Capitulo 27

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Las clases siguieron normal, tenía algunos trabajos y la mente en cualquier otra parte menos la realidad.

El numero de Daniela llego a mi celular, con este un mensaje de Natalia diciendo que lo siente

Valentina era sensacional, una de las mejores personas, su energía, su voz, su risa, todo era arte ella era arte. A veces muestran en las películas, libros, etc. como hay personas que dejan huella o un vacio inmenso vacío, tal vez ambas.

No quiero ponerla en peligro, no quiero que todo salga mal

Llamada entrante Daniela

-Hola-se escucho al otro lado

-hola-respondí sin mucho ánimo

-¿Qué pasa?-pregunto curiosa

-pasa que no quiero salir contigo

-¿Por qué?

-por qué no lo conseguiste de una forma justa

-entiendo-suspiro- si no quieres no lo hagas, pero en verdad me gustaría, tengo muchas cosas que decirte

-Lo hare-suspire, no podría ser tan malo

-bien

Sabía que estaba sonriendo un poco, la conocía bien, sentía que estaba nerviosa, su respiración estaba irregular y ahora probablemente estaría arrugando un poco su nariz

-bien

-Te recojo en media hora

-¿Cómo?-pregunte sorprendida

-no, quiero que te quede espacio para el helado

-idiota-reí-debo hacer trabajos y eso

-Lo sé, no demorare mucho

Subí las escaleras despacio, me duche, decidí ponerme una playera roja, unos pantalones negros algo rotos y zapatillas.

El claxon sonó, mire por la ventana, era Daniela llevaba un abrigo negro, en verdad estaba completamente de negro.

-¿A qué funeral vamos?-pregunte caminando a su lado

-Al mío-hizo su mueca de siempre

-Espera esto ¿será así tipo Bajo la misma estrella? Por qué t...

-no, solo bromeaba y sé que la has visto más de 5 veces, siempre lloras como si fuera la primera vez

Yo solo alce los hombros tratando de restarle importancia a lo bien que me conocía, el camino fue algo largo, paramos en una cafetería algo tranquila, las paredes eran de colores estaba algo vacio el lugar, las luces eran tenues el lugar definitivamente era muy acogedor

-Este es uno de mis lugares favoritos-comenzó a decir Daniela mientras miraba por la ventana

-Se que quieres decirme algo, así que hazlo

-no es tan fácil-miro directamente a mis ojos y pude ver mucho dolor en los suyos, se estaba ahogando en las palabras que nunca ha podido decir

-Lo siento-dije tratando de mirar el menú

-no te preocupes-sonrió un poco-¿Qué vas a pedir?

-quiero una malteada y papas

-bien

-¿no pedirás nada?

-tal vez una malteada

Hablamos de cosas sin demasiada importancia mientras comíamos, había silencios pero no eran tan incómodos, sentía una gran presión en mi pecho, sabía lo que seguía a continuación. Subimos al auto, estábamos camino a la playa de fondo teníamos a Passenger, el viaje fue silencioso, ameno y desgarrador

Nos sentamos en la arena, podíamos ver y sentir el atardecer ante nosotras, jugaba un poco con la arena, la marea venia una y otra vez sin parar.

-Lo sabes verdad-pregunto mirando el cielo

-lo se

-también se que odias las despedidas-rio

-sabes muchas cosas que nadie mas -la mire por un segundo

-Pero debo-puso su mano sobre mi espalda- diré todo lo que tengo guardado, espero que no me odies después

Yo solo asentí tratando de calmarme

-aquí voy-suspiro y se acomodo justo enfrente de mi- siento interrumpir tu maravillosa vista

-no te preocupes-dije acomodándome mejor

-Está escrito en una carta-la saco de su bolsillo-quiero que la leas cuando me vaya, te dejare aquí, sé que es uno de tus lugares favoritos en el mundo

Asentí, tratando de que no viera que estaba llorando, ella solo me hizo poner de pie, me dio un abrazo gigante y se despidió con lágrimas, lagrimas de su corazón. Camino hacia el auto, abrió la puerta, se metió en el abrocho su cinturón y me miro por última vez.

Hola, probablemente este llorando, soy muy sensible sobre todo cuando se trata de cosas que amo. Me iré a Australia, estudiare arquitectura en una de las mejores universidades, me gane una beca en noviembre pasado, ojala todo salga bien espero no decepcionar a nadie, ni siquiera a ti.

Sé que odias las despedidas y también los días tan bipolares como tú, los zapatos amarillos, qué nadie entienda tus chistes, tener que actuar, tener que pretender ser feliz. Dejando a un lado las cosas que odias, solo quería decir que eres una de las mejores personas que he conocido, una de las más reales, una de las mas rotas pero aun así hermosas, ame cada detalle de ti con locura, a pesar de todos los errores, a pesar de tener que decir adiós, te amo y lo hare siempre.

Hay personas inolvidables, las cuales por más que trates no las podrás sacar de tu corazón, ni de tu alma, ni de tu mente, eso eres tú para mi, un recuerdo imborrable, una huella gigante, un vació que nunca podre llenar. Agradezco infinitamente todos los momentos que compartimos, tu risa escandalosa, tu mal humor, tu buen humor, tú sabor, todo de ti, eres jodidamente encantadora, no haré nada de lo que dije, pero espero que disfrutes de lo que tienes con la profesora, debo admitir tienes buen gusto.

Tienes mucho por sanar, bueno en verdad todos tenemos mucho por sanar, vivimos en un mundo algo cruel, irracional, materialista y vacio, pero sé que a pesar de todo eso seguirás siendo la linda chica de las botas negras, la sonrisa torcida y el pelo hecho un desastre, podrás cambiar vidas, podrás lograr todo lo que quieras solo debes creer en ti, falta mucho por vivir, quiero que seas feliz, o que intentes serlo, lo mereces, en verdad lo mereces. Eres maravillosa, eres y siempre serás mi persona favorita en el mundo Sara.

Tal vez nos volvamos a ver, tal vez no, pero siempre te recordare y espero que también tu lo hagas, hasta pronto pequeña.



La verdad este es uno de los capítulos mas difíciles para mi, escribirlo no fue nada fácil, pero vale la pena. Espero que tengan un maravilloso 2018 y si están pasando un mal momento, no se preocupen no durara para siempre así lo parezca. Un abrazo enorme 

Serás Mía (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora