o de Alejandro?- dijo

«Y yo me estaba preocupando por esa pregunta»

-La verdad me encantaría decir que la idea fue mía, pero no, el Barney de allá adentro fue el de la idea, al parecer esta muy enamorado de tú amiga, ¿quien lo diría? El mujeriego se enamoró, lo único que si hice yo fue agregar las papas fritas- dije

-De echo eso fue lo que más me gustó- dijo ella sonriendo.

«¡Ja! Lo sabía»

-Me lo imagine, desde que te conozco tienes un vicio por ellas- dije

-Jajajajajajajaja no puedo decir que no, son deliciosas- dijo.

Nos quedamos mirándonos por unos minutos, sin hablar, solo mirándonos, se sentía bien estar así con ella.

-Enyell....- dije

-¿Si?- dijo

-Yo...

-Amooooooor- dijo otra voz femenina.

«Me lleva»

-¿Amor?- dijo Enyell levantando una ceja se veía que estaba molesta.

Enyell levantó la mirada para ver quien estaba detrás mío y su cara se puso roja del enojo, y eso fue más que suficiente para saber quien era.

ERIKA

-Mi amor, ¿no me vas a volver a ver?- dijo ella.

-¿Qué quieres Erika?- dije aún sin volver a verla.

Enyell me veía a mi totalmente seria, sabía que me había metido en un problema.

-Hey tú, ¿qué haces con mi novio?- le dijo Erika a Enyell.

«Ya ardió Troya»

-¿Novia?- me dijo Enyell.

-Yo....pfff...no- dije, mal momento para tartamudear.

Enyell se levantó de golpe, así que decidí levantarme yo también y antes de que Enyell dijera algo, me le adelanté.

-Erika, nosotros no somos novios, no diga mentiras- dije serio.

-¡Ay mi amor! Que feo que me niegues- dijo mientras hacía un puchero.

-Creo que yo estoy de más aquí, lo siento barbie no sabía que eras su novia- dijo recalcando el "novia".

-¿Barbie? ¿Por qué me llama así? Me llamo Erika- dijo ella un poco enojada.

-No es muy obvio, por lo plástica, y me vale cómo te llames barbie- dijo mientras le guiñaba un ojo y se iba.

Erika se puso roja del enojo, y yo tuve que aguantar la risa.

-Esto no se va a quedar así-le dije a Erika, mientras iba detrás de Enyell.

-Deja que se vaya y te quedas conmigo- dijo ella yo solo la ignoré y seguí caminando.

-Enyell- dije apenas la alcancé.

-Vete con tú "novia", tengo que ir a clase- dijo ella.

-Enyell, por favor déjeme explicarle- dije.

-¿Qué me vas a explicar? Que no tuviste el coraje para poner a esa barbie en su lugar, y antes de que lo diga no necesariamente se tiene que ser grosero para poner a las personas en su sitio, ¿ y así quiere estar conmigo? Ni siquiera me das mi lugar- dijo, estaba molesta, muy molesta.

-¿Qué le iba a decir?- dije, ahora el molesto era yo.

-Sabe que, olvidelo, se me olvidó que nosotros no somos nada- dijo y luego se río sarcásticamente...- Barbie y Ken, tal para cuál- dijo y se fue.

Aborrezco el día que deje que Erika entrara a mi vida, solo problemas me ha traído.

-Amigo ¿qué es esa cara?- dijo una voz masculina, detrás mío.

Y dónde volví a ver me arrepentí inmediatamente.

-Nate, ¿qué quiere? No estoy de humor- dije.

-Ya me di cuenta, pero le quiero decir algo- dijo el payaso de circo.

-¿Qué?

-Siga así, siga arruinando las cosas con Enyell, que entre más lo arruine más oportunidad tengo yo con ella, porque se lo digo de una vez me gusta Enyell, y la voy a conquistar y usted no me va a impedir que este con ella- dijo, mientras pasaba a la par mía golpeando mi hombro.

«Siga soñando amigo, que yo no voy a dejar que aparte a Enyell de mi lado, usted apenas esta empezando yo ya llevo trayectoria»