siete

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—Tal vez YoungMi no venga. —Dijo EunMi harta de estar esperando a YoungMi por dos largas horas.

—No contesta las llamadas. —Comenté intentando llamarla, pero me mandaba a buzón de voz.

—Estamos igual que Leyla. —Murmuraron JaeMin y RenJun.

—Se nos está haciendo tarde... —Dijo EunMi un poco apenada por tanta impaciencia.

—Sí, lo sabemos, Eun. —RenJun rodó sus ojos.

YoungMi no llegaba, se hacía cada vez más tarde y por si eso fuese poco, comenzaba a llover.

—Pediré un taxi. —JaeMin tomó su celular y comenzó a marcar.

—¿¡Qué le hicimos a YoungMi para que pasara esto!? —Se quejó EunMi mirando el cielo gris, parpadeando varias veces, pues caían gotas a sus ojos.

—Eun, ¿quieres resfriarte? —Pregunté jalando a mi amiga del brazo hasta que estuvo alado de mí. Nos cubría un poco del techo de una casa.

—YoungMi contestó a una de mis llamadas, me dijo que no podrá venir porque tiene un problema y se disculpó por hacernos esperar. —Dijo SanHa guardando su celular.

—El taxi ya viene. —Comentó RenJun.

—Bien —Tiritando EunMi contestó.

Mi celular comenzó a vibrar, estaba entrando una llamada de DoYoung.

—¿Estás yendo a la Feria con este clima?

—No... Cancelamos la salida, un taxi está en camino.

—¿Por qué no me llamaste antes? ¿Dónde estás?

—Porque pensé que estarías ocupado, te acabo de enviar mi ubicación.

—Ya estoy en camino.

DoYoung cortó la llamada y miré a mis amigos.

—¿Creen que tarde el taxi? —Pregunté, si este llegaba antes que mi primo tendría que esperar sola.

—Hay un poco de tráfico, así que puede que tarde. —Respondió Jeno.

—¿DoYoung vendrá por ti? —Susurró EunMi.

—Sí, ¿por qué la pregunta?

—Si llega antes del taxi, ¿crees que me pueda llevar a tu casa? Es que mis padres salieron y regresarán hasta las ocho.

—¿Olvidaste tus llaves? —Pregunté con una sonrisa; no era la única a la que le pasaba eso.

—Sí...

—DoYoung aceptará llevarte, es amigo de Yuta, así que ya te ah de conocer. Además de que eres mi amiga. Y mis tíos están trabajando, puedes quedarte hasta que tus padres lleguen por ti.

—¡Gracias Ley! —Gritó y luego me abrazó.

—De nada. —Sonreí correspondiendo a su abrazo.

Veinte minutos después de tanto esperar bajo la lluvia, el automóvil de DoYoung se hizo visible.

Me despedí de todos mis amigos y seguido EunMi y yo entramos al auto.

—¿EunMi vendrá a la casa? —Preguntó mi primo arrancando el auto.

—Sí, no hay ningún problema con eso, ¿verdad? —Pregunté mirando a DoYoung con nerviosismo.

—No. Llegando tienen que darse una ducha o se enfermarán. —Respondió DoYoung sin despegar la vista del camino.

—Sí, le prestaré ropa. —Miré a Eun, quien me sonrió y con sus labios agradeció. Era penosa al hablar con hombres más grandes, a excepción de Yuta, que era su mejor amigo.

Llegamos a mi casa, DoYoung estacionó el automóvil en el garaje y los tres entramos a la sala.

—Si me necesitan estaré en mi habitación.

—Está bien. —Sonreí y llevé a EunMi a mi habitación.

—¿Tienes ropa que me quede? —Preguntó. Eun era más baja que yo en estatura y muy, muy delgada.

—Sí, la ropa que ya no me queda está en ese cajón. —Señalé el mueble alado de nosotras. —¿Quieres ducharte primero?

—Sí. —Preparó la ropa que se pondría y entró al baño.

Quince minutos después, EunMi había salido. Ya era mi turno de ducharme.

🍃🍃🍃

El claxon del automóvil del padre de EunMi sonó.

Guardó todas sus cosas y las dos bajamos hacia la puerta.

—Espera... —Me di media vuelta y observé a mi amiga, quien se dirigía a la habitación de mi primo.

Tocó la puerta de su habitación y un DoYoung somnoliento apareció en segundos.

—Gracias por traerme, oppa. —Mi amiga sonrió enrojecida por la sonrisa de mi primo y su mirada en ella.

—De nada, EunMi. Cuídate.

Eun asintió y se alejó del más grande.

—Gracias por todo, Ley. Nos vemos el lunes en la escuela.

—De nada, claro que sí. —Sonreí mientras mi amiga subía al auto moviendo sus manos en forma de despedida.

Cuando el automóvil estuvo lejos de mi alcance visual entré a mi casa.

—Descansa, primo. —Dije al aludido y subí las escaleras.

—Igualmente, Ley. —Fue lo que alcancé a oír desde mi habitación.

Me cobijé bien para no tener que sufrir de frío en la madrugada.

Después de un tiempo intentando dormir, lo logré. Caí en un sueño profundo. 

my dream ; jenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora