Pov's Karol.
Me alejo abruptamente de él y sus ojos se abren en una expresión de sorpresa, mi cuerpo se estremece ante el adiós — No me busques, ya cerré esa puerta y no te permito abrirla — le doy la espalda y comienzo a caminar —. Adiós.
No le di una última mirada, no debía, no podía y seguí caminando con algunas lágrimas empapando mis ojos.
Y, de pronto...
— ¡Corte y queda! — exclama Richard, el director de la nueva película que he estado filmando durante tres meses y aunque no es fácil, amo cada minuto que grabo.
Suspiro de alivio porque no ha sido una buena semana para mi, hace una semana que fui a Londres a hacer una pequeña presentación en Manchester en un parque privado del cual quedé completamente fascinada. Amé Londres pero me dejó totalmente agotada y necesitaba urgente un descanso, por otra parte, el staff no ha podido lograr cambiar mi mal humor y no es por ser mala onda pero no es de su incumbencia, además, todos tenemos malos días en los que no queremos que nadie intervenga en ese mal humor.
No lo toquen, no lo miren, no respiren al lado de él.
Y sí, lo vi pero fingí que no.
Ruggero a lo largo de éstos tres años ha formado parte de lo que considero pasado pero, a veces, en mi departamento y momentos de soledad me permito volver a ese tiempo, esos momentos que fueron efímeros pero que tatuaron mi corazón con el nombre de él. Él quería lo mejor para sí mismo y yo quería lo mejor para los dos, ninguno de los dos coincidimos pero estábamos respectivamente felices con lo que teníamos por muy considerado mal que estuviera a los ojos de cualquiera; incluso, a los ojos de mi mamá. Aún recuerdo lo mal que me sentí pero ella hizo que me responsabilizara del dolor, que yo había elegido tener un amorío con él y que lo había alejado para luego aceptarlo de nuevo por el simple hecho de que lo extrañaba.
Era una nena que estaba experimentando el primer amor y aunque no es excusa, por lo menos me defendía con ese argumento. Vivía en una ignorancia constante con el mundo, me sentía en una burbuja de cristal pero a medida que pasó el tiempo y lo dejé atrás, aprendí a ver las cosas con una perspectiva diferente. Ya no me sentía completamente sola, creo que la soledad ha sido mi mejor amiga y he aprendido a amarme a mí misma en ella, tanto así que cuando estaba sola ya no me sentía mal por ello.Aprendí a amarla.
Salgo de mis pensamientos cuando Julieth me mira con ojos entrecerrados desde el otro lado del set, le sonrío con burla y luego su semblante cambia a uno más suave. Julieth es una chica demasiado maravillosa de la cual he tenido oportunidad de conocer, con tan solo veintidós años ha logrado entrar a una producción enorme en ésta película y todos, hasta yo, están maravillados con su desempeño, naturalidad e interpretación como actriz. También ha sido una gran amiga desde que llegué a Los Ángeles.
Camino hacia mi camerino luego de que el director dijo que podíamos ir a tomar un descanso y almorzar, me dejo caer en el enorme sillón color marrón de mi camerino y exhalo de forma brusca por lo que me reincorporo sobre mis pies y voy hacia el espejo. Me siento en el banquillo de ahí para observarme fijamente sin perderme ni un solo detalle, al parecer, mi nuevo personaje tiene pecas por lo que el director ha aprovechado las mías y las ha resaltado un poco. Frunzo el entrecejo cuando recuerdo ése momento en específico cuando Ruggero estaba en mi camerino, haciendo el intento de maquillarme y luego se quedó como un imbécil mirando mi rostro.
Luego beso mis pecas, cada mejilla y por mi nariz, en ese momento, me ruboricé. En aquel entonces, pensé que él sentía algo por mi, algo fuerte que lo haría dejar lo que tuviera solo por intentar construir algo nuevo y maravilloso conmigo pero, al parecer, no fue tan fuerte como me hizo creer y aunque quisiera culparlo por todo, sé que gran parte de esa culpa es mía. No podemos esperar absolutamente nada de nadie, ni mucho menos cambiar para agradar y eso lo tengo clarísimo.
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1 | Perfect ✔
FanficHe encontrado a la mujer perfecta para mi, ella es fuerte, hermosa y cariñosa. Y no la esperaba en absoluto, supongo que de ahí vienen las maravillosas casualidades del destino. Fue imposible no caer en su sonrisa, en su humildad, en su enérgica per...