Sebas

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Sebas

Luego de que Enyell se fuera, me quede viendo el paisaje que se veía desde el balcón, ya era de noche, todas las casas estaban encendidas y se veían un montón de estrellas en el cielo.

-Soy una bestia, ¿cómo nunca noté el daño que le estaba haciendo?- dije en voz alta.

-¿Hablando sólo?- dijo una voz detrás mío.

-Men, es que la hubieras visto- dije, mirando al cielo.

Alejandro se posicionó a la par mía, y se quedó viendo el paisaje por un momento.

-¿Qué fue lo que pasó?- dijo.

-Me dijo todo el daño que le hice, sabía cuantas veces habíamos terminado, me dijo que ella siempre estuvo para mi, aún cuando yo la dejaba de lado, y me dijo todas las promesas que no cumplí, me hizo sentir cómo una basura, cómo si lo nuestro nunca hubiera válido la pena- dije serio.

-No creo men, para mi que más bien le importó mucho, para que recordara cada detalle, es porque aún le duele, porque para ella usted lo fue todo y usted lo arruinó... Vea Sebastian cuando veníamos en el auto, ella me dijo a veces piensa que usted nunca la quiso, ¿a que nivel de desinterés llego usted con esa muchacha o qué tanto la descuidó para que ella pensara eso?- dijo él.

-No lo sé, pero es que men la hubieras visto, yo la conozco mejor que nadie, cuando le canté la canción, se le hizo un nudo en la garganta y sus ojos brillaron, cuando estábamos comiendo ella estaba feliz, y después la hubieras visto con los ojos llenos de lágrimas cuando me decía todo el daño que le hice- dije.

-Si ella actuó así cómo me acaba de decir para mi que todavía lo quiere, pero quiere que se esfuerce y se lo digo yo, que sé bastante de mujeres, no soy el indicado para decir esto, pero le toca reenamorarla.

-Lo sé y justamente eso haré, aunque sea lo último que haga, Enyell no es una mujer que se encuentra de un día para otro, dos cómo ella no hay, y yo tengo la oportunidad de estar con ella, es una excelente mujer, estaría muy loco si la dejara ir- dije.

-Ese es mi mejor amigo y ahora salgamos de aquí.

Saliendo del restaurante, fuimos Alejandro y yo a nuestro lugar favorito para comer... Pero al llegar me lleve una sorpresa.

-¿Catty?- dije

-¿Qué hace él aquí?- le dijo ella a Alejandro.

-Vino para que ambos aclaren todo este asunto- dijo Alejandro.

-¿Qué tengo que arreglar yo con este mujeriego?- dijo ella.

-Bueno ya, lo siento, sé que me equivoqué y sé que lastimé a Enyell y estoy pagando lo que hice, hoy me rechazo ¿si? Y no necesito que usted me este diciendo un montón de cosas que me van a hacer sentir peor- dije un poco rápido.

Vi a Catty soltar el aire que tenía en sus pulmones.

-¿Estas bien?-me dijo ella.

«Wow ahora se preocupa por mi»

-No, siento que la perdí, siento que ya no hay vuelta atrás, lo arruiné demasiado- dije.

-No te rindas, Enyell te quiere- dijo ella.

-Ja! Ve se lo dije- dijo Alejandro casi gritado.

Catty lo vio con cara de "¿qué le pasa a este demente? lo cual me dio un poco de risa que tuve que reprimir y luego siguió hablando.

-Cómo te decía, Enyell si te quiere y demasiado, te podría apostar que ahorita debe de estar deseando que la busques, pero también sé que no te la va a poner fácil, se hará la difícil, pero se que por dentro lo único que va a querer es ir corriendo a tus brazos de Capitán América- dijo ella.

-¿Perdón? Te estas ligando a mi mejor amigo en mi cara- dijo Alejandro indignado.

-¡Ay no mi amor! Tu eres thor, eres más guapo- dijo ella mientras le daba un beso.

-Okaaaaay, yo me iré a tomar aire fresco, sigan en su romance- dije mientras me levantaba de dónde estaba.

Decidí ir a fuera, donde habían unas bancas y sentarme ahí un rato.

«¿Estaras pensando en mi?» pensé

Sin pensarlo dos veces decidí llamarla

Llamando
Brujita

-Hola habla Enyell, ahorita no te puedo contestar deja tu mensaje

Piiiiii

-Enyell yo.... Nada más quería saber si llegaste bien, o si estas bien, si necesitas algo me llamas, esperaré tu llamada.

Fin de la llamada.

-Mi amoooor- dijo una voz femenina detrás mío.

-Erika ¿qué haces aquí?- dije al saber que era ella.

-Vine a comer con unos amigos, pero encontré algo muchísimo mejor- dijo mientras se acercaba a mí.

-Erika vete, ya tuve demasiados problemas por su culpa- dije.

-¿Con tu noviecita?, dejala yo estoy mucho mejor, yo te puedo hacer más feliz- dijo mientras intentaba tocarme el pecho.

-Ella me hacía feliz, y lo arruiné, no lo haré de nuevo, te habló claro de una vez, alejate de mi o de ella... No me busques más, entiende no me interesas- dije.

-Ay mi amor, eso dices ahora, pero si te beso, se te quita, ven- dijo, mientras casi que se me tiraba encima.

-Ya deje de ser tan lanzada, las mujeres no se ven bien haciendo eso, dan lastima, tenga un poco de dignidad, y mejor vayase- dije.

-Algún día me buscarás, y me rogaras que este contigo y hasta entonces te estaré esperando mi rey- dijo mientras le lanzaba un beso y se iba.

«Ella me va a traer demasiados problemas» pensé

Revisé el celular para ver si tenía un mensaje de Enyell y me di cuenta de que no, fijo no quiere ni hablar conmigo.

Empecé a caminar y había un camino de piedritas que daba a un mirador y decidí tomar unas cuantas piedras.

-Enyell ¿cómo fue que me llegué a equivocar tanto?- dije mientras lanzaba una piedrita.

-¿Pero por qué nunca me dijiste cómo te sentías? Tal vez lo hubiera podido cambiar a tiempo- dije mientras lanzaba otra piedra, mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas.

-Minimo 40- dije mientras tiraba otra piedra.

Ya me estaba empezando a molestar, tenía muchos sentimientos encontrados, pero la ira y la tristeza reinaban hoy.

-Tontas promesas, que no supe cumplir- dije y lanzaba otra piedra.

En un ataque de cólera las tire todas de una vez, hasta que alguien me tomó de los brazos y me dio la vuelta.... Era Catty y detrás de ella estaba Alejandro.

-No la quiero perder- dije mientras abrazaba a Catty.

-No la perderás- me aseguró ella.

Déjame amarte [P#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora