Capitulo #11

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-Adivina quién soy

-¿El amor de mi vida?

-Tal vez

Quito sus manos, hizo que girara y ahí estaba Natalia, llevaba una chaqueta de cuero, unas botas color negro, el pelo revuelto, una camisa roja y unos jeans bastante ajustados, y claro su hermosa sonrisa torcida

-pues no confió mucho en mi Cupido-dije bebiendo un poco

-¿tú crees que yo sí? el mío parece estar drogado

-salud-dije mientras le entregaba una bebida

-¿por que brindamos?

-¿por qué no hacerlo?-pregunte terminándome la bebida

-siempre se hace por alguna ocasión especial 

-te daré una, estar vivo es la ocasión especial-sonreí-debo llevarle esto a Jessica, ya vuelvo

-Aquí te espero

Casi se me derrama toda la bebida, el lugar estaba repleto, Jessica bailaba sensualmente con una chica, como soy una gran mejor amiga, decidí interrumpir el momento, si Dinah 2.0 me dicen

-Toma-dije entregándole el vaso

-¿No podrías aparecer en otro momento?- pregunto riendo-casi que no llegas, ¿dónde estabas?

-hablaba con Natalia

La música estaba muy buena, sonaba una canción tras otra, comenzaron a hacer karaoke, Sebastián estaba cantando G.U.Y de Lady gaga mientras hacía pasos de baile demasiado sensuales , los tacones que tenia le daban ese toque diva que lo caracterizaba , su conquista de esta noche, estaba encantado, no sé si de ver su flexibilidad o por la pastilla blanca que sobre salía de su boca

-Volveré donde Natalia, cualquier cosa me llamas cariño-dije guiñándole un ojo

Volví donde estaba antes con Natalia y no la veía, decidí salir a tomar aire fresco, me senté en un columpio, la noche estaba hermosa las estrellas brillaban mientras susurraban secretos.

A lo lejos vi a Natalia con un chico, pero algo no andaba bien, se veía muy incómoda, decidí acercarme para escuchar lo que decían

-Oye preciosa ¿vienes conmigo?-dijo un chico de ultimo año Bastante ebrio

-No-respondió secamente sin apartar la mirada

-Una difícil, así me gustan-la agarro muy fuerte de los brazos y la pego contra un árbol

-Déjame idiota-grito tratando de zafarse

-Vamos preciosa, se que te gustara- bajo lentamente el cierre de su pantalón

Cogí una botella que se encontraba en el piso y le pegue en la cabeza, cayó al suelo, su cabeza sangraba

-Eres un maldito depravado, nunca más te le acerques-grite furiosa

Sebastián y Jessica acababan de llegar gracias a que las personas comenzaron a formarse alrededor

-Vaya pero que tenemos aquí, el chico "más guapo" de todos, no es capaz de seducir a una mujer-dijo Sebastián en tono arrogante

El idiota seguía tirado en el piso, tenía los puños apretados, se quito su camisa y decidió levantarse 

-Vamos mariquita, pelea si es que puedes-espeto mientras se paraba

-Oh, será un placer-Sebastián se quito su camisa

-Eh, no habla ninguna pelea aquí-grito Carlos el chico que organizo la fiesta-Tu Alex ven conmigo, estoy seguro que no quieres terminar en la cárcel otra vez

Sebastián le mostró el dedo del medio y con este le lanzo un beso, así que el idiota se llamaba  Alex, recogió su camisa y se tocaba preocupado la cabeza, me miro por un instante y después a Natalia, quien me abrazo y dio un beso en la mejilla.

-Eres mi héroe-susurro

-Siempre podre serlo-sonreí 

Una chica estaba fascinada viendo a Sebastián, no dejaba de mirarlo y se mordía los labios

-Es todo un tigre-me susurro

Yo solo le dedique una sonrisa de compasión

-A él le gusta lo mismo que a ti-dije tranquila

La chica me miro confundida

-Los penes –sonreí - tranquila, suele pasar si me pagaran por haberme enamorado de una hetero...

-Serias rica-interrumpió Natalia tratando de sonreír

-Ven vámonos de aquí-dije rodeándola con mi brazos-Jessica creo que ya es hora de irnos

-¿Cómo dices? Si esto apenas empieza cariño-respondió mientras llenaba su vaso a tope

-¿te la estas pasando bien?-pregunte bebiéndome todo el tequila que quedaba

Ella solo respondió con su vaso levantado y haciendo una reverencia, estaba demasiado borracha

-No tienes que acompañarme a mi casa, puedes quedarte –dijo Natalia apenada

- No te dejare sola después de lo que acaba de pasar, además no nos vamos a casa-dije riendo-nos quedaremos, pero no te quitare los ojos de encima ni un segundo

-Gracias

-Denada- respondí sonriendo

Nos pusimos a bailar y cantar, Todos estábamos muy felices y demasiado ebrios.

Serás Mía (primera parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora