[9] "Un beso sobre ruedas".

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Uhm, exquisito.

Por mucho que haya sido ficticio para muchos, para mí fue exquisito a pesar de tener novia en aquel entonces y que mi compañera de elenco fuera menor de edad, disfrute cada milisegundo del beso y solo porque fue con ella. Estaba ansioso por como sería desde muy temprano y cuando llegó el momento, ella estaba nerviosa pero nunca pensé que fuera por mí.
Pensaba que estaba nerviosa por la escena y a quién le tocaba besar, estuve muy burlón toda la mañana diciendo que Matteo había ganado ésta batalla pero Michael me dijo que no canté victoria aún, pueden pasar muchas cosas viniendo de Disney.

Y tenía razón.

A pesar de todo, los chicos del elenco estaban intrigados por como haríamos la escena, eramos amigos y casi hermanos, además, estaba el hecho de que yo era mucho mayor que ella pero ellos sabían mejor que nadie que la química que transmitimos tanto en la pantalla como en persona era innegable y juraba que era difícil siquiera besarla, estaba la atracción. De mi parte sí lo estaba, me atraía su personalidad y su genialidad, lo inteligente y lo torpe que podía llegar a ser, me encantaba la manera en que hacia los gestos porque simplemente estaba aburrida en los camerinos. Había demasiado en juego y yo solo quería probar tres minutos de un beso junto a ella.

Era estupendo sentir sus labios sobre los míos, sabía que no tenía que haber movimientos de labios pero me contuve tanto que casi desee ser otro personaje para no tener que besarla y aguantar tanto; deseaba repetirlo y cuando el director dijo que teníamos que al menos repetir tres veces el beso casi chillo de la emoción pero los ojos de Karol me tenían hipnotizados. Ellos eran una fuerza magnética pero todo lo demás era como mi cable a tierra y a veces me costaba bajar, en serio, había algo en ellos que no pude ver en nadie más y lo hice saber al mundo y a ella. Recuerdo que casi enloquece con esa respuesta, ella no quería que malinterpretaran las cosas porque estaba Candelaria y no quería ser una amenaza innecesaria a mi relación y lo que no sabía es que inconscientemente, lo era. Sucedían muchas cosas con Candelaria y acepté el hecho de que debía mantenerme cuerdo con Karol, no quería dañar ni a una ni a la otra y debía andar con cuidado.
Todos querían algo y yo era el único que tenía que complacer todo aquel que me rodeara, por muy estúpido que sonará, yo solo quería estar con mi guitarra cantando y componiendo pero otra cosa que me estaba faltando durante un tiempo es mi falta de inspiración y joder, habían cosas que tenía que mejorar en mi vida.

Había tenido muchas propuestas para una carrera solista pero necesitaba culminar con Soy Luna y salir del contrato de Disney, en ocasiones, me estremecía de miedo al pensar en tenerla tan lejos de mí y quería tenerla a cada segundo del día conmigo, no podía estar lejos de ella. No quería y me molestaba que me limitaran mi tiempo con ella, me molestaba que esperaran que me equivocara en algo para apartarla de mí. Ellos querían razones para hacerlo y yo no quería dárselas porque una sonrisa de ella solo compensaba un minuto de soledad; sin embargo, tenía que aguantar dos o tres años para terminar ese contrato pero mi consuelo era ella y su alegría, su personaje y el mío, sus labios contra los míos en las escenas pero nadie es tan tonto.

El corazón no es buen actor.

Y todos los besos, todas las caricias en la nariz, todas las bromas, las peleas, los gestos graciosos, los besos lanzados en el aire. Todo. Todo.

Siempre tendrán una parte de verdad.

Una parte de Ruggero Pasquarelli y no de Matteo Balsano.

1 | Perfect ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora