Después de leer su carta, las lágrimas decidieron hacerme compañía, me recosté en mi cama, suspire.
Sonaba Ocean drive de de Duke dumont en mis audífonos, 11:57 decía el reloj, vamos por tequila decía mi corazón y de paso unos burritos dijo mi ansiedad.
Cogí las llaves del carro, conduje hasta la casa de Jessica, ella se subió, Sebastián ya nos estaba esperando en el sitio.
-¿Listas para una de las mejores noches de sus vidas?-pregunto Sebastián mientras bebía de su vaso
-listas-gritamos riendo
-Cariño-Sebastián me cogió por los hombros-hay algo que te dolerá ver un poco
-Muéstrame-dije curiosa y decidida
-Como siempre masoquista-negó con la cabeza
Me tomo de la mano y me llevo a una parte un poco retirada de todos, y lo vi, ahí estaba Valentina bailando muy pegada a otra chica, la besaba, se reía, probablemente estaría borracha, yo solo la miraba sin expresión alguna en mi rostro.
Valentina se dirigía al baño del cual yo estaba cerca, caminaba un poco lento, sonriendo aun, y me vio.
Nuestras miradas se asesinaban una a la otra, sentía un sabor amargo, dolía, tal vez un poco, tal vez mucho.
-Hola-dijo seca
-Hola-respondí de la misma manera
-¿lo viste?-pregunto un poco incomoda
-lo vi-asentí con la cabeza-no te preocupes, disfruta la noche cariño
-¿pero que pasara con nosotras?-pregunto cogiéndome el brazo
-si existiera un nosotras no habrías hecho eso-negué con la cabeza
Dicho esto, di media vuelta y me dirigí directo a la barra
-Necesito vodka en mi sistema-dije para mí en voz baja
-yo una buena compañía-dijo Jessica guiñándome un ojo
-te puedo ayudar con eso-dije riendo
-sí que puedes-rio-abre la boca
Abrí la boca lentamente y la lleno con tequila, después lamio mis labios limpiando lo que había quedado en ellos.
Nos sentamos cerca de la pista de baile, el lugar era impresionante, estaba decorado perfectamente para una noche inolvidable, tenía luces de navidad por todo el techo, música espectacular y muy buenos tragos. El lugar estaba a tope, las risas y la música inundaban el lugar, Sebastián bailaba sin parar, estaba feliz.
-Vamos a bailar-dije mientras extendía mi mano a Jessica
-vamos
Bailamos toda la noche, sin parar, estábamos en un mundo aparte, solo nos conducían nuestras sensaciones, sabores, tentaciones. No, no estábamos drogadas, puedes llegar a sentir eso sin necesidad de ninguna droga o si quiera alcohol, es cuando estás en un estado de paz, de éxtasis puro, miras tu vida, la sientes de una forma muy diferente a lo habitual.
Nos perdemos dentro de muchas cosas, diferentes vicios y caprichos nos hacen vivir cosas dolorosas, trascendentes y memorables.
Una chica me miraba todo el tiempo, Jessica me animaba a ir donde ella, pero yo me negaba
-¿ya ves como te mira?-gritaba mordiéndose el labio
-quédatela-alce los hombros-no me interesa
-¿estás mal por lo de la profesora?-pregunto con cuidado
-ósea no es que me valga, es solo que quiero estar tranquila sabes, solo disfrutar, no quiero usar una persona para sentirme mejor
-vale, no me esperes para dormir-fue directo donde la chica, la recibió sonriente
Yo solo reía al verla hablar y coquetear sin parar, me senté en nuestro sitio de nuevo, Valentina se sentó a mi lado.
-Solo quiero hablar-mostro su vaso lleno de vodka en señal de paz
-habla-la mire directamente a los ojos
-lo siento por todo, yo solo no sé qué me pasa
-suele suceder, pero no me debes ninguna explicación, no somos nada
-tienes razón, no somos nada, pero solo quería decirlo
-está bien-me recosté en el asiento
-¿puedo hacerte compañía?-pregunto en voz baja
-puedes –asentí con los ojos cerrados
Ella se recostó cerca a mí, solo un poco, miraba el techo lleno de luces, suspiraba.
No podría describir exactamente lo que sentía, la odiaba por besar a otra, pero no podía evitar sentirme así por su culpa, analizaba por algunos momentos a las personas, cuando están distraídas son ellos, en su estado más puro, sin pretender, sin aparentar, solo son o esos pequeños momentos en donde se reían y después venia el silencio arruinando su pequeño instante de felicidad, su pecho dolía, las lagrimas desbordaban su corazón y su alma buscaba huir a toda costa.
4:50 Am, estábamos los tres caminando las calles desiertas, siendo unos con el silencio, lidiando con nuestras mentes, pensamientos, y paranoias.
Comencé a bailar en medio de la calle, reía, veía las estrellas, sentía mi corazón, sentía mi vida, mi cuerpo, mi alma.
A veces en nuestras vidas necesitamos noches en donde nuestro único objetivo sea disfrutar, una noche de escape, de magia, de vida sin restricciones y miedos, creo que cada quien es libre de hacer lo que quiera con su vida, cada quien decide hacer de su vida una obra de arte, una inigualable o si es una aburrida y monótona, no quiero decir que te debes drogar o consumir alcohol como si no hubiera un mañana, a lo que me refiero es a que, debemos descubrirnos a nosotros mismos, explorarnos, conocernos, saber que queremos y a donde vamos, no se sabe inmediatamente todo toma su tiempo.
La vida duele, la vida te destruye, pero es mejor verle el lado bueno a las cosas, cuando lo haces todo es mejor, bailas en medio del dolor y las lagrimas, te ríes de las cosas malas, y no pierdes tanto tiempo lamentándote por lo malo, disfrutas lo bueno, lo más hermoso es poder sentir, sentir todo a tope, por que eso al fin y al cabo nos hace humanos.
Volví :) siento la demora, espero les guste, mañana tratare de hacer un maratón
ESTÁS LEYENDO
Serás Mía (primera parte)
Teen FictionLa clase de arte y francés, le encantaban al igual que su profesora. Una historia de amor, deseo y mucho sexo, demostrando que a veces lo menos esperado, sucede de una forma maravillosa ¿Sera solo una más de sus alumnas ? o ¿el amor de su vida ?